Penitencia
Reseña de la novela de J.E. Álamo publicada por Grupo Ajec en su colección Albemuth
Desde hace un tiempo, tengo la impresión de que las obras de terror “oficiales” no buscan, realmente, abordar esta emoción. Juegan con su estética, sus claves y sus recursos pero derivan, por lo general de un modo deliberado, a otros terrenos: el erotismo, la comedia, la fascinación, la introspección... Con Penitencia, paradójicamente, seguimos el camino inverso: la obra de J.E. Álamo parece responder a los esquemas de la novela policíaca, jugar con el retrato social y apoyarse en una estructura de thriller, pero lo que nos ofrece, sin lugar a dudas, es terror. Un terror profundo y retorcido.
Sobre la novela se percibe una sempiterna sombra malsana. Al mismo tiempo, el ritmo de thriller impulsa al lector, que se ve irremediablemente enganchado en una trama ágil y dinámica, a continuar con la historia, a devorar los capítulos. Este elemento siniestro es, además, peculiar, pues si bien se palpa un algo sobrenatural en todo momento, las raíces son realistas, lo que acerca y acentúa la sensación de desasosiego y horror.
La prosa de Álamo es funcional y se pone al servicio del ritmo. Al mismo tiempo, se ve la experiencia del autor en la mano firme con que lo conduce y, sobre todo, en la estructuración de la trama y de la propia novela. En cualquier caso, deja el protagonismo a la atmósfera y el escenario. Este es, al mismo tiempo, el punto fuerte y débil de Penitencia. Por un lado, el lector se sumerge por completo en el mundo creado y desea saber más. Por otro, hay algunos elementos, personajes y episodios sobre los que este deseo de saber es más acuciante, y puede dejar insatisfecho.
Creo que es importante señalar que aunque el modo de tratar la historia hace que el lector caiga rápido en sus redes, la historia no es para todos los estómagos, ya no solo por la crudeza de algunos momentos de la historia, sino porque aquí no nos enfrentamos a un terror pop: en Penitencia los horrores y las angustias son muy humanos y se contagian, a pesar de la barrera fantástica del sobrenatural, al incauto lector. No en vano, esta obra está más emparentada con la novela negra que con la novela de aventuras que tanto ha aprovechado, por ejemplo, al género zombi.
En definitiva, Penitencia es una buena elección para los que quieran disfrutar de una suerte de Expediente X pero en versión nacional, macabra, no idealizada y, por supuesto, católica (culturalmente hablando, claro).
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