Lo último que se pierde
Buscó las palabras adecuadas. Sabía el significado exacto de cada una de ellas. Escribió una frase gramaticalmente perfecta y la deconstruyó para enviársela por whatsapp. Tras el doble click, espera la respuesta. Solo han pasado 46 días, 13 horas y 27 minutos.
Esperanza
Jamás había creído en aquel dicho, puesto que una vez perdida la esperanza, aún le quedaría la vida. Una vida sin vida, sí, pero con Esperanza, que contradicción.
No la perdería dos veces, la confusión mental propinó que arrojara el arma y se dejara abrazar por su esposa zombie.