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Invierno, gracias por compartir tu trabajo.
A mí también me encanta el escenario y la temática. El relato me enganchó desde el principio.
He de decir que tras leerlo no me quedó claro, y tuve que poner en orden cronológico los trozos de texto tras terminar de leerlo; entonces todo fluyó. Eso es lo que puedo decir al respecto, la historia pide que se cuente de forma lineal, aunque haya saltos en el tiempo, pero de forma lineal. Me refiero a que los extractos referidos al futuro vayan en orden o no se consigue el estallido de platillos que da fin a la historia.
Me encantaron los detalles, quizá pediría más desarrollo, más profundidad, más texto. Sí, se nota encorsetado. Para mí los diálogos podrían quedar mejor resueltos si no fueran tan cortos, daría más carácter a los personajes. Sobre todo en estas frases que te anoto a continuación:
—Mejor si no das cosas por sentado (Ya que es una frase hecha, transcríbela bien: “Mejor si no lo das todo por sentado”)
—Algo averiguaste. Algo preocupante. Se te nota hasta en la cara (Quizás sea el orden y la redundancia. ¿Qué tal así? “¿Te preocupó algo? ¿Qué averiguaste? Dímelo, se te nota en la cara que ocultas algo.”)
—Estoy cansado. Y jodido; podríamos haber rescatado los libros, al menos (Ese “al menos” iría mejor al principio, le daría más fluidez y terminaría la frase con la parte importante: “Al menos podríamos haber rescatado los libros”)
Insistía mucho en la importancia de la distancia, (Aunque es un diálogo, se puede evitar la cacofonía: “Insistía mucho en lo importante que era la distancia”)
—No es nada, señor —contestó Noah—. Cansancio, puede. (De igual forma, la última frase queda demasiado breve y telegráfica para ser un diálogo: “No es nada, señor —contestó Noah—. Puede que sea el cansancio. Estaré bien en unos días”)
En general noto el texto demasiado comprimido. La historia, genial de por sí, es contada de forma apresurada en algunos trozos. Por ejemplo, la parte donde encuentran al doctor se desarrolla sin sobresaltos, sin algo que denote el esfuerzo y el tiempo que tardaron en dar con la guarida. De igual manera transcurre el final, nos dejas sin suficiente información para sacar conclusiones: ¿está el teniente poseído o es parte de una paranoia? Añado también la investigación y el texto del periódico. Quedaría bien, le daría más realismo al relato, si nos mostraras el texto que leyó y no un resumen. No sé si me explico.
A parte de estas cosillas, el relato me gustó. Pero no se desarrolla. Hay material muy bueno, detalles como la contraseña, el sombrero movido por el viento; imágenes que te zambullen en la historia.
Bien podría todo transcurrir sin ese baile de fechas, sin que pasen tantos años desde lo ocurrido. Incluso sin que se salga de ese pueblo azotado por la locura que tan bien has construido. Que todo fluya de forma lineal. Está claro que jugar con la cronología es una idea que funciona cinematográficamente, pero el lector tiende a olvidar lo leído si no se construye sobre ello. Digamos que se pierde. Mi consejo es ese.
Y mi puntuación es de 3 estrellas.
Esperando leer el siguiente.
En lo formal, un texto muy limpio y agradable de leer, por más que haya alguna cosa por ahí que, tal vez, pueda ser mejorable si el autor lo estima oportuno, como lo de las materias Neurología, Psiquiatría y Filosofía que, creo, deberían escribirse con mayúscula, alguna rima evitable suelta por ahí ("habiTANTES resTANTES"), cosas que a este lector le suenan raras, que no incorrectas tal vez, como "se libró de la hoja del cuchillo por décimas de segundo" en la que uno, al menos yo, espera espacio y no tiempo, o "nada igual en todas sus vidas", que a este lector le sugiere más un singular que un plural que suena a reencarnaciones.
