Historias de trapo... jirones de sueños

Un comentario sobre la antología de Rebeca Gonzalo López autopublicada en Bubok

Es muy difícil reseñar un libro escrito y recopilado a pecho descubierto, sobre todo cuando se trata de un libro cuyo objetivo primario no es encontrar un lector, sino servir de cajón de los recuerdos a un escritor. No son destinos incompatibles, claro, pues ¿a quién no le fascinan esas cajas de galletas llenas de fotos de época que se encuentran a veces en los mercadillos? En ocasiones, ocultan auténticos tesoros.

Con Historias de trapo... jirones de sueños pasa parecido. Se trata de una antología que recoge los relatos de una época de una autora. En ella encontramos mezclados micros con cuentos, desafíos de taller de literatura con creaciones salidas directamente del corazón: no hay selección por formato o enfoque. De este modo se nos presenta un mosaico emotivo y, sobre todo, sincero de una creadora: Rebeca Gonzalo López, a quien yo conocí como Sechat.

En sus páginas encontramos un sello propio, uno que tiene notas de melancolía, un gran gusto por la belleza estética, una fascinación por los límites inalcanzables de la fantasía, un cierto romanticismo que poco tiene que ver con el arquetípico y una gran pasión por contar historias que se revelan sencillas y cercanas y, al mismo tiempo, misteriosas.

En su prosa vemos también que es una artista dando sus primeros pasos. Empieza a percibirse un estilo personal, pero que no ha alcanzado su madurez. Vemos que esta es una etapa del camino, prometedora, pero que no se debe quedar ahí porque todavía tiene que explorar más allá. Es fácil, de hecho, imaginársela por las sendas misteriosas de un anticuario, rescatando argumentos y escenarios, sensaciones, para sus lectores.

Al final queda un mosaico rico aunque irregular, que seguramente peca de completitud, aunque lo haga de un modo deliberado. Como decíamos, su objetivo primordial no es el lector ajeno, sino el lector cómplice. Si eres uno de ellos, adelante, no lo dudes: hay mucha magia escondida entre los jirones de estas páginas aguardando para ser disfrutada.