Por primera vez en castellano, Noviembre de 1918

Imagen de Rana Gustavo

Edhasa nos trae la primera novela de la serie de Alfred Döblin, autor de Berlín Alexanderplatz

 

En el ambicioso ciclo novelístico Noviembre de 1918 confluyen la tradición de la gran novela clásica que podría encarnar Balzac con la narrativa impregnada de técnicas cinematográficas que encabeza John Dos Passos. Escrita a lo largo de varios y convulsos años, en esta obra de madurez el autor se sirve de los más diversos recursos para mostrar todas las facetas y los diversos aspectos de unos meses que cambiaron el curso de la historia de su país. Estructurada en tres partes, la segunda de ellas en dos volúmenes, se trata de uno de los mayores y más logrados esfuerzos narrativos de la literatura europea reciente.

Una de las novelas verdaderamente importantes de la literatura del siglo xx, que por primera vez se traduce a nuestra lengua.

 

En esta primera entrega, Burgueses y soldados, buena parte de la tensión narrativa que genera Döblin reside en el acusado contraste entre los esfuerzos del líder espartaquista Karl Liebknecht por movilizar al proletariado contra el poder establecido y, por otra parte, los pactos que el dirigente de la asamblea de los representantes del pueblo intenta establecer con los altos mandos militares. Sin embargo, más que una novela de personajes es sobre todo un amplísimo fresco del ambiente social y político de un episodio decisivo en la historia de Alemania, la revolución de 1918, que precipitó el cambio desde la monarquía del Reich alemán a la República de Weimar.

El ciclo completo se estructura del siguiente modo: Primera parte (Burgueses y soldados), Segunda parte (volumen I: El pueblo traicionado; volumen II: El regreso de las tropas del frente) y Tercera parte (Karl y Rosa).

 

Alfred Döblin nació en 1878 en Stettin (entonces territorio alemán, actualmente Sczezin, en Polonia), cuarto de cinco hijos de un sastre judío y su mujer. En 1888 el padre abandonaría a la familia y la madre se trasladó con sus hijos a Berlín. Allí cursaría Döblin sus estudios, licenciándose en medicina, para especializarse en neurología y psiquiatría. Desde 1905 hasta 1933, trabajaría en Freiburg, Regensburg y Berlín en diversos manicomios y sanatorios. Al mismo tiempo, su interés por la literatura y la filosofía le llevaría a unirse al círculo expresionista y a publicar sus primeros ensayos y artículos en la revista expresionista Der Sturm.

En 1912 aparece su primer libro, la colección de relatos titulada El asesinato de un botón de oro. Durante la Primera Guerra Mundial ejerció como médico militar en el Sarre y en Alsacia. Paralelamente, trabaja en su novela sobre la Guerra de los Treinta Años, Wallenstein –publicada en 1920 en dos volúmenes– y, en 1915, se publica su primera novela, Die drei Sprünge des Wang-lun [Los tres saltos de Wang-lun].

Durante el turbulento período de 1918-1919, Döblin evidenció su simpatía por la revolución espartaquista y colaboró frecuentemente en publicaciones de corte izquierdista. La experiencia de estos años, así como sus vivencias durante la guerra, serían determinantes para la composición, años más tarde, del gran fresco novelístico Noviembre 1918. Döblin fue asimismo uno de los primeros intelectuales en apreciar el peligro del antisemitismo, que denunciaría en una serie de artículos reunidos en 1921 bajo el título de Der deutsche Maskenball [El carnaval alemán]. En 1929 le llegó el éxito con la publicación de su novela Berlín Alexanderplatz, auténtico hito en la novelística alemana del siglo XX, que no sólo se convertiría en un best-seller, sino que pronto conocería adaptaciones a la radio y al cine. Sin embargo, los tiempos eran complicados para un escritor izquierdista y judío como él. En 1930 perdió su puesto de médico del seguro público y sus obras fueron prohibidas en Alemania a partir de 1933. Tras el incendio del Reichstag en 1933, Döblin, junto con su mujer y sus dos hijos, se exilió en Francia. En 1936 adquiriría la nacionalidad francesa.

Como otros muchos autores alemanes vetados por el régimen nazi, a partir de entonces y hasta 1939 las obras de Döblin fueron publicadas por la editorial Querido de Amsterdam, pero sufrirían la consiguiente dificultad para ser distribuidas. La primera parte de Noviembre 1918, Burgueses y soldados, fue el último libro que publicó la editorial Querido en 1939, poco antes del estallido de la guerra. En 1940, tras la invasión alemana de Francia, Döblin y su mujer emprendieron una azarosa huida a través de Francia que les conduciría a través de Marsella, Barcelona y Lisboa hasta Estados Unidos. Allí terminaría la redacción de su trilogía Noviembre 1918 y colaboraría brevemente en Hollywood como guionista.

En 1945, Döblin fue uno de los primeros emigrados en regresar a Alemania, donde trabajó como agregado cultural de la embajada francesa en la zona de ocupación asignada a este país. Emprendió la publicación de una revista literaria, Das goldene Tor, y durante los años siguientes irían apareciendo algunas de las obras que había escrito durante su exilio, entre ellas las dos partes aún inéditas de November 1918, Regreso de las tropas del frente (1949) y Karl y Rosa (1950), así como su autobiografía Schicksalsreise (1949).

Sus últimos años estuvieron enturbiados por graves problemas de salud y económicos. Finalmente, Döblin moriría en junio de 1957 cerca de Freiburg. Su esposa Erna se suicidaría en París el 15 de septiembre. Ambos están enterrados en junto a su hijo Vincent, que luchó junto con las tropas francesas y murió durante la Ocupación alemana en Francia.