Estilo atractivo, ágil y trabajado, bastante por encima de lo meramente funcional. Un comienzo con arte en la forma y en lo técnico, porque narra con gusto y evita comenzar por el principio de la trama y, además, le tira un anzuelo al lector que, por mucho que sea un truco muy viejo, es de aquellos trucos que siguen funcionando, y después multitud de detalles a lo largo de la narración que refuerzan esa sensación.
En cuanto al fondo, hay posesión. Deja en manos del lector varias cosas al respecto y no se extiende en explicaciones pero está, no hay duda. El juego de cambios de tiempo sirve para darle más empaque a la historia porque si se hubiese contado de forma cronológica se notaría más la sencillez (relativa) de la trama que, cambiando nombres, lugares y particulariades concretas, ya se ha visto en términos generales en muchas ocasiones y que, en ésta, tal vez hubiese salido beneficiada de más detalles de personajes y eventos.
Mi calificación es de 3,75 estrellas.
Relato admitido a concurso.
Relato muy bien escrito. No encuentro errores que no hayan sido señalados ya.
La historia es bastante sencilla y da la impresión de que termina muy pronto, de que le falta un final más elaborado. De todas formas la historia funciona. Me gusta que no se abuse de los diálogos para darnos información. Los cambios temporales entreveran un poco pero no demasiado. Tal vez las fechas podrían ser sustituidas por un "Después de la guerra" y "Durante la guerra", u "Hoy" y "Hace tres años". Pero es sólo una idea por decir algo.
Le doy 3,5 estrellas.
MMMM me he quedado con una sensación agridulce y no tengo claro qué es lo que me falta .
La historia me gusta, el estilo es muy bueno, la ambientación sólida y los personajes creíbles. Creo que lo que me hace trastabillar es la estructura; no tanto que esté escrita en dos puntos temporales (eso me parece un acierto) como el que un hilo temporal esté escrito hacia delante y el otro hacia atrás. Creo que de esta manera, el relato gasta la pólvora al principio porque, venga lo que venga, ya lo leemos con esa primera imagen en la cabeza. De hecho, he llegado al final sin esperar que fuera el final, quedándome con las ganas de algún giro quizás, que le diera la vuelta a esa primera imagen.
Mi puntuación: 4 estrellas
nos dejas sin suficiente información para sacar conclusiones: ¿está el teniente poseído o es parte de una paranoia?
En un relato titulado "La duda" ¿en serio esperabas una respuesta explícita? jajjajajjajajja
nos dejas sin suficiente información para sacar conclusiones: ¿está el teniente poseído o es parte de una paranoia?
En un relato titulado "La duda" ¿en serio esperabas una respuesta explícita? jajjajajjajajja
Jejeje... Tienes razón. Que tonto soy. Jajajaja...
Magnifico relato.
El estilo engancha desde el primer párrafo. La historia, ambientada en esa segunda guerra mundial está muy bien trazada. Nos sumerge de lleno gracias a los personajes bien dibujados y las descripciones de los hechos.
El detonante de todo esto, que se supone que es el científico, me ha recordado a la premisa de Rec, esos experimentos que hacen que se pueda poseer a una persona, contagiando al demonio entre mordiscos. (Que por otro lado prefiero mil veces Demons)
En cuanto a nota negativa, he tenido la sensación de que el nivel empieza muy alto pero decae un poco en el nudo, haciéndose la lectura algo más pesada, y retomándolo de nuevo al final, con un cierre que me parece de lo más adecuado.
4 estrellas.
Antes que nada, la escena del sombrero es para quitarse el… peluquín. Tal vez incluso demasiado buena porque es muy difícil que el resto pueda estar a su altura. La estructura me gusta pero sí, tiene el inconveniente de que parece que el relato no tiene final. En cualquier caso, muy bueno.
**** estrellas
Relato sin problemas formales desde el punto de vista del uso del idioma y que resulta de cómoda lectura. Desde el punto de vista estructural, los saltos temporales quedan marcados por la datación del capítulo, pero quizá hubiera convenido mayor información encastrada en el texto e incluso acompañar la entradilla con data y localización, pero es cuestión menor si se realiza una lectura atenta, claro que no todos la hacemos y si la hacemos, no siempre la hacemos.
