Punisher está en la ciudad

El castigador nos visita por partida doble en La larga y fría oscuridad y el esperado Punisher contra Bullseye

La larga y fría oscuridad

Casi cada número del Punisher de Garth Ennis en la línea MAX de tebeo adulto es una joya en sí mismo. Potente, trepidante y tan autoconclusivo como sólo lo permite un personaje que se carga hasta al apuntador cada vez que aparece. Sin embargo, hay un personaje que sobrevivió a las balas (y las puñaladas, y las explosiones, y…) del viejo Frank y que todos nos moríamos por volver a tener en sus páginas: Barracuda. Uno de los personajes más carismáticos y duros de pelar de toda la serie (con permiso del Ruso, claro) que llegó a tener su propia miniserie, firmada por el mismo Ennis, y que regresa en este tomo para ajustarle las cuentas a Frank Castle de modo brutal y definitivo.

Barracuda, además, encontrará el modo de dañar a Punisher mucho más allá de la muerte, ya que en este comic Frank va a descubrir que tiene algo mucho más preciado de lo que podría siquiera imaginar. Algo que lleva pañales y se llama Sarah.

Punisher contra Bullseye

El equipo de Bullseye: Grandes éxitos, Daniel Way y Steve Dillon, repite con esta miniserie que enfrenta a dos de los personajes Marvel que mayor número de cadáveres han dejado a su paso (con permiso, esta vez, de Logan). Al borde de la desaparición, la familia mafiosa Patrillo decide jugarse una última y desesperada carta: ofrecer medio millón de dólares por la cabeza de Punisher. Su idea, en realidad, era ganar tiempo y respeto ante las otras familias, que consiguieran o no acabar con Punisher era algo secundario. Por desgracia para ellos, quien acepta el encargo es el mismísimo Bullseye que terminará enfrentándose a Frank en una orgía de destrucción regada de bajas colaterales mafiosas y no mafiosas. Una especie de juego del gato y el ratón, más que el prometido duelo de titanes, en que no todo es lo que parece. De hecho, casi nada lo es.

Aunque la serie prometía más de lo que realmente ofrece, y el protagonismo lo acapara casi todo Bullseye, es muy agradable volver a ver a Steve Dillon dibujar al personaje que ayudó, junto a Garth Ennis, a devolver al candelero en el sello Marvel Knights, hace ya años.