Zodiac
Reseña de la novela de ciencia ficción ecologista escrita por Neal Stephenson en 1988
Aunque no muy conocido por el gran público, parece haber un subgénero dentro de la ciencia ficción focalizado en los problemas medioambientales (del cual tuve el placer de degustar también El rebaño ciego, de John Brunner), lo cual encierra una cierta lógica: la inquietud ecologista estuvo en auge al mismo tiempo que este género literario, es campo fértil para la especulación y, además, permite crear escenarios que hagan reflexionar al lector y, al mismo tiempo, planteen situaciones de tensión argumental adecuadas.
Zodiac quizás sea una novela ejemplar en ese sentido. No sólo aventura un problema del desarrollo científico comercial desmedido con formidable acierto -recordemos que está escrita hace más de veinte años, y no se pilla los dedos cuando toca temas de genética o impactos ambientales derivados-, sino que, además, lo centra en personajes totalmente sumergidos en esta problemática: ecologistas, investigadores y empresarios son los peones que mueve por su particular historia con total soltura.
El utilizar estos personajes de base permite al autor introducir en la novela explicaciones científicas sin necesidad de cortar el ritmo narrativo, lo que es muy de agradecer, así como plantear el funcionamiento de las "células" saboteadoras verdes en su lucha dentro de un sistema capitalista en el que el respeto por la naturaleza es secundario. La elección de Stephenson del protagonista, un activista que, al mismo tiempo, es el narrador de la historia (viene contada en primera persona), es uno de los grandes aciertos de la obra: su carácter gamberro y cercano liman cualquier dificultad de comprensión que pudiera tener el lector y potencia que las explicaciones técnicas se absorban naturalmente.
En este sentido, hay que señalar que la prosa es muy ágil y, aunque en algunos momentos (sobre todo al principio) el lector puede tener la impresión de no saber muy bien a dónde le están llevando, lo cierto es que la novela se lee con interés por el simple placer de leerla. De alguna manera, recuerda a cuando un amigo te cuenta una historia entretenida entre cañas.
Finalmente, al interés social y especulativo de la trama -pues, al igual que Brunner, Stephenson no se limita a especular por especular, sino que enclava sus escenarios dentro de la realidad de nuestra civilización-, el autor añade pinceladas pintorescas que terminan de redondear la novela como una lectura de lo más divertido. Algunas escenas son totalmente impagables, y sólo por la habilidad con la que Stephenson es capaz de mezclar alegremente reservas indias, vertidos tóxicos, macarras heavys, multinacionales y persecuciones en zodiac merece la pena echarle un ojo.
En definitiva, un trabajo muy interesante dentro de un género muy interesante que resulta, además, una lectura entretenida de por sí.
Autor
Neal Stephenson nació en 1960 en Fort Meade (Maryland) y reside en Seattle. Es uno de los novelistas norteamericanos más populares de la actualidad; con la novela Zodiac ganó una audiencia de culto, mientras que Snow Crash marcó su debut en la ciencia ficción y la temática cyberpunk, obteniendo niveles de ventas con pocos precedentes en el género. Desde entonces, cada nueva novela suya ha sido calurosamente recibida dentro y fuera de las fronteras de la ciencia ficción; ganó el Hugo con La Era del Diamante y ha entrado en la lista de best-sellers del New York Times con su reciente Cryptonomicon, una novela sobre criptografía, publicada en Ediciones B. También ha publicado un par de thrillers en colaboración con su tío George Iewsbury, bajo el pseudónimo de Stephen Bury, y una historia sobre los sistemas operativos. Han aparecido relatos suyos en las revistas Wired y Time
Sinopsis
Un activista ecologista descubre unos vertidos nocivos que, poco a poco, le llevan hacia una trama de conspiraciones, heavy metal y extraños microorganismos.
Edición
Zodiac
Neal Stephenson
Folio SF, 2002
Bolsillo
En castellano la novela fue publicada por Seix Barral en 1989.
Conclusiones
Zodiac es una buena novela para descubrir el género de la ciencia ficción al lector medio: su trama tiene algo de policíaco, su estilo ligero y contundente facilita asimilar los conceptos técnicos, el tono humorístico de muchos pasajes engancha sin remedio y la tensión se mantiene durante toda la historia.
Al mismo tiempo, es una obra que consigue acercar con acierto la problemática que la motiva: qué puede ocurrir cuando no se cumplen los controles que el desarrollo industrial debe aceptar y a qué, en definitiva, estamos expuestos por nuestra propia soberbia y avaricia.
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