La silla
Reseña de la estremecedora novela de David Jasso, publicada por el Equipo Sirius
“La silla” es una de las novelas más originales que haya leído en los últimos tiempos. Es una especie de variación sobre un tema macabro, es el minimalismo hecho terror; es una especie de desafío para el autor y una lección literaria. Eso sí, viene envuelto en una historia no recomendable para todos los públicos. Los lectores aprensivos, sensibles o que no deseen una historia cruda que no abran este libro: aquí sólo encontrarán horror sin concesiones.
¿Qué es lo que hace tan especial a “La silla”? Desde mi modesto punto de vista, principalmente es una cosa: la originalidad del planteamiento.
Estamos acostumbrados a encontrar en las novelas muchas cosas, multitud de elementos que, muchas veces y en el mejor de los casos, son accesorios. Da la impresión de que cuanto más incluye el autor, más rico es el escenario. Y me temo que, en muchas ocasiones, es más bien al contrario.
Jasso, por el contrario, decide contarnos una historia de horror, y sabe que le sobra y le basta con una silla. Bueno, con una silla y la providencial estupidez humana. De hecho, creo que por esto la historia es más de horror que de terror, porque poca gente en su sano juicio se dejaría amordazar y atar a una silla voluntariamente.
La cantidad de cosas horribles que le pueden ocurrir a una persona en una situación semejante es demencial, aunque parezca lo contrario, pero enumerarlas, por supuesto, no es suficiente para tener una buena novela. Y ahí es donde está el desafío que se ha marcado el autor zaragozano.
En “La silla”, sin transgredir este bien acotado escenario que se plantea inicialmente, el lector vive doscientas páginas de horror in crescendo e ininterrumpido. La acción avanza, por absurdo que parezca, a un ritmo sostenido, complicando más allá de la imaginación las situaciones más sencillas. Además, los personajes están retratados con tal viveza –de nuevo sin artificios, porque son gente corriente, cercana- que es imposible abstraerse de la historia.
Rematando la novela, nos encontramos un final extenuante, con momentos tragicómicos que acentúan todavía más el horror vivido, dejando al lector agotado como a los propios protagonistas de la historia.
Para mí, sin duda, un magnífico trabajo que culmina más que exitosamente los años de trabajo que, según cuenta el autor en los agradecimientos, costó terminarlo. La única lástima es que no todos los lectores tendrán el carácter adecuado para disfrutar su lectura. Después de todo, el horror de este libro no es un horror amable ni moralista: es un horror, a pesar de su carácter extraordinario, simplemente realista.
Autor
David Jasso nació en 1.961 en Zaragoza, ciudad en la que reside. Ha trabajado como periodista en prensa, radio y televisión; también ha impartido clases de Medios de Comunicación. En la actualidad es Jefe de producción de una importante Vídeo productora.
Ha escrito numerosas reseñas literarias y relatos para varios medios especializados. En su juventud formó parte del colectivo “Abrotjos” y editó la revista poética del mismo nombre. Ha escrito numerosos cuentos para la radio, ganando el primer premio de Radio Cadena Española por “El abeto Alberto”.
Ganó el primer premio del Certamen literario Juvenil con el relato “Yo, kamikaze”, recibió una mención especial de la asociación ufológica por el reportaje novelado “Alerta ovni”, y ha ganado el primer premio LITER de Literatura de Terror con el relato “La bruma”, publicado en la revista Galaxia nº 18. Ha publicado relatos en varias revistas y antologías, como Paura, y se pueden leer sus colaboraciones en el PodCast Divergencia Cero www.divergenciacero.com que elabora junto a los escritores Santiago Eximeno y Marc R. Soto.
“La silla” es su primera novela publicada. “Cazador de mentiras” es su segundo trabajo, una novela escrita a cuatro manos con el autor Santiago Eximeno.
Sinopsis
Para dotar de un mayor realismo a su actual novela, un escritor de terror pide a su mujer que le amordace y le ate fuertemente a una silla, una mala decisión que desencadenará un horror insospechado.
Edición
La silla
David Jasso
Equipo Sirius, 2006
Colección Transversal
Rústica con solapas
La edición cuenta con ilustraciones, tanto interiores como de cubierta, de Manuel Calderón. Además, se ha creado una página web, http://www.lasilla.info/, en la que los lectores tienen acceso a material adicional; entre otras cosas, en ella se puede encontrar el relato del que se habla al principio de la novela, una de las piezas del macabro rompecabezas de lo ocurrido.
Conclusión
“La silla” es una obra maestra dentro de su género y un experimento importante y necesario dentro de la literatura general. Es una obra trepidante gracias, sencillamente, al buen hacer del autor. Su sencilla trama no necesita artificios, y su prosa tampoco. El lector vibra como debería hacerlo con cada lectura, aunque nos estemos acostumbrando al contrario.
Al mismo tiempo, el registro en el que David Jasso hace vibrar al lector no será por todos bienvenido. “La silla” es una novela cruda, muy cruda, y explota el horror que se agazapa en nuestra mente del modo más despiadado: despojado de todo disfraz. Si el lector no quiere encontrarse con algo de este estilo, es mejor que no emprenda la lectura de esta novela.
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