Emma
Reseña de la adaptación de Nancy Butler y Janet K. Lee de la obra de Jane Austen
Panini Comics nos presenta dentro de su línea Clásicos Ilustrados Marvel una obra atípica. No se trata de una historia de aventuras o épica, como en anteriores entregas, sino de una narración intimista: Emma, de Jane Austen. La adaptación a cómic ha sido realizada por Nancy Butler, mientras que el apartado gráfico ha corrido a cuenta de Janet K. Lee.
Admiro profundamente la obra de Jane Austen, para mí una de las mejores plumas en cuanto a crítica social, perfil de personajes y retratos costumbristas. Dentro de los autores del siglo XIX, encuentro que ha sido quizás la que más finura ha mostrado a la hora de dar vida a sus creaciones, destilando un humor y una perspicacia admirables para alguien sumido en su propio tiempo y sociedad. Esa sutilidad así como la viveza de sus cuadros me fascinan. Por ello, tenía mucho interés en descubrir esta adaptación.
He de decir que cumple la difícil tarea de llevar a cómic, y encima seriado (la colección original era una miniserie en cinco entregas), una novela que es compleja y rica en matices. El apartado gráfico, además, se aleja de la mera recreación para trabajar con las sensaciones y los sentimientos, dando prioridad a la expresividad de los personajes frente a una posible recreación más literal. Así, sin sacarnos del sabor de la época, consigue poner el peso de la narración en las emociones.
Este enfoque responde al propio guión, tal y como Nancy Butler deja entrever en su prólogo. De todas las virtudes de Emma (la novela, no el personaje), la autora ha optado por poner en primer plano la construcción de los personajes. De esta manera, resalta la atemporalidad de la historia que se cuenta: nos centramos en la joven algo atolondrada, de buena voluntad, que mediatizada por la sociedad en la que ha crecido va metiéndose donde no la llaman sin ser demasiado consciente ni del peso de sus actos, ni de sí misma y sus emociones, de hecho.
Entiendo la decisión: una de las características de los clásicos es que se pueden transponer a otras épocas sin perder su fuerza. Personalmente, no obstante, hubiera preferido que fuera el contexto histórico el elemento situado en primer plano, el cual se disfruta igualmente, a pesar de que el reparto puede resultar algo excesivo para la extensión de la adaptación, aun sin tener el protagonismo que pudiera haber tenido.
De esta forma, Emma es una adaptación muy personal de la obra homónima, bien ejecutada y capaz de resaltar tanto la atemporalidad ya citada como el magnífico trabajo de personajes realizado por Jane Austen.
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