Libros de sangre I
Con la publicación sus Libros de Sangre, Clive Barker surge en el escenario de la literatura de terror como un autor capaz de adentrarse en lo inimaginable y en lo indescriptible. Muestra como pocos autores, nuestra faceta más oscura y siniestra.
SINOPSIS
Una historia de fantasmas única, reveladora. Un viaje bajo las calles de Nueva York en el Tren de la Carne de Medianoche. La misión del demonio Yattering, que trata de atormentar y destruir la cordura de un pequeño e inmutable donnadie llamado Jack. Un reformatorio en el que un monstruo que reside en la pocilga de la granja del campus considera que los cerdos son mucho más iguales que los humanos. La necesidad de la muerte de ser periódicamente satisfecha. Una batalla tradicional entre dos remotos pueblos de Yugoslavia que de repente se vuelve inesperadamente destructiva.
Los Libros de Sangre son un compendio de oscuras visiones que se adentran en los sueños que se deslizan en secreto por nuestro subconsciente, aguardando para salir a la luz. Capaz de adentrarse tanto en lo inimaginable como en lo indescriptible, Clive Barker revive nuestras pesadillas más profundas y siniestras, creando visiones a la vez estremecedoras, conmovedoras y terroríficas.
EL AUTOR
Clive Barker es un escritor británico nacido en 1952 cerca de Penny Lane, Liverpool. Estudió Literatura inglesa y Filosofía y con veintiún años formó en Londres una compañía teatral para escribir, dirigir y representar sus propias obras, que ya contenían los elementos oníricos, fantásticos, eróticos y terroríficos que incluiría tiempo después en sus novelas. Representó History of the Devil, Frankenstein in Love, Subtle Bodies, The Secret Life of Cartoons y una obra sobre su pintor favorito, Goya, titulada Colossus. Sus primeros relatos aparecieron en los tres primeros volúmenes de Libros de Sangre (Books of Blood). En un primer momento su éxito fue modesto pero tras su publicación en EE.UU. y la aparición de El Juego de las Maldiciones (The Damnation Game, 1985), su fama aumentó. Los tres siguientes volúmenes de los libros de sangre tuvieron ya una gran repercusión y han sido traducidos al menos a quince idiomas.
En 1987, tras la adaptación de dos de sus historias al cine (Rawhead Rex y Transmutations), cuyo resultado no le agradó mucho, decidió dirigir una película él mismo. El resultado fue Hellraiser, basada en la novela corta The Hellbound Heart (1986). La película desarrolló todo un culto a su alrededor y desde entonces ha dado lugar a varios cómics y a siete secuelas. Clive Barker adaptó también su relato Cabal en Razas de noche (Nightbreed), que dirigió él mismo, como hizo con Lord of Illusions, que también produjo. Tras la publicación de las novelas Sortilegio (Weaveworld, 1987) y El Gran Espectáculo Secreto (The Great and Secret Show, 1989), aparecieron varias publicaciones relacionadas con su obra: adaptaciones gráficas de sus relatos en Tapping the Vein y dos libros de gran formato sobre su trabajo artístico titulados Clive Barker: Illustrator, (1990 y 1992).
Sus siguientes obras fueron la fantasía épica Imajica (1991), una fábula infantil, El Ladrón de Días (The Thief of Always, 1992), una línea de comics para Marvel llamada Razorline y una exposición personal en la Bess Cutler Gallery de New York. Fue productor ejecutivo de Candyman (dirigida en 1992 por Bernard Rose, basada en su relato The Forbidden) y Candyman 2: Farewell to the flash (1995), dirigida por Bill Condon. Más recientemente, ha publicado Galilee (1998), Everville, (1994), la secuela de El Gran Espectáculo Secreto, el segundo tomo de la saga Book of the Art, y Sacrament (1996), una fantasía oscura para todas las edades. Su faceta creativa no ha cesado en ningún momento y se adapta a los nuevos tiempos, como demuestran los juegos para PC Undying (2001) y Jericho (2007).
