En línea de combate

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Reseña de la novela de Alexander Kent publicada por Noray

 

El tajamar del navío hiende las olas, los rociones de espuma salpican nuestro rostro, el viento, fresco del nordeste, entra por el través del buque, percibimos el olor a salitre, a brea, a sentina. Notamos bajo nuestros pies el maderamen y sentimos esa fuerza que mueve la obra viva del navío. Desde lo alto escuchamos el sonido de las voces de los gavieros, el ruido de las velas al ofrecer resistencia al viento, el rumor del cordaje que recorre toda la arboladura.

A estribor la costa de Andalucía, al fondo el peñón de Gibraltar.

Una roca que va haciéndose cada vez más grande, más elevada y unas millas más y escucharemos el sonido de los cañones al saludar nuestra llegada.

Navegamos a bordo del Hyperion, navío de segunda clase de su Graciosa Majestad Británica, corre el año 1793 y Europa está en llamas. Acabamos de abandonar la escuadra de Lord Hood en labores de bloqueo que concluirán en el posterior y afamado sitio de Tolón.

El capitán de navío Richard Bolitho permanece en el alcázar, en el lado de barlovento, pues por rango se le destina ese lugar de privilegio y mira hacia nosotros con una mirada cargada de respeto y de decisión.

De pronto el vigía grita: ¡Vela por la amura de estribor!

Si les ha gustado, no lo duden, no dejen pasar la oportunidad de adentrarnos en los intestinos de un navío de línea del siglo XVIII. Pero para disfrutarlo tendrán que armarse de valor, despreciar el temor a las andanadas enemigas, ignorar el olor a pólvora que quema los ojos y por supuesto tener ganas de pasarlo en grande, porque otra cosa no pero esta novela, junto a otras de semejante calibre, son divertidas de firme.

De la tradición, antigua, de hazañas navales que hunde sus raíces en los periódicos de época y que se ensalzó con escritores como Forester, Mayrrat o el afamado O´Brian nos llega esta serie de un nuevo comandante británico. No es el único pues ahora compite con otros tantos, alguno español como el siempre poco valorado Delgado Bañón, del que reseñaremos un libro en breve, escritores de “aventuras” navales.

No precisa el libro de grandes conocimientos náuticos, lo cual es todo un mérito, sí bien favorecerían la comprensión de la dinámica de los buques, aunque la editora, Noray, echa un cable, nunca mejor dicho, con un pequeño glosario de términos especializados que ayudan a la comprensión de algunas acciones. Es un libro de aventuras, de los que en lugar de capa y espada se tiene cañón y navío. Para ello la acción es continua y constante, sin dejar un momento de respiro, no terminamos de presenciar una persecución a un navío enemigo cuando nos encontramos frente a una fortaleza luchando a brazo partido. También se le suman elementos que humanizan un tanto el relato, como son los tratos humanos, situaciones complicadas de carácter social y alguna que otra sorpresilla. Sí bien también tiene sus defectos, pues el escritor exagera las dotes marciales del protagonista, elevándolo en demasía por encima de sus propios compañeros. A diferencia de otros escritores que supieron aunar en un personaje defectos y virtudes, de los primeros carece Richard Bolitho, lo cual no es óbice para un disfrute pleno.

Otro defectillo son las acciones propiamente navales, alguna de difícil o imposible comprensión, pero ese sería un tema para tratar con mucho mayor detalle.

El autor no busca una prosa cuidada y sensible, para él es lo de menos, lo principal de la novela es su propia trama y desarrollo interno, para ello se emplea un lenguaje sencillo y de fácil digestión, lo cual es lo más lógico para semejante narrativa.

La editorial se dedica exclusivamente a temas náuticos y su nombre es síntoma de calidad, al menos para los amantes de ese tipo de narraciones, pues incluso su propio nombre nos deja muy claro cual es su propósito. Han editado la serie completa de Alenxander Kent, que tiene, creo, veinte volúmenes, desde que el personaje era guardiamarina hasta almirante, intercalando los hechos más destacados de aquellos convulsos años, desde la guerra de la independencia de Estados Unidos hasta el final de las guerras napoleónicas o lo que es lo mismo el tiempo de oro del navío de línea. Mezclando con sapiencia datos reales con otros ficticios, aunque en especial en este autor los datos reales abundan más que los inventados.

En resumen una novela muy interesante, al igual que otras de la saga, pues aúna acción, aventura e historia. Aunque se profundiza más en la acción llenando página tras página sin darnos un ligero respiro, algo de agradecer puesto que lo que se busca al acometer esta lectura no es ni más ni menos que eso. Si quieren un rato divertido, alegre y con olor a pólvora no lo duden, es lectura recomendada siempre, aunque cuando se acerca el tiempo estival y vemos en nuestro descanso la línea infinita del horizonte en el mar siempre nos acordaremos de algún navío de vela que surcaba aquellas aguas, es inevitable.

 

DATOS TÉCNICOS:

412 páginas

ISBN: 84-7486-117-9

EDITORIAL: NORAY

Fecha de publicación: 2001

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Patapalo
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No tengo ni idea de temas de navegación, pero con este tipo de novelas he disfrutado siempre como un enano. Me lo apunto. Muy interesante la reseña.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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