Un pajarito (uno con la boca muuuy grande ) sugirió a Pavi abrir un post que, de alguna forma, conmemorase el hecho de que las justas hayan alcanzado un número tan redondo como el de esta edición.
... y voilà.
Queda abierto este post de remembranzas.
La idea es que, entre todos, vayamos recordando aquellos micros que, por una razón u otra, nos marcaron, se nos quedaron colgando de las entendederas, nos dieron que pensar, nos inspiraron, nos enseñaron...
Si, además de recordarlos, tenéis la paciencia de buscarlos en el histórico y colgarlos aquí, mejor que mejor. Así todos podremos leerlos de nuevo.
Pavi quiere dar el pistoletazo de salida recordando uno de los micros que más le han gustado, de uno de los justeros de los que más ha aprendido. Era la ronda tres de la IV edición, el tema: la piratería en el arte.
PINTURAS DE CERA de LCS
Con un sable clavándose en su espalda, el pirata avanzó por la tabla sin apartar la vista del mar (apenas tres o cuatro líneas onduladas de color azul). Su única espereranza era que el niño se hubiera cansado del dibujo antes de pintar los tiburones.
Este es más fácil porque en estas justas ya se votaba al mejor micro, pero como es el que se me ha venido a la cabeza, pues va por Mo Cuisle (si no lo escribo bien, que me corrija Rapso).
Lágrimas de la Reina Triste
“Es resina del Árbol Cristalino y ceniza de Fénix; diluidas en néctar de nubes. Bebe, princesa”
La pequeña, postrada en su terminal lecho, ingirió su medicina.
–Está malo, mamá –protestó.
La madre sonrió. Quizás la culpa del sabor la tuviera aquel ingrediente que nunca nombraba.
La gente es igual en todas partes.
Pativanesca