ÍNDICE
El Libro De Sangre, The Book of Blood
El Tren Nocturno de la Carne, The Midnight Meat Train
El Charlatán y Jack, The Yattering and Jack
El Blues de la Sangre de Cerdo, Pig Blood Blues
Sexo, Muerte y Luz de Estrellas, Sex, Death, and Starshine
En las Colinas, las Ciudades, In the Hills, the Cities
Terror, Dread
Acontecimiento Infernal, Hell’s Event
Jacqueline Ess: Últimas Voluntades y Testamento, Jaqueline Ess: Her Will and Testament
De todos los relatos de la presente recopilación, algunos brillan con luz propia. Sin duda, El Tren Nocturno de la Carne, El Blues de la Sangre de Cerdo, En las Colinas, las Ciudades y Terror son los cuatro mejores relatos y, si tan sólo se pudiese escoger uno, por significativo del estilo de Barker, el escalofriante En las Colinas, las Ciudades sería el más adecuado siendo, además, uno de los mejores de los cuatro volúmenes en los que La Factoría de Ideas ha publicado los Libros de Sangre. Relatos perturbadores que, ya en su mismo prólogo avisa: si, por casualidad el mal es vencido, en la mayoría de los casos será para arrastrar en su caída a testigos y víctimas. Al igual que Poe nos mostró que en nuestro interior habita la locura y el monstruo y Lovecraft nos descubrió que éramos insignificantes en relación al cosmos, Barker nos enseña que nuestra capacidad de sufrimiento es ilimitada. Que existe sufrimiento más allá del dolor y que, la mayoría de las veces, la muerte no es el peor destino imaginable. No obstante, y a pesar de las apariencias, reducir la obra de Clive Barker a novela de terror gore sería hacerle un flaco favor a la verdad.
Tanto en este primer volumen de sus Libros de Sangre como en los tres siguientes, la ironía, la fantasía oscura y los guiños/homenajes a otras obras literarias son más que frecuentes. El soplo de aire fresco a la literatura de terror que trajo este autor británico sólo puede ser comparado a la obra del norteamericano Thomas Ligotti. Ambos impusieron una nueva forma de crear y narrar dentro de un género tan popular y tan poco considerado dentro de la literatura como es el terror. La sexualidad de Barker, homosexual confeso, se percibe en toda la obra, tanto de forma directa (En las Colinas, las Ciudades), como latente (El Blues de la Sangre de Cerdo) aunque cualquier tipo de interacción sexual, o insinuación de la misma, tiene catastróficas consecuencias (Sexo, Muerte y Luz de Estrellas, Terror y Jacqueline Ess: Últimas Voluntades y Testamento). Al igual que el también británico Neil Gaiman, autor de Stardust, Neverwhere, American Gods o Los Hijos de Anansi, por citar algunos ejemplos, Barker también cree en la existencia de un mundo oculto a los ojos mortales, al menos de manera normal, y que convive e interactúa con el nuestro. Partiendo de esa base es fácil comprender el brillante comienzo de los Libros de Sangre, las ya legendarias palabras los muertos tienen autopistas.
Existen muchos, muchísimos motivos para envidiar la prosa de Clive Barker. Sin embargo, hay uno que, para mí, tiene más valor que muchos otros: no se censura. Todo lo que escribe es desgarrador y crudo, tanto para bien como para mal. Conocí parte de su obra gracias a libros heredados de manos descuidadas que habían permitido que un complejo otoñal se adueñara de buena parte de sus páginas. La Factoría de Ideas apostó por publicarlos de nuevo con una nueva traducción; y apostó por un caballo ganador.
A partir de este punto se incluyen detalles específicos del argumento de los relatos que componen la antología.
ANÁLISIS
El Libro de Sangre (Introducción)
Los muertos tienen autopistas. Con estas cuatro palabras, todas nuestras ideas preconcebidas del mundo ordinario que nos rodea se vienen abajo y Barker hace una primera aproximación a lo que va a ser el conjunto de su obra. Ha sido llevada al cine como Book of Blood (John Harrison, 2008) cuya sinopsis es: Basada en los relatos cortos de Clive Barker (On Jerusalem Street y Book of Blood) cuenta como la investigadora paranormal Mary Florescu conoce a Simon McNeal, un estudiante que parece poder canalizar mensajes de los muertos.
