Juego sucio: Enraizados
¡No, no, no nos moverán!
En Brutal Ball existe mucha reglamentación absurda y, no por ello, ignorada sistemáticamente por los jugadores y los aficionados. Una normativa en concreto ha levantado muchas ampollas, puños coléricos y protestas: la de enraizarse en el pozo.
Teóricamente, es un atentado contra la integridad del material deportivo, en concreto del terreno de juego, pero resulta difícil imaginar cómo clavar los tacos a fondo en la osamita —o, bueno, dos palmos de raíces— puede atentar más contra esta que hundirle la calavera a un línea tumulario o rodar por el suelo con una armadura cubierta de púas. El caso es que los patrocinadores de los grandes eventos deportivos se han mostrado inflexibles al respecto ¡porque los partidos lucen más cuando los jugadores salen despedidos en las melées! Así que, por el momento, enraizarse sigue siendo considerado juego sucio.
En la práctica, un jugador enraizado no será desplazado por los jugadores rivales cuando estos lo bloqueen o empujen con éxito, sin importar la diferencia de tamaño o el éxito obtenido, lo que les permite un mayor control del juego de campo. Por otro lado, un jugador que haya recurrido durante la ronda a esta ventaja, no podrá correr ni esprintar durante su siguiente turno.
¿Sabías que...
...los Impasibles de Varak-Thorn es considerado el equipo con la mejor defensa de toda la Ciudadela?
Su despliegue en zona es una auténtica barrera contra la que chocan sin éxito bloqueadores de todos los pelajes, e incluso algunos puntas. Por desgracia, evitar que marquen en tu portería no es garantía de victoria, y los Impasibles tienen el récord histórico de ¡mayor cantidad de derrotas sin haber encajado ni un solo tanto!
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