Una oración por los que mueren

Reseña de la fabulosa novela de Stewart O'Nan publicada en nuestro país por La Factoría de Ideas. Esta obra fue Premio Internacional Horror Guild, New York Times Notable Book y Mejor libro del año para Publishers Weekly.

También es de lo mejor que he leído en mucho tiempo.

Lo primero que llama la atención de este libro es su estilo. La historia está narrada en segunda persona, pero no como si interpelase al lector, sino al protagonista del relato. En cierto modo, este sistema, que se lleva con muy buena mano a pesar de su dificultad, genera en el lector la sensación de estar siendo un espectador privilegiado de los hechos, un intruso capaz de oír la conversación entre el protagonista y su conciencia (o sus recuerdos), entre éste y la entidad, al fin y al cabo, que ejerce de narrador.

Curiosamente, a pesar de lo inusual de la propuesta, se sucumbe rápidamente al juego que nos propone O'Nan -cabría felicitar también al traductor, que no lo habrá tenido fácil para mantener el registro-, y, cómplices, asistimos al día a día del protagonista haciéndolo nuestro. Este personaje ya es en sí fascinante -se trata de un veterano de la Guerra de Secesión americana que ejerce de predicador, enterrador y sheriff-, pero la trama lo potencia todavía más.

Ésta resulta, argumentalmente, sencilla: durante la segunda mitad del siglo XIX se desata una epidemia en un pueblo del norte de los Estados Unidos que ya está sufriendo un verano muy seco. Lo realmente grande es cómo O'Nan la va desarrollando a modo de retrato social, tendiendo las hebras de una trama rica y variada, hasta conducirnos a un trepidante final que nos conmociona irremediablemente.

En cierto modo, Una oración por los que mueren es una novela que aúna todas las virtudes de un buen relato y las utiliza durante una extensión mayor sin agotarlas. Por ejemplo, no hay hechos accesorios, ni prosa de relleno: todo tiene una función dentro de la trama, aunque no se nos agobie con ello. Al final, todas las piezas encajan y dan ganas de volver a retomar el libro desde el principio para saborear de nuevo, ahora conocedores del secreto, todo lo leído.

Un trabajo de relojero de los buenos, de los que no se ven, que nos permite disfrutar de la sugerente ambientación elegida mientras, sin saberlo, vamos grabando en nuestra memoria una de esas historias que no podremos olvidar.

Autor

Stewart O'Nan nació en Pittsburgh, Pensilvania, en 1961. Estudió Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Boston, donde también desarrolló una afición por las novelas de William S. Burroughs, el nouveau roman y el cine extranjero. Su vida dio un vuelco cuando en 1988 ganó el premio Ascent Fiction por el relato Econoline, y decidió dedicarse a la literatura a tiempo completo. Entre su extensa producción literaria se encuentra una curiosa colaboración con Stephen King, con quien coescribió el libro sobre béisbol Faithful.

En 1996, la prestigiosa revista Granta eligió a O´Nan como uno de los mejores jóvenes novelistas americanos. A principios de 2007 se estrenó la primera película basada en uno de sus libros, Snow Angels.

Sinopsis

Una epidemia se desata en un pueblo amenazado por un incendio en los Estados Unidos de finales del siglo XIX.

Edición

Una oración por los que mueren

Stewart O'Nan

La Factoría de Ideas, 2009

Rústica con solapas

Conclusión

Una oración por los que mueren es una novela que merece mucho la pena. Ni siquiera su toque en algunos momentos macabro debería espantar a los lectores. Es un ejemplo claro de literatura: de conjunción de una buena historia con un buen modo de narrarla. Sólo por ello ello se justifica su lectura.

Además, la ambientación está muy cuidada, los personajes son muy vívidos y totalmente propios de la época y el ritmo se mantiene durante toda la historia. Sin duda, una buena opción, especialmente si nos queremos adentrar en este escenario, o en las profundidades del espíritu humano.