Imperios y bárbaros
Reseña de la obra de Pierre Lévêque publicada por Le livre de Poche
El título de este libro, Empires et barbaries en el original francés, puede llevar a engaño, como fue mi caso. No se trata de un ensayo que busque, en particular, una contraposición entre los imperios de la Antigüedad y los pueblos periféricos de los mismos, aquellos denominados bárbaros de un modo general aunque tuvieran sus propias culturas más o menos desarrolladas (a diferencia, por ejemplo, de Imperios y bárbaros de Peter Heather). Se trata, más bien, de una panorámica del mundo entero sobre los pueblos y civilizaciones de esta época, aunque la cuestión de civilizado vs bárbaro se trate o contemple en sus páginas.
Solo por la magnitud del proyecto es evidente que no se trata de una obra exhaustiva: en 400 páginas es imposible profundizar en todos los pueblos, culturas y civilizaciones que han existido en eso que llamamos la Antigüedad. Además, hay que tener en cuenta que se aborda esta desde un punto de vista eurocéntrico. Aunque Pierre Lévêque nos lleva nada menos que hasta Oceanía, el continente americano queda excluido de la obra porque no tuvo un contacto reseñable (al menos desde el punto de vista del siglo XX) hasta siglos más tarde.
También hay que tener en cuenta las inclinaciones del autor. Como ya vimos en La aventura griega, Pierre Lévêque es una eminencia en lo que a helenismo se refiere, por lo que es inevitable que Grecia y Roma ocupen un espacio de privilegio dentro de la obra, así como los celtas y otros pueblos que tuvieron contacto con el Imperio romano, como los árabes, los germanos o los baltos. Solo el cuarto capítulo está dedicado al Lejano Oriente, donde se incluye desde China y Japón hasta los pueblos aborígenes del sur, mientras que el primero corresponde a Grecia y el segundo a Roma.
Esta descompensación no empaña una obra ambiciosa y francamente interesante, sobre todo para tener una idea general del mundo clásico. Al menos, hay referencias a todos los pueblos de los que tenemos noticias de este periodo, muchos de los cuales ni siquiera se mencionan en las obras de divulgación generalistas sobre la cultura grecolatina. Solo por ello, la lectura merece la pena. Hay también numerosas curiosidades y el mosaico que se nos presenta, gracias a la escritura eficaz y clara del autor, es una buena referencia.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que Imperios y bárbaros está concebido como una obra descriptiva. Aunque, por supuesto, esté marcada por la perspectiva personal del autor, no busca emitir ninguna tesis ni hacer ningún análisis profundo de las relaciones entre las civilizaciones o los modelos organizativos de cada cultura, sino, simplemente, darlos a conocer. Así, se puede considerar un libro de consulta, una suerte de punto de partida, para continuar después el viaje hacia alguno de esos apasionantes pueblos.
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