Solo una vez.
Los ventiladores tienen algo magnético, atrayente. Poseen una poderosa fuerza que te obliga a intentar detener su incesante giro. Una vez quite la rejilla protectora y metí el dedo. Fue una buena excusa para repintar la pared.
Solo una vez.
Los ventiladores tienen algo magnético, atrayente. Poseen una poderosa fuerza que te obliga a intentar detener su incesante giro. Una vez quite la rejilla protectora y metí el dedo. Fue una buena excusa para repintar la pared.
Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.
Nunca he percibido esa fuerza magnética de los ventiladores, pero sí que he hecho estupideces a la misma altura. Es muy humano. De "Solo una vez" me encanta el cierre. Algo menos me gusta la cantidad de adjetivos y la tilde extraviada. Con "Promesas", pese a atraerme la idea y la base del relato, no he alcanzado a conectar del todo, me temo. Eso de escribir en el ventilador veo que funciona bien para el giro que requiere la historia, pero se me antoja algo antinatural, poco lógico.
Mi voto para Solo una vez, de Fly.
Sobre "Sólo una vez" No me convence mucho la idea de que alguien meta el dedo en un ventilador, salvo que esté muy pirado, eso me resulta más probable que esa inevitable atracción. Y la frase final le da un punto macabro, que me ha hecho sonreír, pero no me ha dicho mucho más.
"Promesas" me ha gustado, la idea de que las palabras se pierdan en ese girar vertiginoso de las aspas me resulta curiosa. Pensaba en que las circunstancias de la vida en muchas ocasiones confluyen para que ciertos mensajes se pierdan en el camino, la barra de labios, el calor.... Esta opción para hablar de ventiladores me convence más.
Mi voto para " Promesas"
Sobre "Sólo una vez" No me convence mucho la idea de que alguien meta el dedo en un ventilador, salvo que esté muy pirado,...
Lo tomaré como un cumplido. Gracias.
Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.
Sobre "Sólo una vez" No me convence mucho la idea de que alguien meta el dedo en un ventilador, salvo que esté muy pirado,...
Lo tomaré como un cumplido. Gracias.
Yo no pude dormir tranquilo hasta que, siendo niño, logré parar uno con el dedo . Eso sí, por suerte no hubo que repintar la pared.
A mí me ha gustado más "Promesas", me ha parecido muy poético y bien redactado.
En "Solo una vez", las tildes que faltan me han chocado un poco y la idea no la he visto tan original como su contrincante.
"Vive el momento y persigue tus sueños"
Solo una vez: ¡Ay, ese puntito! Me gusta la redacción, casi puedes notar como hipnotiza con las primeras palabras. Y acabas con un ¡ay! y una sonrisa malvada. De todas formas, falta una tilde en quité. Hay que estar atentos a estas cosas, al final, pueden decidir hacia que lado se inclina la balanza.
Promesas: ¿escribir en las aspas del ventilador con pintalabios? Bueno, he visto ideas más disparatadas, la verdad. Una buena excusa para dar vida a una metáfora.
Mi voto va para Solo una vez.
« -¿Quién se atreve -preguntó, con voz ronca
A mí me ha gustado más "Promesas", me ha parecido muy poético y bien redactado.
En "Solo una vez", las tildes que faltan me han chocado un poco y la idea no la he visto tan original como su contrincante.
¿Tildes? Yo solo veo que falte una. ¿Me he despistado?
« -¿Quién se atreve -preguntó, con voz ronca
Muchas gracias a los jueces por sus apreciaciones y por sus votos. Me agrada haber debutado en las justas contra Don Suero_de_Quiñones. Gracias por traer su ventilador junto al mío. La próxima vez instalaremos el aire acondicionado.
Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.
Querido Fly, visto lo visto, la próxima vez usaré un pay-pay Enhorabuena por tu victoria. Ha sido un verdadero placer batirme contigo, estaré alerta a tus próximos pasos, por si tuviera que volver a cruzarme en el camino.
A Máscara, decirle que la idea podrá ser disparatada, sin duda, pero apunto que tiene algo de autobiográfica, sí, confieso, yo suelo tener ideas peregrinas, soy así Es lo que tenemos los últimos románticos
Hijo de Diego Fernández I de Quiñones, merino mayor de Asturias, y de María Álvarez de Toledo
Para no quedarme atrás diré que la mía también tenía bastante de autobiográfica. Es lo que tenemos los perturbados.
Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.
Bueno, yo no soy precisamente romántica pero tu micro, Sr. de Quiñones, me ha gustado. Lo que pasa es que me ha gustado el otro un poquito más. No puedo evitarlo, me siento más identificada con ese sentimiento de saber qué pasa si meto el dedo en el ventilador. Es más, juraría que en casa había un viejo ventilador de palas de plástico y me dedicaba a destrozar los plastidecor poco a poco y, alguna vez, llegué a meter el dedo.
« -¿Quién se atreve -preguntó, con voz ronca
Lo mío siempre ha sido más con los radiadores.
"Ecky, ecky, ecky, ecky, ecky, ecky... tapaan"
Ninguno de los dos micros me ha entusiasmado especialmente. En el micro de Fly, no puedo evitar ponerle la voz de Félix Rodríguez de la Fuente a las dos primeras frases. No sé, me transmite sensación de documental. Las otras dos frases sí me han gustado, pero la entrada que se le da me parece flojilla.
Promesas me ha parecido mejor en su estructura, pero algo más débil en la idea. Como ha dicho alguien por ahí, no acabo de ver eso de poner notas en el ventilador (¿para qué tenemos la nevera? ), por lo que el giro final no me parece verosímil.
Ambos me cojean. Creo que me quedaría con Promesas, por un aspecto formal.
A Maggie le gustaba dejar KO al primer golpe
Ufff, directo al hígado. Se agradece el golpe. Los fallos se corrigen así. Intentaré la próxima vez tener el codo más pegadito al cuerpo.
Me ha encantado la anécdota de los plastidecor.
Es probable emitió su esperma de una forma muy descuidada.
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Promesas
No encontró papel para dejarle un mensaje. Con la barra de labios escribió “Siempre te querré” en las aspas del ventilador. Los primeros rayos de sol comenzaron a colarse por la ventana, adentrándose así un calor sofocante. Ella puso en marcha el aparato y, al girar, volaron las palabras.
Hijo de Diego Fernández I de Quiñones, merino mayor de Asturias, y de María Álvarez de Toledo