John Tones – Nigromancia en el reformatorio femenino
Horror, sexo, ocultismo... ¿queréis saber más?
Poco se sabe de John Tones, excepto que nació en Murcia en 1976 y que ha venido a someterse al Séptimo Grado a causa de su novela Nigromancia en el reformatorio femenino amparado bajo pseudónimo, tal y como ha publicado esta. Aunque, claro, quién puede culpar a este maestro de los rituales sangrientos y la carne joven... Quizás en las siguientes líneas podamos averiguar algo más de esta autor pulp con tendencia al terror.
Define Nigromancia en el reformatorio femenino en siete palabras.
Salaz, perversa, trepidante, multirreferencial, pulp, desvergonzada y juvenil
¿Qué error cometiste en este proyecto que no volverás a repetir?
Quizás cierta tendencia al muchoabarquismo, con el consiguiente pocoaprietismo. No sé exactamente cómo lo cambiaría, supongo que centraría más la novela en una sola cuestión, más que divagar con varias que quizás podrían hacer que algunos lectores perdieran parte del interés.
¿Cuál es el logro de cuantos encierra del que estás más orgulloso?
Es una novela que cuenta lo que quiere contar, sin más adulteraciones que las implícitas en mi torpeza. Su honestidad ha acabado sorprendiendo hasta al propio autor.
¿A qué público le va a encantar?
A los lectores de género que, aparte de adorar las convenciones y los resortes del horror, sepan dejar los prejuicios en la puerta y entregarse a una montaña rusa descerebrada y emocionante.
¿Y quién no se acercará a él ni con un palo?
Bueno, soy más que consciente de que ya el mismo título y el hecho de que el primer capítulo sea un refrito de convenciones de películas de explotación carcelaria de los setenta, con un grupo de jovencitas curtiéndose el lomo en las duchas de un reformatorio siniestro, puede provocar el rechazo de aquellos que vinculan el género del terror con el misterio, la elegancia y los Grandes Temas. Pero no es mi caso ni el de mi novela.
¿Alguien se te echará al cuello?
Espero que no. En realidad, Nigromancia en el reformatorio femenino es una novela divertida, sencilla y un poco inocentona, apela a placeres muy básicos y solo quiere divertir a quienes anden predispuestos a divertirse y ofender a quienes ya vengan ofendidos de casa.
¿Piensas volver a trabajar en esta línea o con esto ya cierras etapa?
Espero seguir trabajando larga y abundantemente en esta exacta, concreta y precisa línea. Nada me agradaría más, de hecho.
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