Asesinato en el club nudista
Reseña de la novela corta de Roberto Malo publicada por Ediciones Nalvay
Si bien el sexo es una constante en la obra de Roberto Malo, es en este Asesinato en el club nudista donde su protagonismo es absoluto, más incluso que en Los guionistas, donde era compartido con otro impulso: el espíritu creador. Esta novela corta, que se presenta a modo de breve historia policíaca, pivota en torno a esta pulsión del ser humano totalmente desprovista (valga la obviedad) de artificios.
La historia es tan sencilla como peregrina: un asesino profesional que no oculta su profesión (aunque sí sus crímenes) recibe el encargo de acabar con una rubia despampanante que reside en un peculiar hotel nudista en el que solo se admite gente con un físico perfecto. Roberto Malo explota este escenario para, en un tono cómico y efectivo, arrastrarnos por una trama lineal que se cierra de un modo algo predecible pero que, al mismo tiempo, resulta muy entretenida.
La prosa utilizada es minimalista y coloquial al mismo tiempo. Conduce al lector como si se tratara de la cámara de una película (no en vano, la propia novela tiene aires de guión cinematográfico en algunos aspectos, como ya ocurriera con la mencionada Los guionistas), pero deja a este completar los detalles del escenario, ese hotel del futuro, del año 2023, en concreto, y sus particulares habitantes. Malo prescinde, como es habitual en él, de toda la paja, lo que hace que la novela sea muy intensa y ágil (e hilarante en más de una ocasión).
La edición de Nalvay, que está francamente cuidada, viene además con unas cuantas ilustraciones de Abraham Pérez Pérez, las cuales completan bien el conjunto. El resultado es que Asesinato en el club nudista es un libro que se lee de tirón, que deja buen sabor de boca y que tiene ese toque entre gamberro, transgresor y fresco tan propio del autor.
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