El Tren Nocturno de la Carne
Un misterioso e implacable asesino ronda por el metro de Nueva Cork asesinando y descuartizando a sus víctimas. Leon Kaufman se queda dormido en un vagón del metro y, cuando despierta, se encuentra a dicho asesino. El nombre del terrible carnicero es Mahogary y, tras descubrir a Kaufman, lucha con él para tratar de mantener en secreto la existencia de ese tren nocturno. Un navajazo tan bien dado como casual atraviesa el cuello del carnicero del Metro y acaba con su vida. Poco después las puertas del vagón se abren y Kaufman se encuentra con unas extrañas y deformes criaturas que habitan bajo la ciudad y afirman ser sus creadores. Incluso dicen ser más viejos que el mismo ser humano. El carnicero del tren les proporcionaba alimento, pues su debilidad física les impide poder salir al exterior a obtener comida y sólo la carne humana les puede mantener vivos. Pero ahora, con la muerte de Mahogay, alguien debe ocupar su lugar…
Ha sido llevada al cine con el mismo título The Midnight Meat Train (Ryûhei Kitamura, 2008) y la sinopsis reza: La dueña de una exitosa galería de arte le propone al fotógrafo Leon Kauffman llevar a cabo un trabajo sobre la parte más oscura del ser humano. Sabiendo que ésta es su oportunidad para el éxito, Kauffman comienza una búsqueda obsesiva sobre el tema más oscuro que pueda existir, empezando a seguir los pasos de un asesino en serie llamado Mahogany, quien en el tren subterráneo descuartiza a sus víctimas que viajan en los servicios nocturnos. Aquí comienza un juego de obsesión que lleva al fotógrafo a meterse cada vez más profundo en los túneles de la ciudad hasta el punto de poner en riesgo su vida y la de su novia Maya, embarcándose en un viaje al horror.
Con pequeños añadidos y grandes supresiones, la película respeta en buena medida el relato original. Por desgracia, y aún a pesar de tener unos brillantes efectos especiales y unos ambientes sobrecogedores, el fin de semana de su estreno en Estados Unidos sólo recaudó 32.000,00 $.
El Charlatán y Jack
El Charlatán es un demonio menor enviado para atormentar y hacer enloquecer a un hombre llamado Jack J. Polo. La madre de Jack, una seguidora de Iglesia de la Salvación Perdida había prometido el alma de su hijo al mismísimo Belcebú, pero jamás la entregó. Ni la suya propia tampoco, que fue tomada por el Cielo. El ser del inframundo hace cuanto está en su mano para tratar de asustar al hombre, que siempre encuentra una explicación aparentemente racional para todo que desbarata los planes de su invisible enemigo. Además el Charlatán no puede hacer todo cuanto desee. Su misión tiene dos restricciones muy importantes: no puede traspasar el umbral de la puerta de la casa de Jack ni, mucho más importante aún, ponerle la mano encima. La pasividad de Jack, su tranquilidad ante todos los sucesos de la vida (Che sera, sera) y falta de emociones conducen al demonio a la desesperación más profunda, provocando la hilaridad del lector. El Charlatán cree que el individuo al que le ha tocado enloquecer es un estúpido, un hombre sin sangre en las venas y, finalmente, en un acto de exacerbada cólera, rompe las dos normas que le han sido impuestas con curiosas consecuencias. Un relato agradable de leer y curioso, pero que supone una ruptura con el tono serio y entrañable del resto del libro (en efecto, digo entrañable por la visión continua de entrañas que nos regala el resto de historias)
El Blues de la Sangre de Cerdo
En Tetherdowne, una institución de reinserción juvenil, comienza a trabajar Neil Redman, un ex policía que tratará de granjearse el respeto de los chicos allí encerrados. Lo que él desconoce es que en ese lugar existen cosas peores que tener a un policía cerca. Al poco de llegar descubre que Kevin Hennessey era un joven recluso que logró fugarse y que tenía una sincera amistad con Tommy Lacey, un chico nervioso y centro de las bromas pesadas de los demás. Tommy le confiesa a Redman que aunque su amigo está muerto, aún sigue en el centro. ¿Cree en fantasmas, señor?, le pregunta un desesperado Lacey, que sabe el destino que le espera. La doctora Leverthal, la máxima autoridad del centro, conoce buena parte de los