El último señor del dragón

Imagen de Maltenoth

Reseña de la novela de Joanne Bertin publicada por La Factoría de Ideas.

 

El último señor del dragón es una novela de fantasía juvenil, y como tal, contiene todos los ingredientes del género. El héroe valiente, bueno y puro, los aliados justos y firmes, el malvado manipulador con un poder no visto en siglos, el amigo burlón que da el punto cómico a la obra y un largo etcétera. En definitiva, las características presentes en la mayoría de novelas fantásticas del estilo de la Dragonlance.

Pese a estos elementos que por repetidos pueden llegar a aburrir en algún momento, la novela resulta ser bastante entretenida, de trama ágil y con alguna que otra sorpresa que hace que no se la pueda tachar de previsible. Más de trescientas páginas que se hacen mucho más cortas de lo que son debido a lo cautivador de la historia, que se deja impregnar por la afición de la autora por las historias de dragones y por todo el halo de misterio que los rodea. Los personajes, pese a no tener muchos matices, resultan convincentes y en ningún momento desentonan en sus actos. Si hay un personaje que destaque por encima de los demás, a parte del protagonista, es Sherrine, una joven que el lector no sabe en ningún momento en qué bando ubicar, que desempeña un papel fundamental en la trama y que contribuye enormemente a mantener al lector expectante sobre lo que va a ocurrir. Pese a ser personaje secundario llega a ser más profunda e impactante que el protagonista en algunos momentos.

Si hay algo que distancia a esta novela del la mayoría de obras de su género es el protagonismo que se da a los dragones, algo muy raro en la época en que se publicó, previa al éxito de ventas Eragon, y sobre todo la figura de los señores del dragón, original mezcla entre dragón y humano que le da al protagonista algo más de interés y profundidad que al resto de personajes. Desde luego, un libro muy sugerente para todos aquellos amantes de estas fantásticas criaturas.

Por otra parte, la obra queda bien cerrada con este libro, tanto la trama principal como las secundarias quedan resueltas, sin por ello cerrar las puertas a una continuación. Esto es de agradecer, pues pese a que la historia te deja con ganas de más aventuras no hay que esperar meses (o años) para ver finalizada la trama.

En resumen, el libro cumple con creces como novela entretenida y de lectura fácil idónea para todo aquel que disfrute de literatura al estilo de la Dragonlance y las novelas de los Reinos Olvidados. Varios aspectos, entre los que destacan el protagonismo de los dragones, justifican el rotundo éxito que tuvo en los Estados Unidos.

 

Autor

Joanne Bertin nació en 1953 en Manhattan, Nueva York. Su primera publicación fue en 1995, cuando envió su relato “Dragonslord´s justice” para una antología de historias sobre dragones y este fue aceptado. El último señor del dragón es su primera novela, avalada por su éxito en los Estados Unidos. En 1999 publicó la continuación de la novela, Dragon and Phoenix, aún por traducir al español. En la actualidad la autora vive en Connecticut con su marido y su hijo.

 

Sinopsis

Linden Rathan es el último de una raza de inmortales hombres dragón. Ha pasado cientos de años en soledad, buscando a su alma gemela, mientras que el resto de compañeros permanecían en la fortaleza observando los Cinco Reinos de la humanidad. Cuando la reina de Cassori muere en circunstancias misteriosas, los señores del dragón se ven envueltos de nuevo en asuntos humanos. La tarea de evitar una guerra civil se ve complicada por las maquinaciones de la Fraternidad, una sociedad secreta que se creía desaparecida pero cuya reaparición se precipita en medio de una oscura conspiración para usurpar el trono.


Edición

Rústica

376 páginas

La factoría de ideas.

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