Ala X: El Escuadrón Rebelde

Reseña de la novela de Michael A. Stackpole ambientada en el universo de Star Wars

Desde la primera película de la franquicia, Una nueva esperanza, el universo de Star Wars siempre ha dejado entrever más de lo que mostraba. Es uno de esos escenarios donde el término “universo” no es en absoluto exagerado. Así, era inevitable que con el tiempo aparecieran productos derivados de las películas que buscaban completar o explorar facetas concretas de la ambientación. En esta reseña no entraremos en todos los problemas de encaje que eso ha supuesto a medida que pasaban los años y nacían nuevas trilogías. Aquí nos centraremos en Ala X: El Escuadrón Rebelde, la primera novela de la serie escrita por Michael A. Stackpole, que data de 1996 y que fue publicada en España por Martínez Roca.

¿Qué es lo que nos presenta? El Escuadrón Rebelde se centra en una de las facetas más populares de las películas originales: las batalles interestelares, en particular las protagonizadas por los monoplazas Alas-X, que estaban inspiradas en las epopeyas bélicas de la II Guerra Mundial. Así, el centro de la acción van a ser las tácticas y estrategias militares que involucran a un nuevo grupo de pilotos de élite, el famoso Escuadrón Rebelde, que tiene la complicada tarea de servir de referente a la Rebelión (estamos en la época situada tras la destrucción de la Estrella de la Muerte y la muerte del Emperador) para mejorar la moral y el empuje de la misma.

La sombra alargada de los componentes originales del Escuadrón Rebelde no es solo un elemento narrativo, sino que afecta a la propia novela. Michael A. Stackpole se ve en la tesitura de encontrar personajes lo suficientemente carismáticos para captar la atención del lector sin usar (o más bien abusar de, porque alguno aparece) el reparto original. Y aquí encontramos algunos de los puntos flacos de la novela. Por un lado, algunos personajes se antojan ecos de Luke Skywalker o de Han Solo, e incluso de R2D2 o C3PO, mientras que otros se desdibujan porque el autor, prácticamente, se limita a citar a la raza a la que pertenecen, lo que complica entrar en el escenarios a los lectores no expertos en el universo de Star Wars (¿sabes qué pinta tiene un bothano?).

Son escollos que, a la larga, no se muestran insalvables: poco a poco nos vamos haciendo con el amplio elenco de personajes al mismo tiempo que el propio autor va reduciendo el protagonismo de la gran mayoría, lo que facilita seguir la trama no solo de aventuras, sino hasta cierto punto de misterio y venganzas que articula la novela. Personalmente, para mí este es el punto más interesante del libro y, quizás, el más divergente con las películas: se nos presenta una trama de conspiraciones que sirve de trasfondo a las acciones militares y que, francamente, viste muy bien la historia.

Esto compensa, a mi parecer, algunas escenas iniciales de acción y batallas estelares que no tienen el ritmo trepidante de las películas (algo que era complicado de conseguir) y que no aportan demasiado al desarrollo de los personajes o de la historia. Por fortuna, es algo que, pasados los primeros capítulos, no se repite, dejando más espacio al meollo, quizás gracias a que el propio Stackpole va sintiéndose más cómodo con el escenario y el modo de abordarlo.

Con estos elementos, Ala-X: El Escuadrón Rebelde queda como una buena novela dentro del escenario de Star Wars, respetuosa con el mismo y, tras un arranque timorato, capaz de aportar elementos novedosos, al menos narrativamente, para que añada algo al conjunto. Su punto flojo, a mi parecer, que cuenta demasiado con que el lector esté muy familiarizado con la saga, lo que limita el público potencial de la novela.