sucesos que en él se llevan a cabo, pero prefiere mantener el secreto y beneficiarse de la situación. Mamá. Me han echado de comer al cerdo. No los creas si te dicen que nunca te quise o si dicen que me escapé. No es cierto. Me echaron de comer al cerdo. Te quiero. Tommy. Con esa última carta de despedida, el joven Tommy Lacey se despide sabiendo que va a ser carne fresca para la extraña y enorme cerda que habita en una pocilga cercana que los chicos frecuentan. Una cerda que habla con voz humana y tiene un voraz apetito antropofágico. Son numerosos los elementos en común con El Señor de las Moscas (Lord of the Flyes, William Holding, 1954) hasta el punto de pensar que es posible que haya sido fuente de inspiración para Barker. Un lugar aislado, decenas de chicos siguiendo su propia ley y un cerdo que simboliza el poder. Aunque, la gran particularidad es que, en este relato, podemos ver cómo la reencarnación puede ser en ocasiones tan terrible para el que regresa como para todos los que le rodean. Se rumorea en los mentideros de Internet acerca de un posible largometraje basado en este relato que vería la luz en 2011.
Sexo, Muerte y Luz de Estrellas
El mundo del teatro, en el que comenzó Barker, recibe una mirada irónica sobre su corrupción interna con una obra de teatro que se convertirá en todo un éxito, pero no entre el tipo de público que hubiera podido esperar el director, Terry Calloway, cuando comenzó los ensayos de Noche de Reyes. El hombre mantiene una aventura con la protagonista principal, Diane Duvall o La Duvall, como algunos la llaman. Por desgracia sus habilidades como actriz son nulas, aunque como amante sea perfecta. De forma similar a como sucede en la mayoría de versiones de El Fantasma de la Ópera (Gaston Leroux, 1909) un hombre cuya cara está oculta tras una máscara sugiere al director de la obra quién es la actriz más adecuada para el papel principal de su obra de teatro. El nombre del caballero, Lichfield (que podría traducirse como Campo de Muertos Vivientes), ya señala la dirección que va a seguir el relato. La mujer de Lichfield, Constantia, ocupa el lugar de la actriz principal para disgusto de esta que, tras un encuentro con Lichfield, cae en un coma del que nunca se recuperará. Su cuerpo, muerto en vida, se presenta ante Calloway. La obra se representa a pesar de todo, con grandes aplausos por parte del público. Un público que, cuando las luces se encienden, está formado íntegramente por muertos vivientes… La muerte como imitación de la vida. Dado que el comienzo de la carrera de Barker transcurrió en el teatro, resultaba lógico imaginar que alguno de los relatos de sus Libros de Sangre tendría que estar forzosamente ambientado en él.
En las Colinas, las Ciudades
Durante años, una extraña tradición tiene lugar entre dos ciudades yugoslavas, Popolac y Podujevo. Todos sus ciudadanos son unidos mediante un sistema de cuerdas y poleas hasta construir un ser humano de inconcebible tamaño y altura. En las colinas que separan ambas ciudades tiene lugar un enfrentamiento de los dos seres, compuestos por millares de seres humanos, como parte de la celebración. Al margen de lo aterrador que pueda resultar la idea de dos monstruos con apariencia humana de decenas de metros de altura, el relato esconde perlas de terror por todas partes. Existe una total despersonalización en la criatura. Aquellos que la componen pueden morir, ser reemplazados, aplastados, asfixiados… nada importa salvo que la criatura se mantenga en pie. Se sacrifica toda noción de supervivencia individual a favor del colectivo artificial en una sinergia carente de sentimientos, de ética o de razón alguna. Cuando una de las ciudades se desmorona y cae al suelo, los millares de cuerpos aplastados forman una imagen de inconcebible horror, con océanos de sangre recorriendo las laderas de las montañas y las vísceras de todos esos desafortunados extendiéndose como gusanos. Piadosamente, hay alguna persona que se encarga de dar un tiro de gracia a todos los malheridos que están agonizando pero… son demasiados. Todo un amasijo de dolor, carne y sangre. El delirio de Clive Barker, quizá su personal imagen Goyesca de la guerra fraticida.
