Los piratas fantasmas

Reseña de la novela de William Hope Hodgson publicada por Valdemar

Los piratas fantasmas es una historia de terror en alta mar con todas las de la ley. Como primera aproximación, podríamos aventurar que se trata de la transposición de una historia de casas encantadas al entorno marinero, pues el navío en el que transcurre la acción, el Mortzestus, sirve tanto de marco como de elemento activo dentro de la historia. Así mismo, encontramos claves propias de este subgénero del terror, como las maldiciones, la sombra del pasado, las atmósferas opresivas y enrarecidas o las advertencias luctuosas que van enervando al lector.

Sin embargo, se trata de algo más que de un simple cambio de escenario, pues la propia mecánica del navío es un engranaje clave dentro del desarrollo de la novela. Y es ahí donde el pasado marinero de Hodgson, y sobre todo su facilidad para acercarlo al lector (palabra de marinero de agua dulce), resultan de vital importancia. La rutina del barco, su disciplina férrea, salpimentada con la inquietud que se va extendiendo sobre el mismo, hacen que la narración de Los piratas fantasmas resulte particularmente claustrofóbica.

Del mismo modo, la habilidad con la que Hodgson distribuye la tensión a lo largo de la historia es impresionante: deja que adivinemos el alcance de las maldiciones, que vislumbremos la sombra de lo monstruoso, pero no suelta la correa hasta el momento adecuado. Esta es de las pocas novelas que me han puesto los pelos de punta. De corte clásico pero en absoluto obsoleta, la novela engancha y nos sumerge en un ominoso escenario en el que el mar entero oprime al narrador y, por ende, al lector.

En definitiva, una obra muy recomendable para los amantes del género. Todo un clásico a descubrir (o a disfrutar de nuevo) que fue capaz de marcar su propio rumbo y que, por desgracia, no es todo lo conocido que debiera en comparación con otros autores prácticamente coetáneos.

Nota: En la edición de Valdemar titulada Trilogía del Abismo (que incluye esta novela junto a Los botes del Glen Carrig y La casa del confín de la Tierra) incluye un glosario marinero e incluso unos esquemas de navíos para que sirvan de guía a aquellos no familiarizados con el vocabulario náutico. Aunque no son estrictamente necesarios, son un detalle bonito que engalana una edición en todos los aspectos sobresaliente.