Juego sucio: Marrullerías

El más sucio de todos los juegos sucios

Reconozcámoslo: es difícil saber en el fragor de una melé de balonpozo si esa patada en la entrepierna ha sido deliberada o un mero accidente. Tampoco está muy claro si cuando le pisan la mano a un jugador derribado es por falta de un sitio mejor donde apoyar los tacos o por simple y llana mala fe. Sin embargo, hay jugadores que salta a la legua que no se están comportando como deben ¡aunque solo sea por cómo los jalean desde las gradas!

Cuando un jugador pasa al modo marrullero sus deseos de eliminar al adversario se vuelven tan evidentes que ¡incluso los árbitros se sentirán movidos a tomar cartas en el asunto! Eso implica que cualquier bloqueo o placaje que realice conllevará una tirada de expulsión. Si por algún motivo esa ya se fuera a producir (porque se ha usado un punto de entrenamiento para hacerlo más eficaz, por ejemplo), se añadirá un dado de carga a la misma para hacer más probable que piten la falta (así, con tres dados bastaría con obtener dos seises para que el árbitro sancione la jugada).

Por otro lado, sus acciones de contacto serán más efectivas: en lugar de dados normales, utilizará, por su tributo bloquear o placar, dados de carga contra sus adversarios. Además, brindará el doble de dados en apoyo a los bloqueos o placajes realizados por sus compañeros. Eso sí, en estos casos también será susceptible de ser expulsado.

¿Sabías que...

...equipos como los Pisameñiques basan toda su estrategia en marrullerías propias de una reyerta portuaria?

Bien es cierto que para muchos orcos es difícil imaginar otro tipo de táctica... y que visto el mal ambiente que reina en los llamados entrenamientos ¡también les resulta difícil practicar otro tipo de jugadas!