La criatura del bosque

Imagen de Patapalo

Reseña de la novela de Pedro Riera publicada por Edebé

 

Hay libros en los que uno se sumerge sin importarle mucho a dónde conducen. Es el caso de La criatura del bosque, una narración en la que se disfruta sin más del escenario y los personajes a medida que el autor, sin aspavientos, va hilando un fondo tan interesante como robusto. Resulta algo sorprendente cuando, ya en las primeras páginas, se constata que el estilo es más bien expositivo, algo que, curiosamente, no obstaculiza el acercamiento al particular reparto de personajes.

 

Particular porque, como en las novelas de Roald Dahl, aquí cada uno es de su padre y de su madre (nunca mejor dicho): si la prosa parece intentar no destacar y rehuir las florituras, quizás sea, precisamente, para que los "actores" brillen con más fuerza. De lo que no hay duda es de que lo hacen: sin recurrir a buenos y malos, Pedro Riera nos plasma la complejidad del espíritu humano en varios tipos inolvidables.

 

La trama tampoco se descuida y, a partir de una idea aparentemente sencilla -la presencia de un "monstruo" en el bosque aledaño a cierto pueblo-, nos guía por las vidas de varios personajes permitiéndonos ver el tapiz que han ido entretejiendo entre todos, quizás sin darse cuenta. De este modo, aunque el avance resulta aparentemente lineal, la riqueza del escenario crece como si cada detalle añadiera una nueva dimensión al conjunto. Y es en esto en lo que la prosa de Riera sorprende nuevamente: aunque a primera vista no cuenta gran cosa (solo el mundano momento inmediato), va construyendo algo grande y profundo.

 

Creo que son elementos que lo convierten en un libro muy atractivo para el público joven, y que enganchan sin que se dé cuenta al público veterano. La -aparente- sencillez del planteamiento y la resolución son el primer reflejo de lo que nos espera realmente al zambullirnos en las páginas del libro: aventuras, descubrimientos personales, relaciones que se desentierran o nacen por primera vez, incertidumbres... todo con un toque de fantasía, como es obligado cuando el tamiz de la narración es un chico con una imaginación tan desbocada.

 

Autor

 

Pedro Riera (Barcelona 1965) es licenciado en Ciencias de la Información. Ha trabajado en televisión, cine y publicidad, principalmente en las áreas de producción y realización. En 1997 se instaló en Bosnia, donde trabajó durante dos años como productor, realizador y guionista de las campañas de televisión y radio de una organización internacional; y como fotógrafo free lance para Associated Press y diversas ONG.

 

De su experiencia en los Balcanes han salido dos novelas Heridas de Guerra (2004) y Un Alto en el Campo de los Mirlos (2005).

 

La leyenda del Bosque sin nombre es su primera incursión en la literatura infantil y juvenil, con la que ya ha ganado el Premio CCEI de Literatura.

 

Sinopsis

 

Las vacaciones de verano de un chico que habrá de demostrar a su padre la fuerza de su carácter se convierten en una inesperada aventura a través de la cual podrá descubrirse a sí mismo y a sus más allegados.

 

Edición

 

La criatura del bosque

Pedro Riera

Edebé, 2009

Cartoné

 

Conclusión

 

La criatura del bosque es una novela sólida y con sabor propio. Lleva al lector con suavidad, sin que se dé cuenta, a través de un escenario memorable salpicado de personajes muy bien definidos y con una complejidad muy realista. Este reparto es el que permite que se planteen cuestiones muy interesantes con una facilidad pasmosa.

 

La trama engancha también, con sus curiosos elementos, como el bosque o el "monstruo", pero es sin duda en los personajes y en sus interrelaciones donde brilla con toda su fuerza. Éstos hacen que uno se resista a soltar el libro, literalmente.

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