Megazoria: Cambria
Trasfondo del misterioso reino celta enclavado en los bosques del oeste
Cambria es la tierra de los cymry o, como ellos mismos se denominan, los combrogi. Su frontera natural con las tribus britonas sometidas al yugo de los anglios es el caudaloso río Sabrinn, pero lo que realmente les ha permitido mantener su independencia son los poblados bosques que cubren su accidentada orografía.
Aspectos geográficos
Un denso bosque caducifolio cubre la práctica totalidad de Cambria. Su sombrío manto se extiende por montañas de baja envergadura, colinas y valles en un laberíntico conjunto que permanece, en gran medida, salvaje.
El clima resulta algo más temperado por la protección que ofrece el bosque frente a los elementos y la cercanía del mar. No obstante, sigue siendo húmedo y las nieblas no son raras en determinadas zonas.
El Sabrinn, que limita Cambria por el este, es un río caudaloso y profundo y sus aguas son ricas en pesca, lo que atrae a colonias de potamoterios, una suerte de nutrias primitivas de metro y medio de longitud.
Fauna
En este hábitat cerrado no tienen cabida los grandes cérvidos como el megalocero, que han sido sustituidos por especies de menor tamaño, como los micromeryx, pequeños ciervos que aún conservan sus colmillos, y, sobre todo, por suidos, de entre los cuales destaca el impresionante kubanoquero, un jabalí de 1,20 m de altura hasta la cruz y hasta media tonelada de peso dotado de comillos y una suerte de cuerno frontal.
En la espesura abundan también las manadas de diros y los osos cavernarios, así como las ardillas voladoras. El nicho de los carroñeros está cubierto por animales de menor tamaño que las hienas cavernarias que encontramos en las planicies, como tejones y comadrejas, y por cuervos.
Habitantes
Los cumbrios son un pueblo celta y entre sus gentes priman las pieles pálidas y hay una amplia variedad de tonalidades de cabello.
Los hombres suelen llevar el pelo corto, salvo que formen parte de la aristocracia, mientras que las mujeres lo lucen largo. Las vestimentas suelen estar confeccionadas con cuero y acostumbran a teñirla con colores discretos.
Lengua: Gaélico
Escritura: Ogam
Algunos nombres de ejemplo: De hombre, Boddic, Cinioc, Drest, Talorcan, Morbet, Taran o Conall. De mujer, Fotla, Eoganan, Huctia y Verica.
Sociedad y gobierno
Cambria está compuesta por multitud de pequeñas aldeas que se esparcen por la floresta. Apenas hay un gran pueblo amurallado, cuya localización exacta solo conocen los cymry, en el que habita su monarca, Arto, llamado el rey oso. El papel de este no queda muy claro dentro de la sociedad cymry, puesto que las comunicaciones son tan malas que apenas ejerce su poder más allá de mediar en conflictos entre familias u organizar algunas partidas de guerra contra los anglios o cualquier otro intruso. En cualquier caso, todos los reconocen como monarca, de un modo casi supersticioso.
En el día a día, la autoridad queda en manos de los jefes de cada una de las familias. Estas unidades familiares, organizadas en aldeas, a veces compuestas de cabañas reunidas tras una empalizada, a veces semiexcavadas en la roca, son eminentemente independientes. Bardos errantes sirven de medio de comunicación de unas poblaciones con otras y amenizan las veladas.
Religión
Algunos druidas y adivinos se congregan en torno al rey Arto a modo de consejeros. No obstante, no hay un auténtico culto organizado. Los cumbrios, por tradición y movidos por su entorno, veneran las fuerzas de la naturaleza y su encarnación en manantiales, ríos, cuevas o animales.
Actividades económicas y lúdicas
La economía de Cambria es prácticamente de subsistencia. Algunos de sus habitantes comercian con productos de la caza, como pieles, colmillos o cuernos, pero por lo general se limitan a buscar alimento y refugio para sus familias.
Los cumbrios han domesticado algunas especies de cerdo, así como caballos -aunque su uso está restringido a la exigua aristocracia- y algunos mastines. Más comunes son los hurones, que se usan para la caza de conejos y otros animales pequeños.
La agricultura se realiza a pequeña escala, en calveros y huertos dentro de las aldeas. Es por ello que, a diferencia de sus vecinos britones, no usan de un modo generalizado el arado ni tienen animales de tiro. Los bosques, por el contrario, son ricos en plantas, y algunas se venden a buenos precios a curanderos y comerciantes.
En la guerra
La invención bélica estelar de los cymry ha sido el arco largo, una pieza de madera curvada de 1,80 m que es capaz de lanzar proyectiles con la fuerza suficiente para atravesar una buena coraza. Gracias a esta arma y a lo accidentado del terreno, han podido mantener a raya a cualquier invasor. Incluso algunos arqueros han llegado a emplearse como mercenarios en las partidas de guerra britonas e icenas. Para poder empuñar sus arcos con rapidez, los cumbrios prescinden con frecuencia de cualquier tipo de escudo.
Reminiscencias de otros tiempos, algunos aristócratas conducen carros, aunque estos son más ornamentales que efectivos en caso de batalla en los bosques. El tiro de caballos a veces se sustituye por jabalíes para hacerlos más impresionantes. En la batalla, algunos líderes montan a caballo.
Las corazas de cuero, a veces remachado o reforzado con placas de bronce, han sustituido a los viejos tatuajes tribales y las pinturas de guerra en el ejército del rey oso. Este, de todas formas, tampoco actúa realmente como uno, pues los cumbrios están acostumbrados a las emboscadas y los combates individuales.
En el mar
Los cumbrios no están muy volcados en el mar, pero conocen la fabricación de curraghs, que usan principalmente para la pesca, y, sobre todo, tienen grandes reservas de buena madera.
Posibilidades de aventura
Numerosas leyendas circulan en torno al rey oso y los fabulosos túmulos repletos de tesoros que se encuentran ocultos en las profundidades boscosas de Cambria. Aunque la mayor parte de estas historias no tienen demasiado fundamento, sí que es cierto que hay monumentos funerarios de gran antigüedad perdidos en la floresta. En ocasiones, de ellos se pueden extraer ajuares funerarios y hermosas armas... si no se tiene un mal encuentro con algún oso cavernario que los haya convertido en su refugio.
Por otro lado, el rey Arto es un hombre enigmático que presta mucha atención a los adivinos y a sus consejeros y sus enigmáticas historias. Acercarse a la corte puede implicar que el monarca en persona encargue alguna misión tan disparatada como peligrosa. Algunos aventureros errantes se han prestado a buscar fortuna bajo sus designios con desiguales resultados. No son los únicos que ha sucumbido a este misticismo: druidas exiliados, eremitas e incluso sacerdotes de los cultos zoomórficos se pueden encontrar en Cambria.
Finalmente, Cambria no permanece ajena a las invasiones que están sufriendo las islas. No son raras las incursiones de los escandinavos en la costa ni inusual que alguna partida de guerra anglia se aventure en territorio cymry. Este estado de conflicto puede propiciar aventuras a través de naufragios, expediciones extraviadas o consecuencias de cruentas batallas. Después de todo, los densos bosques pueden parecer un refugio natural... hasta que se van desvelando sus secretos.
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