Endemoniados

¡Porque incluso los fanáticos de cultos arcanos tienen tiempo para un buen partido de Brutal Ball!

La Ciudadela es un lugar plagado de secretos y conocimientos de esos que nunca deberían ver la luz del día, sino permanecer encerrados en criptas lúgubres, entre las páginas mohosas de grimorios olvidados y, a poder ser, bajo varias vueltas de cadenas hechizadas. Sin embargo, no es ningún secreto que hay cultos organizados dedicados a desenterrarlos, y que algunos de estos son aficionados al Brutal Ball. Si los enfrentamientos con otros equipos forman parte de sus rituales iniciáticos, de sus sacrificios de sangre o de sus ratos de ocio es algo sobre lo que los expertos no se han puesto de acuerdo, pero es evidente que están ahí, y que saben jugar.

Bajo denominaciones tales como endemoniados, aherrojados, cultistas, malditos o condenados, estas aberraciones, todavía hombres —o algo por el estilo— en algún lugar bajo las púas, el metal y los sortilegios, invaden con su inquietante presencia los pozos de Brutal Ball decididos a imponerse por la fuerza bruta a sus oponentes.

Son lentos y poco flexibles, lastrados como van por placas de hierro y filos cortantes, pero incluso cuando no se ven afectados por mutaciones todavía más aterradoras son ya terribles en el juego de contacto y, ante todo, tan resistentes como testarudos. Quizás sean incapaces de encandilar al público con un buen lanzamiento o una intercepción elegante, ¡pero sí de aumentar la temperatura del encuentro a base de puñetazos! No en vano, también se les conoce como calderas o estufas...

Tamaño: Todos los endemoniados se consideran de tamaño medio.

Punto débil: Inestables.

Juego sucio:

Dopaje: En los cultos infames siempre hay quién sabe encontrar el ingrediente adecuado para el momento adecuado, algo que puede ser de gran utilidad antes, durante y después de los encuentros.

Hechicería ígnea: Algunos jugadores, y por supuesto parte del cuadro técnico, terminan por dominar las fuerzas oscuras del Inmaterium. Después de todo, si los endemoniados han acabado en este circo es por su afición por las Artes Oscuras.

Objeto contundente: Los endemoniados tienen dificultades, en ocasiones, a la hora de diferenciar el terreno de juego de un campo de batalla y, digamos, sus púas, guanteletes, espinilleras y demás no terminan de tener las dimensiones reglamentarias...

Mutaciones: Cuando has hecho determinados pactos con determinados entes, bueno, no cabe extrañarse de determinadas consecuencias que surgen en los momentos menos esperados. ¿Alguien dijo tentáculos?

Presencia perturbadora: Mantener la sangre fría cuando los adversarios que te rodean parecen desdibujarse y burbujear como las runas de determinados objetos malditos no es algo al alcance de todos los jugadores de Brutal Ball.

¿Sabías que...

… uno de los más famosos condenados que jamás haya pisado un pozo de Brutal Ball jugó tan solo un partido y no tuvo oportunidad siquiera de realizar un placaje, menos aún de acercarse a un balón?

En efecto, Drako Wladbringah no tuvo la ocasión de realizar un debut propiamente dicho, pero su nombre no lo olvidará ningún aficionado, ¡sobre todo aquellos que lo vieron convertirse en vivo y en directo en una amenazadora masa de tentáculos coronados por pinzas y circundados de bocas repletas de colmillos babeantes! A día de hoy, Drako todavía intenta dominar su nueva fisionomía para cumplir su sueño de jugar a Brutal Ball.

Algunas miniaturas aptas para endemoniados:

Miniaturas de Games Workshop de la 2ª y 3ª edición de Blood Bowl

Miniaturas de Gaspez Arts, disponibles próximamente...

Miniaturas de Mano di porco

Miniaturas de Meiko

Miniaturas de Neomics

Miniaturas de Willy Miniatures