Pues eso, que el otro día pillamos un documental en Arte (una cadena seria, demonios) y resulta que iba de un investigador alemán que estaba convencido de que, tras la caída de Cartago, un grupo de cartagineses y honderos baleares, quizás acompañados de celtas gallegos, se había ido navegando hacia sudamérica y terminado en Perú. Todo muy peregrino e impagable los alemanes pronunciando chachapoyas.
El caso es que se ve que los chachapoyas (sic) son un pueblo único, ahí por donde arranca el Amazonas, que construyeron una ciudad amurallada en un risco que debe de ser única en Sudamérica y que usan unas hondas que son iguales que las que usaban los baleares (según un autóctono balear contemporáneo, que yo la diplomatura sobre hondas de la Antigüedad la dejé aparcada antes de abordar la especialización en modelos según regiones), y hay indios por la zona con piel clara y han encontrado un hacha de bronce en el fango amazoniano.
Como digo, todo muy peregrino, tanto que, junto a la denominación chachapoya, que si es también herencia gallega de hace 2000 años no deja de tener coña (aunque podrían haber optado por chachapirola), me ha incitado a no abrir este post en Historia.
Suena a disparate absoluto.
Xoso vive en un mundo post apocaliptico (...) y recorre en su motocicleta steampunk la desolada tierra acompañado por Pérez Reverte... [1]