El fragmento no incluido en el final del relato es el que sigue:
No significaban nada. Nada en absoluto.
Boom.
Boom.
Popolac andaba, el ruido de sus pasos retrocedía hacia el este.
Popolac andaba, el zumbido de su voz se perdía en la noche.
Al cabo de un día, llegaron los pájaros, llegaron los zorros, las moscas, las mariposas, las avispas. Judd se movió, Judd cambió, Judd dio a luz. En su barriga se calentaban los gusanos, en la madriguera de una zorra luchaban por la sabrosa carne de su muslo. Después, todo fue muy rápido. Los huesos se amarillearon, los huesos se desmoronaron; el espacio que una vez llenara con su respiración y sus opiniones pronto quedaría vacío. La oscuridad, la luz, la oscuridad, la luz. No interrumpió ninguna de ellas con su nombre.
Terror
Steve es un joven estudiante universitario que traba amistad con otro llamado Quaid, un extraño intelectual con un interés enfermizo por el miedo. En un primer momento, Quaid parece románticamente interesado en una compañera de nombre Cheryl, vegetariana, con la que mantiene frecuentes conversaciones en las que Steve no siempre es invitado. Pero los planes de Quaid no pasan por llevarse a la chica a la cama: la aprisiona en una habitación junto a un bistec de carne perfectamente cocinado. Su experimento: ver qué es más poderoso, si la repulsión de la joven por la carne, que poco a poco se va descomponiendo, o su apetito y deseo de conservación. Tras mostrar a Steve el resultado de su enfermizo experimento, en el que el instinto de conservación es tan fuerte que hace que la joven devore la carne llena de podredumbre y gusanos, él se convierte en la siguiente rata de laboratorio. La prueba a la que es sometido Steve recuerda al lector, en cierta medida, al relato El Pozo y el Péndulo de Edgar Allan Poe. Sin embargo, puede no haya sido la mejor de las ideas de Quaid porque, enfrentados a nuestros peores miedos, podemos caer y nunca volver a alzarnos o ser afectados por la experiencia de modos insospechados. Y el filósofo morboso estudiante del miedo de Quaid va a comprobar que capturar a su amigo ha sido la peor idea que jamás podría haber tenido. El relato ha sido adaptado por el productor, metido ahora a director, Anthony DiBlasi con el mismo título Dread, en una película que adapta con gran soltura el relato de Clive Barker.
Acontecimiento Infernal
Cada siglo se celebra una carrera benéfica en Londres en la que Satán envía a sus representantes para correr contra los humanos, que desconocen la verdadera identidad de sus contrincantes. Lo que tampoco saben es que, en caso de que uno de ellos ganase la carrera, Satán surgiría de lo más profundo del Averno para gobernar sobre toda la Tierra. El entrenador de Joel, uno de los favoritos de la carrera, se adelanta en bicicleta para ver llegar a su pupilo cuando, dentro de un Mercedes, ve a unos desconocidos y a Voight, surafricano adversario de Joel y a quien ha visto saliendo tras el pistoletazo de salida. Intrigado por lo que le parece un truco les sigue hasta un lugar bajo tierra, húmedo, frío y con un intenso olor a cabra. A pesar de sus precauciones, es sorprendido. Burguess, un congresista independiente (muy independiente, según sus palabras) sirve al Infierno y relata las condiciones de la carrera. Pero Cameron no podrá escuchar nunca más y, tras caer en el mismo error que la mujer de Lot, muere. Joel y la criatura que dice ser Voight en la carrera se enzarzan en una reñida carrera que llega al combate físico, donde Joel tiene poco que hacer. Todo parece indicar que esta vez el resultado de la carrera será favorable al Infierno… ¿o no? Al igual que sucede con El Charlatán y Jack, la historia resulta un contrapunto quizá demasiado radical ante el horror desatado en Terror y el bizarro espanto que supone Jacqueline Ess: Últimas Voluntades y Testamento. De hecho, precisamente por la posición que ocupa en el conjunto de relatos del libro, potencia enormemente los dos que lo flanquean. La idea, una carrera por la supervivencia de la raza humana sin que esta lo sepa, es tan original como cualquiera de las que muestra Barker en el resto de relatos aunque, a pesar de un par de escenas foscas, su desarrollo es más fantasioso e imaginativo que terrorífico o perturbador.
