Megazoria: Pictia
Trasfondo de las ciénagas orientales ocupadas por los pictos
Los invasores los fueron arrinconando cada vez más, hasta exiliarlos en los pantanos del este. “Salvajes” los llamaron al tiempo que les arrebataban sus tierras. Las mismas tierras que ahora visitan cubiertos de pinturas de guerra como una pesadilla demoníaca.
Aspectos geográficos
El territorio de Pictia engloba las tierras bajas situadas al este de las montañas ocupadas por los escotos y al norte de la colosal muralla que separa a los pictos de los caledonios. Estas están divididas por dos grandes ríos (el Spey, al norte, y el Dee, al sur) y ocupadas por marismas, ciénagas, pantanos, lagos y otros ríos menores. Algunas zonas incluyen aguas termales, lo que hace que las temperaturas sean más elevadas.
El clima es por lo general húmedo y las precipitaciones son frecuentes. La vegetación varía por zonas y se pueden encontrar tanto regiones cubiertas de hierba alta o de juncos como intrincados bosques que se hunden en aguas cenagosas. La presencia de agua hace que las variaciones térmicas sean menores que en tierras vecinas.
Fauna
La particular configuración de las ciénagas de Pictia ha hecho que sean una zona próspera para anfibios, ofidios, reptiles e insectos. En ella podemos encontrar arañas del tamaño de pollos, impresionantes mil pies de más de un metro de longitud, grandes libélulas, etc. De estos bichos se alimentan mamíferos como murciélagos gigantes o los alfadones, una suerte marsupiales primitivos que caben en la palma de una mano. Las serpientes son abundantes, y en las zonas cálidas se encuentran ejemplares de titanoboas, monstruos de catorce metros de longitud y más de una tonelada de peso, que son las grandes depredadoras en este hábitat.
En las zonas más pantanosas, donde abunda el agua, se pueden encontrar presbyornis, una especie de patos primitivos estilizados, y moeriterios, unos mamíferos proboscídeos de casi un metro de altura hasta la cruz que se alimentan de plantas acuáticas. Estos sirven de presa al rey indiscutible de la zona: el deinosuchus, un cocodrilo gigante que llega a los quince metros de longitud. Este titán se alimenta también de los peces acorazados carnívoros que viven en los estuarios y cerca de la costa, y es capaz tanto de adentrarse en tierra como en el océano.
Habitantes
Los pictos son parientes míticos de los caledonios. Comparten con ellos muchos rasgos, como las pieles pálidas y los cabellos rubios o castaños, pero resultan muy distintos por sus maneras más salvajes y por los tatuajes con los que se cubren la piel.
Cuando parten en incursiones, también se tiñen los cabellos o encrespan estos para tener un aspecto más aterrador. Suelen llevar ropas de lana o cuero y usan decoraciones de hueso u orfebrería obtenida en intercambios comerciales o saqueos. Los hombres suelen lucir largos bigotes y el pelo no excesivamente largo.
Lengua: Picto
Escritura: Ogam
Algunos nombres de ejemplo: Brude, Drust, Talorc, Breth, Forcus, Irb, Uist o Nechtan. De mujeres, Bethoc, Eskina, Gruoch o Vika. La partícula mak entre nombres marca parentesco.
Sociedad y gobierno
Las tribus pictas no están unificadas. Cada una acepta la autoridad de su propio jefe y los pactos que este establezca con otras tribus, pero no hay códigos de leyes ni gobierno central. No existen grandes ciudades. Los asentamientos no pasan de ser aldeas, a veces construidas sobre las aguas a modo de crannogs (viviendas circulares, de techo cónico, levantadas sobre pilares de madera), a veces erigidas al amparo de los árboles, a modo de refugios semisubterráneos. En ocasiones incluso aprovechan las tumbas megalíticas de la región como morada.
Algunas lápidas cubiertas de escritura ogam marcan los límites de los territorios y cuentan antiguas historias de cuando los pictos eran un pueblo más próspero. Estas esquelas ponen de relieve también la relación de este pueblo con los caledonios. No obstante, pocos pictos saben leer en la actualidad.