Desde el punto de vista de la trama, yo creo que no queda patente el fin último de los experimentos del germano (en lo militar), ni tampoco quedan muy claros transferencia y subproductos, aunque se adivinen. La resolución es buena y la posesión claramente deducible, aunque hay un momento en que llegas a dudar si el poseedor es el doctor o el militar americano. O yo no me he enterado bien, que todo podría ser.
Así pues: tres estrellas y tres cuartos.
Unos hechos avanzan hacia adelante en el tiempo, otros hacia atrás, de modo que ambas líneas coinciden en el momento al que el autor dedica toda la historia, esa duda. Arriesgadísimo.
Al empezar a leer conocemos tanto el final como el inicio de esa historia. Se construye la intriga de una forma astuta: narrativamente se adelantan detalles de lo ocurrido en las escenas del futuro, que se revelan después, en la línea del pasado. Así sucede hasta dos veces (“Cables, tubos y válvulas, como en Francia”, “Primero fue lo de Koch: el afable soldado nunca volvió a casa.”) La intriga funciona por un tiempo y bien, además; no me importa conocer desde un principio que Noah termina matando al poseído (se intuye que debe ser un poseído por la convocatoria), sino que saber qué, cómo ha pasado (el sótano, los cables, el soldado Koch) atrapa mi atención. Donde deja de funcionar, y es una opinión muy personal, es en conocer que es Hecker el poseído. Se adelanta demasiado pronto (“La noche en la que vencieron al monstruo, el teniente Hecker se comportaba de forma extraña”) y se confirma de igual manera: (“Hecker no era Hecker y planeaba algo muy feo.”)
De esta forma en la última escena, en Noah nace el germen de esa duda, pero el lector llega con total certeza. Me temo que a pesar de estar escrita con tensión, no la proporciona; no porque sepamos que dudará y no hará nada, sino porque sabemos de muchas líneas atrás quién es el poseído. De nuevo, opinión muy personal.
Comento con tanto detalle este aspecto de la intriga porque en mi opinión es la pieza que faltaría por encajar y formar un relato extraordinario no solo por el riesgo de la estructura, sino por saber jugar con la atención del lector hasta el final a pesar de ella. En este caso, ha faltado muy poco.
Muy bien escrito, escenas inicial (el sombrero) y final (la semilla) muy potentes visualmente una, conceptualmente la otra. Es un acierto que las escenas de la linea que avanza hacia atrás sean más escuetas; por un lado mitiga la confusión de la estructura y sirve como muleta (los detalles que se adelantan ya comentados) para la historia que realmente interesa, lo sucedido en Francia.
3,5 estrellas
Lo primero: ¡hay que ver lo bien que escribe el Cubito! Tienes “estilo” literario, “clase”. En las metáforas, en la construcción de las frases, en los diálogos... Ya solo eso establecería unos mínimos de puntuación.
Ahora, la posesión. Clara, para mí. Y por transferencia, aunque no sea bancaria (jajajajaaa qué malo). Una mente capaz de invadir y poseer a otros seres, mediante supuestos procedimientos científicos. La estructura, original aunque no única; me gusta el discurrir opuesto de las dos líneas temporales.
Me falla un poco el énfasis en el concepto del título. Más que duda, lo que tiene Noah es un pálpito, un convencimiento inconsciente. Pero, bueno, había que ligar el principio con el final (o al revés).
Muy buen relato, si no es el que más he disfrutado hasta ahora, cerca debe estar. Como cosas positivas, casi todo. Lo negativo, que he tenido que retroceder a medida que leía para mirar las fechas en un par de ocasiones, pero es que tengo muy mala memoria. Me ocurre como a Jane, quizás habría preferido que el segundo periodo de tiempo avanzara de forma lineal, como el primero. Pero es una opinión personal, tal vez de esa manera el resultado final no sería igual de bueno.
