Hijos de Esparta
Reseña de esta novela histórica que se enmarca en una de las batallas entre Esparta y Atenas
En ocasiones ocurre que tras el éxito de un libro o una película a nivel mundial puede aparecer a posteriori mucho material relacionado con el tema e incluso ocurrir que dicha temática se ponga de moda un cierto tiempo. Podría pensarse pues, que tras el éxito de 300, la película de Zach Snyder sobre la ya célebre batalla de las Termópilas, el libro que nos ocupa se hubiera subido al carro del éxito. Pero realmente con Hijos de Esparta no ocurre esto, pues se escribió un par de años antes de que se filmara la película. Otra cosa es el título, que sí que es cierto que los editores han aprovechado el tirón de la temática para hacerlo más asequible al gran público. Porque el título original que aquí nos ha llegado como Hijos de Esparta era en realidad The isle of Stone, grandioso título que juega con la palabra Piedra (stone), pues por una parte adjetiva la apariencia rocosa de la isla donde acontece la trama principal del libro y por otra hace referencia a “Piedra”, el apodo que recibe uno de los protagonistas de la novela. Así, “La isla de Piedra”, se nos antojaba como un genial título para el libro.
El grueso del libro se centra en la batalla de Esfacteria, que fue la lucha por la conquista de una isla con el mismo nombre, y enclavada en las Guerras del Peloponeso entre Esparta y Atenas, allá por el 425 a.C, varias décadas después de la célebre batalla contra los persas encabezada por Leónidas. Batalla a la que por cierto se hace referencia en algunos momentos como un importante referente para los espartanos. Pero la novela también contiene otros hechos históricos de la época, e incluso muchos de los personajes que aparecen existieron en la realidad. Hay que resaltar en todo momento la fidelidad y rigurosidad histórica que ha conseguido el autor. No obstante para contarnos los sucesos que acaecieron en dicha batalla se ha basado en la obra Historia de la Guerra del Peloponeso, de Tucídides.
La historia tiene su complejidad, no tanto por lo que cuenta sino que viene en forma de una ingente cantidad de nombres de ciudades, zonas de la antigua Grecia, tipos de clases sociales, nombres propios, etc., aunque para ayudar al lector, el autor ha incluido a modo de prólogo alguna aclaración y ofrece algunas pautas al respecto para quien no esté muy ducho en esta parte de la Historia. Además, y para que no nos perdamos en un mar de nombres, también ha optado por añadir al final del libro un índice de personajes que viene realmente bien dado el gran número de los mismos que aparece a lo largo de las páginas.
Pero a pesar de contener un elevado número de personajes y de hechos históricos, no se trata de un libro de excesivas páginas ni de una lectura especialmente complicada. Ésta es por lo general asequible, aunque tiene algún bache en el ritmo precisamente por eso, por centrarse quizá en exceso en la Historia y dejar un poco de lado a los personajes. Al comienzo sí se hace bastante hincapié en los protagonistas, en un comienzo bastante arrollador, pero poco a poco en el nudo se le concede más importancia a los hechos históricos, lo que hace ganar en calidad al libro (que la tiene, y bastante) en cuanto a rigurosidad, pero pierde un poco en cuanto a cercanía con el lector. Aunque en una parte final muy buena el autor deja parte de la frialdad en la parte dramática de la que ha adolecido por momentos y vuelve a enganchar al lector, dando como una sensación de reencuentro.
Es un libro con el que quien más quien menos aprenderá un pedacito de Historia, y en el que a pesar de contarnos los puntos de vista tanto atenienses como de Esparta, una de sus bases es enseñar al lector todo el tema de las costumbres espartanas, que las tenían muy arraigadas, aunque muchas eran realmente sorprendentes. Así, conocemos que había un proceso de selección para los bebés de pocos días, en los que sólo sobrevivían los sanos y los que tuvieran algún problema de salud eran arrojados a un barranco, todo por el bien de la calidad de los hombres que conformaban el ejército espartano. Los niños de pocos años eran enviados a una Instrucción con durísimas condiciones en las que debía aprender a ser auténticos ciudadanos espartanos y los mejores guerreros. También tenían que conseguir alguien que los apadrinara en la Instrucción y ya de adultos debían conseguir entrar en un grupo o “comedor” mediante una votación. Pero lo que queda muy claro en la novela es que todas estas costumbres y toda la vida de la sociedad espartana se encontraba bajo la tiranía del honor. Se trataba de una sociedad muy patriótica en la que los actos que se hacían debían ser gloriosos, y no mancillar el nombre de la patria ni de los ancestros. Como decimos, se trata de una forma estupenda de acercarnos a las costumbres espartanas. Pasen y vean, que como decía aquel, esto es Esparta.
Autor
Nicholas Nicastro nació en 1963 en Astoria, Nueva York (Estados Unidos). Antes de dedicarse a la escritura llevó una vida inquieta y variada: se licenció en Literatura Inglesa en 1985, en Cine en 1991, en Arqueología en 1996 y en Psicología en 2003. Y todo esto mientras coleccionaba trabajos: ha ejercido como crítico cinematográfico, ordenanza en un hospital, reportero, archivista, conferenciante profesional, psicólogo animal y vendedor a domicilio. Indudablemente, esta experiencia personal se ha visto reflejada en su producción literaria; sus obras demuestran un profundo conocimiento del espíritu y las miserias humanas.
Nicastro inició su obra literaria con una trilogía sobre John Paul Jones, el célebre héroe de la Guerra de Independencia americana. En un género como el naval, dominado en su mayoría por el punto de vista inglés, Nicastro ofrece un atractivo cambio de perspectiva.
Fue su siguiente novela, Empire of Ashes, la que le dio a conocer e inició su ciclo de novelas situadas en la Grecia clásica. Aquí nos cuenta la historia de Alejandro Magno desde el punto de vista de un escéptico soldado ateniense que debe destruir el mito de Alejandro para salvarse a sí mismo de la acusación de sacrilegio. Su siguiente novela, Hijos de Esparta, nos ofrece, con un tono de similar realismo, la narración de la primera rendición de los espartanos. Y Antigone’s Wake, su última novela, nos traslada a la Atenas imperial, con el dramaturgo Sófocles como protagonista e hilo conductor.
Sinopsis
Fue en la Batalla de Esfacteria donde se produjo la primera rendición de los espartanos. Fue el día en que entregaron sus armas al enemigo y cambiaron su honor por su vida. Fue el día en que, en definitiva, dejaron de ser más que humanos y se convirtieron en simples hombres.
Edición
Editoral Alamut
Cartoné con sobrecubierta
256 páginas
Conclusión
Un buen libro histórico que sumerge al lector en una época tan bélica como la de la Guerra del Peloponeso, y que gustará especialmente a quien le interese la Historia de la Antigua Grecia o simplemente quiera aprender un poco de ella o de las costumbres espartanas. Pero por lo general se trata de una novela asequible al lector medio, aunque sería recomendable enclavarla previamente en el entorno histórico y documentarse mínimamente antes si no se conoce, pues siempre ayuda a meterse de lleno en lo que se cuenta.
Lo mejor: El rigor histórico, y que sirve para aprender Historia
Lo peor: Por momentos se muestra un poco frío en el drama y distante con los personajes
Nota: 71
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