Caminando entre las bestias
Sobre el reportaje de fauna prehistórica de la BBC
Esta serie de reportajes, que se estrenó en el 2001 y fue realizada por la BBC, nos brinda una panorámica de la fauna prehistórica posterior a la extinción de los dinosaurios. En concreto, los distintos capítulos se sitúan en la Era Cenozoica, un periodo tan vasto como desconocido por la mayor parte de la gente: solo con ver lo espaciados que están los episodios en la línea temporal nos da una idea de lo amplia que fue esta era y de la cantidad de maravillas que escondió.
En concreto, Caminando entre las bestias incluye seis reportajes independientes que están enfocados como narraciones breves, con sus protagonistas, sus escenarios y sus “dramas”. El modo de filmar recuerda —imita, de hecho, deliberadamente— el enfoque de los reportajes de animales salvajes, aunque toda la grabación corresponda a recreaciones, lo que contribuye a acercar a las criaturas y a hacerlas más tangibles. En este sentido ayuda en gran medida la calidad de la imagen y los encuadres; aun con sus defectos, resulta todo muy “realista”.
Los reportajes, presentados como episodios independientes de la evolución de la vida en nuestro planeta, incluyen Nuevo amanecer, que nos muestra la fauna surgida tras la extinción masiva de los dinosaurios, Ballena asesina, que se centra en la vida de los primeros cetáceos —la cual no se restringe al mar abierto—, Pequeño gigante, sobre la megafauna que habitó en lo que luego sería Asia, Australopithecus en familia, sobre los primeros homínidos, Felinos ancestrales, que cede el protagonismo a los llamados tigres dientes de sable, y Migración de mamuts, sobre la famosa Era del Hielo.
En cierto sentido, estos reportajes son un desarrollo privilegiado de aquellos libros ilustrados para niños en los que se presentaba la fauna prehistórica: son impresionantes, seducen por el apartado gráfico, resultan un acercamiento fragmentario, les resulta imposible cubrir la gran cantidad de maravillas que hubo y, al mismo tiempo, son de lo más sugerente.
Por el modo en el que están conducidos, con un narrador omnisciente que personaliza y dota de un carácter romanesco a lo que podría ser una escena cotidiana de la época, resultan muy adecuados para todos los públicos: son, de hecho, reportajes pensados para la divulgación y el acercamiento al gran público. Por su calidad de imagen, se pueden ver varias veces si apasiona el tema, y así ir localizando nuevos detalles de las cuidadas ambientaciones.
No se trata, por supuesto, de material técnico, pero sí respetuoso con la realidad arqueológica y eficaz, al mismo tiempo, en su modo de transmitirla. De hecho, casi se disfrutan como si fueran cortometrajes, pues la acción es continua y no viene interrumpida por disertaciones. El resultado es una obra entretenida y realizada con acierto que, además, enriquece la cultura general. Muy recomendables.
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