Mi valoración es:
4,5 estrellas.
Relato bien escrito, para mí bastante fluido, pero me habría gustado saber más del cómo, el por qué y el para qué de la "transferencia". Tres estrellas.
***
Otra ambientación muy original y, aquí, más que eso: un tipo de posesión inesperado. La prosa y el desarrollo me han gustado mucho, así como la facilidad para perfilar los personajes. Muy buen trabajo. Lo único que no me termina de convencer es la estructura. Entiendo que el arranque tiene más fuerza así, claro, pero los flecos del relato se atan muy pronto y una buena parte del mismo se lee solo por el placer de leerlo (que está ahí, precisamente, gracias a la calidad de la prosa).
En cualquier caso, muy buen trabajo.
Si tuviera que elegir trece relatos entre los presentados al certamen para publicar una antología sobre posesiones, éste entraría en mi lista de quince preseleccionados tras la lectura de todos ellos.
Encaja en el tema de la convocatoria, el argumento es atractivo aunque un poco artificioso por los saltos temporales, está muy bien escrito (con momentos magníficos) y tiene cierto atractivo comercial.
★★★☆☆
Sin embargo competiría con otros catorce relatos por conseguir una de las cinco plazas vacantes en la antología, porque desde mi punto de vista hay ocho fijos entre los presentados al certamen. Me sentaría con el editor para analizar si este relato funciona mejor que otros en la selección final, buscando evitar en lo posible la repetición de temáticas, puntos de vista, esquemas, estilos o ideas en el conjunto de la antología.
Un relato muy bueno, ambientado en una época y una guerra que me atrae mucho, igual que a mucha gente.
He encontrado detalles de mucha calidad y los diálogos muy acertados y la verdad es que me parecía estar viendo una película yanki sobre la guerra.
El único pero que le encuentro es que ese baile de fechas me ha obligado a leerme el relato más de una vez para comprenderlo del todo (si es que lo he comprendido ) En este sentido, creo que la acción, si transcurriera en una película, la comprendería toda al primer vistazo.
Cuatro estrellas y media.
Muchísimas gracias a todos por vuestro tiempo y por vuestros comentarios.
Con este relato intenté hacer un relatazo. Tenía buenas sensaciones al empezarlo, me lo pasé pipa en la fase de documentación, comencé a teclear las primeras escenas la mar de cómodo... pero creo que llegué a perder la perspectiva, me centré mucho en los árboles y olvidé el bosque, y el resultado es fallido en gran parte.
Ya me avisaron un par de lectores cero de que el cuento hacía aguas por varios sitios, y yo, como todo buen escritor que se precie, reaccioné enfurruñándome, lloriqueando y acariciando mi ego herido como si no hubiera un mañana
Lo colgué de todas formas, ya que no estaba seguro de que pudiese escribir un segundo relato. Me preparé para lo peor, pero luego no fue para tanto; es más, la nota media final del jurado popular está muuy por encima de lo que esperaba.
Nota mental: no poner tiritas antes de que salga la herida y no martillear a mis amistades con quejas interminables sin motivo.
No voy a entrar en muchos detalles; habéis analizado sus puntos fuertes y sus puntos flojos a la perfección y estoy de acuerdo con prácticamente todo lo que habéis señalado. Toda esta información pienso aprovecharla cuando consiga encontrar tiempo para escribir de nuevo y meta este texto en el taller.
Siempre es muy dificil aceptar las críticas. Al principio, cuando se está aprendiendo escribir, porque no se entiende muy bien y no se sabe de qué carajos está hablando el crítico. Después, cuando uno cree que ya sabe escribir, porque siente que el incomprendido es él y el crítico el que ya no tiene ni idea.
