Barcelona (II)

Joder, a ver. Estoy cansadísimo y no quiero escribir este post, está sonando el postdebate este de la Sexta y no puedo concentrarme. Pero Breo me ha insistido, o sea que yo me lavo las manos. Ahí va, resumen:

Resulta que este finde me vine a Barcelona a visitar a Breo y la novia, y bueno, se ve que entre ellos y la compañera de piso  me prepararon una especie de sorpresa llevándome de conciertos y lol, que me trajeron a un colega de Coru que no me esperaba encontrar. Fue chuli, quedamos con Blai, bebimos en la calle, vimos los correfocs estos con peña lanzando petardos y amenazando a los transeúntes con total impunidad y fuego, algo con lo que me sentí muy cómodo. Luego fuimos a  tomar algo, a Blai le molaron sus callos, a mí mis pinchos morunos, y muchas risas.

Total, que Blai se va y nosotros nos vamos a una especie de concierto de música independentista de esa en Sant Andreu. Se ve que la noche se torció en algún punto cuando los amigos del Hompanera se nos unieron, mi colega y yo empezamos a beber, a gritar, me junté con un tocayo mío y empezamos a preguntarle a los indepes que qué opinaban sobre la URSS, el regaliz y la integración de Catalunya en el Imperio Romano de Occidente para la conquista de la Galaxia y tal. Bueno, que este colega de Coru llega a un punto de lol absoluto cuando dice oye basdrei vamos a por unos whiskeys? Y pum. Calla Omnio.

Entonces eso, desde Sant Andreu nos da la arroutada de escaparnos, de HUIR del grupo de Breo, la novia, los amigos del Hompanera y en fin, de la gente que me ofreció techo en Barcelona para ir a Plaça de Espanya a por whiskey. En el Metro, mi colega empieza a entrarle la neura de que le mola demasiado Coruña y de que quiere volver (se puso a mirar aviones en el móvil, mientras yo se lo intentaba impedir), pero nos encontramos a unos negros (Taylor y Lamine) acompañados por una moza de Arabia Saudí a los que les caímos muy bien. Les hablamos en francés por ninguna razón en absoluto y nos dijeron que nada, que buah mon frère, on aime faire des amis, y nos invitaron a una fiesta en una discoteca de negros. Yo flipando, me uní a esa puta mierda de plan, mi colega estaba CIEGUÍSIMO y los invitó a todos a whiskey en una discoteca de mil negros bailando con muchísimo flow. Breo y la novia volvían a casa, yo huí de todo este disparate, mi colega me despidió en plan negrata y me fui a casa a las 5 AM. En medio del metro me entró la neura también, me bajé en Sants Estació y continué el viaje de vuelta en taxi. Aún me duele el bolsillo.

Bueno, me despierto a las cuatro de la tarde, y veo que la última conexión del Whatsapp de mi colega es a las seis de la mañana. Me preocupo, le digo que qué tal y no le llegan los mensajes. Chungo. Al poco llaman a la puerta y era este colega, que nos cuenta la segunda parte de la historia de la que voy a omitir los detalles más escabrosos.

Este muchacho vuelve cansadísimo, con los ojos abiertísimos, contándonos que perdió toda la guita, la tarjeta de crédito y el móvil. Cuando yo me fui se juntó con otros negratas con los que estuvo de fiesta, le levantó la moza árabe al Taylor, y esta tía resulta que era una maldita liante porque le causó problemas con un dominicano y una pareja de rastas. Total que mi colega SE VA de esa mierda también, le preguntó a los Mossos que dónde se cogía un taxi y bueno xd les dijeron los Mossos que con ese careto no le iba a parar ninguno. Unos viejos al final le dieron dos euros para el metro, fue al hostel, allí la pava del hostel flipó ante el deplorable estado del chaval, durmió cuatro horas y volvió. Y nada, el resto del viaje estuvimos de relax, de tranquis, salvo él que estaba preocupado todo el rato de que le hubiesen echado unas drogas en la bebida o que le hubiesen robando un pulmón. Y fin, quien quiera detalles que le pregunte a Breo o a Blai porque no tengo ganas.