OZ entrevista a José María Merino
Entrevista al autor con motivo de la publicación de La realidad quebradiza
Hoy tenemos con nosotros a José María Merino, un nombre imprescindible entre los autores de cuento españoles y prácticamente un clásico, por la calidad de su obra, de las letras contemporáneas. A lo largo de más de tres décadas y con una decena de libros de cuentos y microrrelatos, Merino ha ido construyendo un universo propio donde los elementos fantásticos, la sorprendente imaginación, el misterio, la memoria y lo inesperado se unen para lograr una literatura única y excepcional. Ahora nos presenta su última obra: La realidad quebradiza.
Con los sempiternos rumores de que en España los relatos no funcionan a nivel editorial, ¿qué supone ver su obra publicada en la colección Vivir del cuento? ¿Llegan vientos de cambio, los rumores pecan de pesimistas o simplemente quedan reductos que no hay que abandonar?
En España ciertos autores nos empeñamos en seguir escribiendo cuentos –al fin y al cabo la tradición tiene casi ocho siglos, desde Calila e Dimna- y hay editores heroicos, como Páginas de Espuma, entregados a difundir el género… Creo que gracias a ellos el cuento ha encontrado entre nosotros un espacio natural, a pesar de la mayoría de los lectores, que siguen prefiriendo el bestseller de mil páginas…
¿Cómo ha sido trabajar con Juan Jacinto Muñoz Rengel en la elaboración de la antología?
Un verdadero placer: ante todo, es un colega muy inteligente, lo que estableció una particular sintonía entre nosotros. Además, enfocó su trabajo con meticulosidad y ambición, procurando que el abanico de textos fuese diverso y definidor de mi obra. Estoy encantado con el resultado.
¿Qué encierra La realidad quebradiza?
Creo que una muestra muy significativa de mi labor tanto en el cuento como en el minicuento... Aquí están la extrañeza ante los espacios, las metamorfosis, el tema del doble, las trampas de la memoria, ciertos aspectos de mi obra cercanos a la ficción científica, la azarosa relación entre realidad y literatura… Sin duda se trata de una antología muy esclarecedora de mi obra cuentística.
Relato y novela: ¿cuándo y por qué se inclina por uno o por otro?
Me gusta decir que el cuento procede de una iluminación, mientras que la novela resulta un viaje de exploración. El autor debe conocer el cuento desde el primer momento. En el caso de la novela, ella se va desvelando poco a poco. A mí me gusta alternar ambos géneros, porque en esa compatibilidad sucesiva me encuentro especialmente cómodo y creativo.
¿Cuál es su principal fuente de inspiración?
La realidad tan extraña que nos rodea. Un día descubrí que todo es muy raro, y me puse a escribir ficciones. Conforme me hago mayor, más absurda e incoherente me parece la realidad. Esa mirada nutre mi imaginación a la hora de escribir.
¿Qué publicación o premio recuerda con más cariño o satisfacción?
Como publicación, creo que es inolvidable la experiencia de las primeras galeradas: en mi caso de un libro de poemas que luego, al cambiar el editor de imprenta sin avisarme, no sirvieron para nada… Mi premio preferido es sin duda el de la Crítica. Cuando me lo dieron por La orilla oscura, me sentí de repente reconocido…
¿Qué antología recomendaría a nuestros lectores si no conocen gran cosa de los cuentistas españoles?
Yo preparé una que mostraba los cuentos españoles entre 1898 y 1998. Andrés Neuman hizo otra muy interesante. También Ángeles Encinar. Un estudioso que se ha ocupado del asunto en varias ocasiones es Fernando Valls. Por lo que toca a las buenas antologías, no podemos quejarnos…
El año pasado, Salto de Página publicó la antología Aquelarre, una panorámica de relatos de terror nacionales. ¿Conoce el proyecto? ¿Qué opina al respecto? Hubo quien consideró su ausencia inexcusable.
Pues no lo conozco, ciertamente… Pero como digo, entre nosotros hay numerosas antologías de cuentos, y el gusto o la cultura de cada antólogo determina el resultado del libro.
¿Qué impresiones le ha suscitado la llegada del formato digital a España?
No estoy seguro de que sirva para leer más, o por lo menos para seguir leyendo lo que leíamos. Sin embargo, en el espacio digital se han creado ámbitos de encuentro, debate, comunicación… que me parecen muy interesantes
Muchos autores noveles frecuentan OcioZero. ¿Se animaría a darles algún consejo?
Creo que no se puede ser escritor sin ser lector. Ese es el consejo que les doy a todos los autores primerizos. El campo de formación y conocimiento de un autor está en la vida, pero sin la literatura, la gran literatura, como bagaje fundamental, no hay nada interesante que hacer.
¿Nos podría decir cuál fue el último libro que le impactó de un modo particularmente positivo?
Un libro de cuentos que no conocía, pese a mi buena relación con la literatura rusa: Los vagabundos, de Maksim Gorki…
Y, finalmente, ¿cuáles son sus próximos proyectos?
Estoy dándole los últimos toques a una novela de la serie Los espacios naturales. Se titulará El río del Edén y he intentado hacer una novela de amor, traición y arrepentimiento…
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