La quietud que precede

Reseña de la antología de relatos de José Miguel Vilar Bou y Verónica Leonetti que fue accésit de la duodécima edición de los Premios de cuentos ilustrados Diputación de Badajoz en la modalidad de adultos.

La quietud que precede es una auténtica delicia de antología. A lo largo de los seis relatos que la componen, magníficamente ilustrados por Verónica Leonetti, José Miguel Vilar-Bou nos sumerge en un mundo propio, pues más que presentarnos un nuevo imaginario nos hace contemplar con ojos distintos uno que ya existe, universal como el ser humano, aunque a veces no lo veamos.

Con su prosa precisa y acertada, que pone de manifiesto hasta qué punto el autor entiende los entresijos del lenguaje y cómo disfruta construyendo con sus herramientas, nos transporta de tal modo que resulta sorprendente constatar que, en realidad, seguimos aquí al lado. Si habla de fantasmas, estos tienen poco que ver con los espectros estereotipados que se encierran en castillos: son seres cercanos. Si habla de algo mundano, como el día a día de una gran ciudad, lo hace devenir nuevo, como si brillase con una luz distinta. Es un autor que, sin duda, tiene esa mirada mágica (y la capacidad para transmitirla) que consigue reinventarlo todo con el mero hecho de contarlo. Eso es lo que le da un estilo más allá de la mera forma: su perspectiva.

Y eso es algo que Verónica Leonetti capta a la perfección con sus ilustraciones, las cuales encierran muchas de las propiedades de la narrativa de Vilar Bou: atrapan sueños y apenas los cubren de un velo, resultan sugerentes y comprenden esa dualidad entre lo real y lo extraordinario que impregna La quietud que precede.

Hablar de fantástico al referirse a esta antología sería meterse en aguas pantanosas: los pasajes fantasiosos no son menos palpables que los ciertos, y los relatos realistas no son menos fantasmagóricos que sus hermanos. Todo el libro transcurre por un sendero propio, difuso y lleno de ensoñaciones en las que uno disfruta perdiéndose.

También sería absurdo intentar plasmar la esencia de La quietud que precede con una sinopsis de las obras que componen el conjunto. Es mejor adentrarse en sus páginas tranquilamente, a poder ser disfrutando de una pausa entre relato y relato, tomándose el tiempo para detenerse en las ilustraciones. Además de una gran calidad técnica se encontrarán muchas otras cosas y, entre ellas, lo que hace brillar al libro.

Autores

José Miguel Vilar-Bou (Alfafar, 1979) es autor de las novelas Los navegantes (AJEC, 2007), y Alarido de Dios (Equipo Sirius, 2009). Ha publicado relatos en diversas antologías y revistas como Calabazas en el Trastero, EP3 (El País), Galaxia, Grádina, Babylon Magazine o Historias Asombrosas. Ha sido finalista del concurso Irreverentes de novela. Sus relatos han sido traducidos a inglés y serbio. Escribe habitualmente en el blog eldiablomedijo.blogspot.com.

Verónica Leonetti (Caracas, 1977) nació con una paleta de pintora en el extremo de sus dedos. En ella, fue mezclando los colores del Caribe con la luz de la costa valenciana, añadió algunos haluros de plata y unos poemas de Rafael Cadenas, y el resultado fue una joven ilustradora que es también pintora y fotógrafa, así, a partes iguales, a la vez y sin estar loca, como decía Machín.

Edición

La quietud que precede

José Miguel Vilar Bou

Ilustraciones de Verónica Leonetti

Diputación de Badajoz. Servicio de publicaciones. 2009

Rústica con solapas y sobrecubierta

Ilustraciones a color

La edición incluye los relatos Fantasmas, Amor a lo desconocido, Nace un fantasma, Pipirrana, La quisquilla y La quietud que precede.

Conclusión

La quietud que precede es uno de esos libros que se puede recomendar sin temor. No se adscribe a ningún género, ni se encortesa con otro límite que el que le pide su propia voz. Leonetti y Vilar-Bou forman una pareja creativa destacable.

Es un libro que, también, resulta muy breve, pero que se puede releer con placer. En un tiempo en el que se echa de menos la presencia de autores con voz propia que mimen el lenguaje, libros como este son un auténtico tesoro.