McKenzie nunca pierde
—¡Ja! Usted nunca pier… —Una bala en su cabeza le impidió terminar.
—¿Algo que decir? —preguntó McKenzie.
Miré al difunto y luego conté siete mil sobre la mesa.
—Sí —respondí—. Tras perder cinco mil dólares, Billie enloqueció y usted defendió su vida.
—Conforme. Avisemos al sheriff.
Omnisciencia
“A conveniencia iba escondiendo naipes ganadores debajo del tapete. Era rápido y prudente. Repartía ganancias y pérdidas para no levantar sospechas. Pero hoy algo parece haber cambiado su suerte. Como si algo estuviera alertando a su contrincante de sus intenciones, algo que… “
– ¡Maldito narrador, no le aguanto más!
Me dijeron que por aquí había carne fresca.