La pesadilla arábiga
Reseña de la novela de Robert Irwin publicada en España por Ediciones Jaguar
Francamente, me hubiera encantado escribir una novela como “La pesadilla arábiga”, pero es algo que escapa a mis capacidades. Es un claro ejemplo de cómo podemos crear una magnífica historia con toques de fantasía, terror e historia sobrepasando al mismo tiempo a los tres géneros. Intentaré explicar por qué creo que consigue tal efecto, aunque me temo que será leyéndola como conseguiremos verlo realmente.
En primer lugar, tenemos una ambientación bastante atípica pero muy bien construida gracias a la formación del autor. Ese El Cairo en el que gobierna el Islam de los mamelucos a la sombra impertérrita de las pirámides es terriblemente sugerente. La fuerza con la que el autor presenta el complejo escenario de peregrinos europeos y espías sumiéndose en el caos de los bazares, el laberíntico entramado de calles, la traicionera corte, es impresionante. Sólo un gran conocimiento del medio, de las relaciones que se desarrollaron en la época, y una gran habilidad como narrador para hacer asequible el escenario al lector, aunque no conozca nada del mismo, serían capaces de crear un telón de fondo como el de La pesadilla arábiga.
Sobre éste, Robert Irwin despliega una función fantástica en una primera lectura -aunque es algo sobre lo que dudamos en muchas ocasiones- en la que las supersticiones orientales y el mundo de los sueños adquieren un original protagonismo, creando una historia en la que nada es lo que parece y que nos sume en la incertidumbre propia de este mundo. La estructura de la propia historia, que se entrelaza caprichosa como los propios cuentos tradicionales orientales, ayuda más todavía a naufragar en el caos de impresiones que sufre -y con él nosotros- el protagonista.
Como hilo conductor, una serie de sugerentes personajes que tampoco son lo que parecen, desde el propio protagonista a un siniestro ladrón de tumbas, pasando por alquimistas, cuentacuentos, sultanes, monos parlantes que dicen ser príncipes, sonámbulos hechizados y el terrible Padre de los Gatos. Creaciones tan carismáticas como profundas que muestran que la fantasía es algo tan antiguo como nuevo e impredecible.
En conjunto, una historia que engancha por su original y opresivo escenario, lleno de especias y exotismo, y que conduce sin piedad por los recovecos del alma humana y de la propia narración con resultados sobresalientes. Quien desee un siniestro viaje lleno de intriga, en esta particular pesadilla tiene una magnífica opción.
Autor
Robert Irwin nació en 1946. Se graduó en Oxford y estuvo impartiendo clases de historia medieval en la universidad de St Andrews. En 1977 abandona la docencia a tiempo completo para poderle dedicar más tiempo a la escritura.
Es autor de seis novelas y de varios ensayos que versan sobre el mundo islámico. En la actualidad es también el director de una pequeña editorial británica.
Sinopsis
Un espía franco entra en El Cairo haciéndose pasar por peregrino sólo para descubrir que la ciudad egipcia oculta misterios mucho más insondables que su política.
Edición
La pesadilla arábiga
Robert Irwin
Ediciones Jaguar, 2008
Rústica
Conclusión
La pesadilla arábiga es un libro que merecería, como decían en la contracubierta, convertirse en un clásico. Esto es así, a mi parecer, por dos motivos: su originalidad tanto en la trama como en el planteamiento y el buen oficio de Robert Irwin como escritor, que le permite conjugar forma y fondo en un todo que envuelve al lector y lo transporta.
El autor no te describe El Cairo y sus costumbres: te lleva a él, y cuando ya te ha transportado a sus bazares y zocos, empieza La pesadilla arábiga, y ya no puedes escapar de ella. Con la habilidad propia de un magnífico cuentista, Irwin ha creado una novela que hará las delicias de la literatura en general y de los aficionados a la fantasía y al terror en particular.
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