 

NOVIEMBRE DE 1918

- Primera parte: Burgueses y soldados

- Segunda parte:

Volumen I: El pueblo traicionado

Volumen II: El regreso de las tropas del frente

- Tercera parte: Karl y Rosa

La revolución de noviembre de 1918, un episodio decisivo en la historia de Alemania, hacia el final de la Primera Guerra Mundial, precipitó el cambio desde la monarquía del Reich Alemán a la República de Weimar. Se trata de un momento histórico complejo, lleno de traciones y derramamiento de sangre, que se prolongó entre noviembre de 1918 –con el motín de Kiel y el consiguiente levantamiento general que forzó la abdicación del Káiser– y agosto de 1919, cuando tras sofocar violentamente a los espartaquistas se rubricó la nueva constitución democrática.

Tal como dice Sebastian Haffner en su obra La revolución alemana de 1918-1919 (Barcelona, 2005), “De haberse consolidado, la Revolución Alemana habría cambiado la historia mundial. Su conjunción con la rusa habría ensanchado sus respectas bases posibilitando una construcción democrática del socialismo en toda Europa. Los ríos de sangre que se vertieron en 1919, para aplastar a tal Revolución, dan fe de que ésta no fue ni una quimera ni una ilusión, sino una realidad viva y sólida. No hay duda alguna de quién sofocó la Revolución, la dirección del Partido Socialdemócrata, Ebert y sus hombres. Tampoco hay duda alguna de que los dirigentes del SPD, para poder derrotarla, se pusieron primero a su cabeza y luego la traicionaron.(...) El héroe colectivo de esta revolución, la clase obrera alemana, nunca se recuperó del golpe que le fue asestado. (…) Los mismos trabajadores que en 1918, 1919 y 1920 habían combatido con tanta valentía pero con tan poca suerte, se encontraron con un espíritu combativo totalmente extenuado cuando quince años más tarde lo hubieran necesitado nuevamente... contra Hitler.”

Alfred Döblin, que se había implicado personalmente en la revolución y cuyas simpatías estaban del lado de los espartaquistas, emprendió con este grandioso ciclo novelístico la tarea de rescatar para las generaciones venideras la verdadera historia de esa revolución traicionada, en un momento en que las ideas por las que tantos había luchado y muerto habían sido borrados de la vida política alemana. Concebida como una gran novela sobre “el destino trágico de la revolución alemana”, la publicación de esta obra, cuyo primer volumen vio la luz en 1939 en Amsterdam, se vería interrumpida por la Segunda Guerra Mundial y sólo se completaría en la década de 1950. Este fresco novelístico, una obra de madurez que representa no sólo un gran logro literario y estilístico, sino también una visión completa y llena de facetas de un momento crucial en la historia alemana del siglo XX, nunca se había traducido al castellano.

El primer volumen, Burgueses y soldados, despliega un panorama de destinos individuales que reflejan el clima explosivo que se creó tras el 9 de noviembre. La figura conductora de toda la obra es Friedrich Becker, un teniente que había sido filólogo clásico en un instituto de humanidades, y que sufre no sólo una grave herida en la espalda sino también depresiones. Como contrapunto de la trágica biografía de Becker está la del dramaturgo Erwin Stauffer, en la que Döblin introduce algunos rasgos autobiográficos. Stauffer, atormentado por crisis creativas y por sus veleidades amorosas, encarna al burgués ignorante, cuya existencia banal es desenmascarada a través de la ironía y la sátira.

Estas vidas ficticias están entrelazadas con secuencias narrativas acerca de personas y acontecimientos históricos. En el primer volumen los actores políticos se concentran alrededor de Estrasburgo, mientras que en la segunda parte, El pueblo traicionado, la acción pasa a Berlín. Mientras que Karl Liebknecht, líder de los espartaquistas, no logra movilizar a las masas para la “revolución socialista del proletariado” según el modelo ruso, Friedrich Ebert, que dirige la asamblea de los representantes del pueblo, pacta con los altos mandos militares.

El segundo volumen de la segunda parte, El regreso de las tropas del frente, describe el retorno de las tropas a Berlín. Como prototipo del militar desorientado por el retorno aparece el joven teniente Johannes Maus, que había hecho amistad con Becker en el hospital. Tras una inicial simpatía por las ideas revolucionarias, Maus se convierte en un “blanco” y lucha como oficial de los “Freikorps” por “una nueva Alemania”. Denuncia a Becker y le acusa de traición por haberle involucrado en un turbio asunto de homosexualidad. También en la esfera privada sufre Becker una derrota: su amada Hilde se casa con Maus.

A pesar de su título –Karl y Rosa– la tercera parte se centra en Rosa Luxemburg, quien encarna el trágico fin de la revolución. También Karl Liebknecht personifica el fracaso, pues es incapaz de impedir el desmoronamiento de las filas revolucionarias y la escalada de la violencia.

El conjunto de las tres partes conforma una obra monumental que representa el mayor logro de Döblin en el campo de la novela histórica. Tanto por su relevancia literaria como por lo que tiene de documento histórico y de reflejo de una serie de corrientes ideológicas, Noviembre 1918 es un ciclo novelístico fundamental para entender la literatura alemana del siglo XX.

 

ALFRED DÖBLIN

BURGUESES Y SOLDADOS

NOVIEMBRE DE 1918

EDHASA LITERARIA

Traducción de Carlos Fortea

Novedad

ISBN:978-84-350-1045-0

512 págs.720 grs. 14,5 x 23 cm

Encuadernación en tapa dura con sobrecubierta

C/IVA 32,50 EUROS

EDHASA – Barcelona 2011

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