Jacqueline Ess: Últimas Voluntades y Testamento
Tras un intento de suicidio infructuoso, Jacqueline Ess descubre que ha adquirido la terrible habilidad de controlar a voluntad la carne propia y la de los demás. Ningún hombre que trate de poseerla estará a salvo de su poder. Todo comienza con la muerte accidental de su terapeuta, convertido en algo que va más allá de un cuerpo femenino, tras la cual comienza a usar su poder de forma muy consciente: asesina al traidor de su marido, manipula al financiero Pettifer (uno de los más importantes y ricos del hemisferio norte del mundo) al que después transforma en una criatura más parecida a un cerdo que a una persona y destroza a Lyndon, un investigador que chantajeaba a Pettifer. Convertida en una mujer fatal, en una prostituta por la que los hombres suspiran, ella les proporciona una experiencia sexual definitiva… que termina con la muerte del amante ocasional. Jacqueline va causando la muerte a cualquier hombre que quiere estar con ella sin encontrar la paz, pues puede causar daños a su propio cuerpo si no está vigilante. Este círculo de dolor sólo puede ser detenido por un hombre llamado Vassi, enamorado de Jacqueline de una forma obsesiva y que es correspondido por la extraña mujer. Al fin, mientras hacen el amor, ambos deciden fundirse en un único ser, encontrando así su final. La historia parece llevar a sus últimas consecuencias el versículo 24 del capítulo segundo del libro del Génesis: Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Por primera vez, Barker concede el protagonismo de uno de sus relatos a una mujer, Jaqueline Ess, cuyos poderes no tenemos la menor idea de dónde han surgido (Barker sabe que en un buen relato no debe explicarse todo) pero cuyo uso refina hasta convertirlos en una forma de matar exquisitamente sangrienta al servicio de su demente imaginación y nuestros gustos más macabros.
DENTRO DE LA COLECCIÓN
La publicación de los Libros de Sangre supuso un nuevo viejo aire fresco. Viejo porque, en efecto, ya se habían publicado anteriormente. Nuevo porque se trata de una edición bastante cuidada, con una traducción magnífica y que sólo adolece de un pequeño fallo (garrafal, eso sí): en el relato En las Colinas, las Ciudades falta nada menos que el párrafo final. Naturalmente me refiero a la primera edición, pues ignoro si posteriormente dicho error fue subsanado. Pilar Ramírez Tello, que es tan excelente profesional de la traducción como ser humano cercano y afectuoso, publicó el final del relato en un grupo de conversación de yahoo (que he reproducido en el apartado correspondiente). La Factoría decidió publicar los seis libros de sangre en cuatro volúmenes y sacó a la venta los tres restantes en los números 16, 31 y 37, respectivamente, de la colección Eclipse.
Calificación: 95
Título: Libros de Sangre
Autor: Clive Barker
Editorial: La Factoría de Ideas
Edición: Rústica, 328 páginas
Lo mejor: La muestra de la inacabable y macabra imaginación del autor.
Lo peor: No encuentro nada realmente negativo.
Resumen: Clive Barker revive nuestras pesadillas más profundas y siniestras, creando visiones a la vez estremecedoras, conmovedoras y terroríficas a lo largo de ocho relatos y una maravillosa introducción.
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Muy interesante la reseña. Conozco las historias, que no los relatos, por Tapping the vein, http://www.ociozero.com/3708/tapping-the-vein, que me parecieron unos cómics de terror muy conseguidos. Estoy deseando leer los originales.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.