Sí, todos (yo incluido) tenemos que aprender a aceptar las críticas, pero también tenemos que aprender a valorarlas. No todas las criticas tienen el mismo valor. Algunas nos tienen que dar igual. No merecen la pena. Pero otras, en cambio, nos deben importar. Las más acertadas son siempre de los que están más cerca de tí porque si te quieren de verdad, te dirán lo qué no funciona.
A veces pasa. A veces confundimos el trabajo empleado con la calidad literaria. No siempre calidad es sinónimo de tiempo invertido. Y cuando eso ocurre, es cuando más duelen las críticas. Los demás no entienden todo lo que hemos invertido en ese relato para que luego nos vengan con críticas. Ya ves. La gula que te ha costado menos, nos ha gustado mucho más.
Pero, en el fondo, la culpa es nuestra. Nadie nos ha mandado exhibir al público nuestras creaciones. Personalmente, el Polidori, aparte de ayudarme en la corrección de un relato en concreto, me ayuda a descubrir como ven los demás mi forma de escribir y, sobre todo, a forjar la coraza que debemos tener todos los escritores para soportar las críticas.
Si te soy sincero, no creo que mi relato sea finalmente seleccionado, pero a pesar de todo, siempre merece la pena. Mereció la pena el año pasado, lo mereció éste y lo merecerá, sin duda, el año que viene.
Muy cierto todo. Merece la pena, y mucho.
Buenas, compañero. Me parece que voy a ser el primero en estrenarme. La ambientación me encanta. La Segunda Guerra Mundial siempre ha sido una de mis pasiones. Además, tu relato me ha hecho recordar un libro, no sé si lo conoces: En busca de Klingsor de Jorge Volpi. Supongo que por eso me ha enganchado desde el principio. Es un relato muy cinematográfico y visual, los diálogos son muy creíbles y, en líneas generales, está bastante bien escrito.
Sin embargo, y desde el respeto (y casi admiración) que te tengo como autor, creo que estamos aquí para dejar las vergüenzas al aire de los demás y señalar lo que más nos chirría. Aunque sé que es la esencia de este relato, no me gustan los saltos continuos de la narración entre 1944 y 1947. Es una apuesta muy arriesgada que, a veces, como en la novela Beltenebros de Muñoz Molina, funciona. Pero, desde mi discutible punto de vista, creo que en un relato tan corto como éste, no. Más que contándome una historia, tengo la sensación de que el narrador me está dando migajas de un plato y, cuando me lo estoy comiendo, me lo quita y me sirve de otro, para luego volver a darme el primero y así sucesivamente. A mí, como lector, esto no me gusta. Yo quiero que me cuenten una historia y sumergirme en ella hasta el final. ¡Ojo! Es solo mi opinión. Seguro que a otros les encanta.
Por otro lado, debido también a esos saltos, se pierde tensión narrativa. Me pregunto ¿dónde estaría el clímax del relato? ¿Donde estaría lo que James Joyce llamaba el momento de epifanía? ¿En los hechos del día 7/10/1947?¿Cuando el protagonista comprende que Hecker no era Hecker y toma la decisión de usar la pistola? Si es ese el momento, me temo que lo has anticipado demasiado. El resto del relato queda casi como un epílogo, sobre todo, teniendo en cuenta que ya mucho antes, el narrador ha anticipado que su intención de cargárselo. Para mí, casi deja de tener interés lo que viene a continuación. No son más que explicaciones para entender porque el protagonista ha llegado a esa conclusión, pero la historia en sí, lo que empuja a actuar de determinado modo al protagonista, ya está contado. Otra cosa sería, si posteriormente se añadiera otra vuelta de tuerca y al final, después de matarlo, el protagonista, descrubriera que se ha equivocado.
Por último, tampoco veo muy bien definidos a los personajes. De Noah solo sé que es un soldado que después de dudar toma una decisión, de Hecker que es un teniente y que está casado y de Von Schönfels que, como el típico doctor alemán de la época, que es un malvado.
Siento ser tan crítico, pero creo que a los mejores siempre hay que exigirles lo mejor.
Mi votación: dos estrellas y media.
Bastante inútil