Religión
Los pictos han desarrollado su propia religión, que está íntimamente relacionada con las criaturas con las que conviven. Hay tribus que rinden homenaje a la gran tejedora, pues habitan en zonas boscosas donde las arañas gigantes tienden sus redes. Otras, como los jinetes serpiente, domestican a las enormes titanoboas y las reverencian como semidioses. Son abundantes las deidades antropomórficas, como el Orcón, un hombre corpulento alto como dos y dotado de cabeza de jabalí. En sus rituales muchas veces están presentes los propios animales y se realizan sacrificios. En fechas señaladas, estos pueden ser humanos.
En las áreas de influencia caledonia o escota el panteón celta sigue vigente, aunque suele verse parcialmente modificado. Los sacerdotes, chamanes y druidas, en cualquier caso, tienen un gran peso dentro de las tribus.
Actividades económicas y lúdicas
Los pictos son principalmente recolectores y cazadores. Complementan estas actividades con el saqueo de las tierras vecinas y con el comercio, generalmente trueque, con enclaves como Innverness, a los que aportan esclavos, huesos y colmillos, extraños licores y criaturas exóticas, como serpientes venenosas, tortugas o grandes arañas.
En Pictia tienen lugar también fiestas multitudinarias cada cierto tiempo que sirven para concertar matrimonios y alianzas. Durante las mismas son comunes las pruebas de valor, en las que los jóvenes deben mostrar su aptitudes en situaciones de peligro: cazar animales, atravesar marismas, etc. Los pictos son muy hábiles con los tintes y los tatuajes.
En la guerra
Los pictos viven en un combate continuo, pero conciben la guerra como una gesta particular, no como una actividad organizada. En combate, los hombres (en ocasiones también las mujeres) se lanzarán a por el enemigo aullando y mostrando un aspecto aterrador. Los tatuajes y las pinturas de guerra cumplen esta función.
Su armamento no es muy sofisticado e incluye armas de otras culturas que hayan obtenido en batallas previas o a través del comercio. Son comunes las lanzas, las hachas, las espadas (generalmente pesadas y de un solo filo), los cuchillos, las hondas y las jabalinas. También, para protegerse, los escudos circulares de madera o cuero endurecido.
Algunas tribus tienen “lanzadores de cabezas”, guerreros que arrojan las cabezas decapitadas de sus enemigos previamente rellenas de una mezcla corrosiva a base de cal viva. Estos proyectiles son más mortíferos de lo que podría parecer a simple vista y, sobre todo, resultan desmoralizadores.
Aquellos que han domesticado titanoboas montan sobre ellas cuando se lanzan al combate. Las titánicas serpientes, a pesar de sus colmillos (que en ocasiones son recubiertos de metal), no son muy eficaces en batalla, pues son constrictoras, pero resultan igualmente impresionantes e incluso mortíferas si quedan sin jinete. Estos acosan al enemigo con jabalinas antes de desmontar y atacar cuerpo a cuerpo. Las serpientes cuentan con poder devorar a los muertos una vez terminada la batalla.
En el mar
El comercio marítimo y la pesca resultan particularmente complicados en esta región a causa de la presencia de deinosuchus. No obstante, algunas tribus tienen algunos currags con los que se aventuran por la costa, sea para comerciar, sea para perpetrar actos de piratería y saqueo.
Posibilidades de aventura
Pictia es una tierra misteriosa y letal, el escenario ideal para un rescate o una fuga. Su naturaleza es agreste e implacable, y las tribus que habitan en ella son, por lo general, hostiles. Poca gente visitaría esta región por deseo propio. Un naufragio o una incursión para recuperar cierto elemento que se llevaron como botín los pictos pueden ser buenos ganchos.
La presencia de animales y plantas únicos puede ser un buen reclamo para algunos tipos de aventureros. También hay que señalar que se rumorea que hay importantes yacimientos de plata en la zona, aunque es algo que nadie ha comprobado. Quizás todo el metal precioso provenga de las incursiones de los pictos, pero algunos opinan que valdría la pena comprobarlo...
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