La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías

Reseña de la obra del Colectivo Juan de Madre publicada por Aristas Martínez

Esta es una de las obras más interesantes que he leído este año. Me resisto a llamarla novela porque si bien funciona como una y se puede leer de un modo lineal, La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías es también un interesante experimento sobre la estructura narrativa. No es, además, un experimento vano ni injustificado, sino que se entiende dentro del argumento.

Simplificando de un modo burdo, su eje central son los viajes en el tiempo. En ese sentido, se podría considerar una obra de ciencia ficción interesada, sobre todo, en los aspectos psicológicos, sociales y filosóficos: si bien el artefacto (no es propiamente una máquina, sino un objeto peculiar) es descrito con suficiente detalle, así como sus principios de funcionamiento, el peso de la trama reposa en el elemento humano, en lo que supone hacer uso de una posibilidad como la de viajar en el tiempo en las circunstancias particulares del protagonista.

De la ciencia ficción también tiene ese aspecto detallista, amante de los elementos que dan solidez al conjunto. En este caso, además, adquiere una dimensión apabullante gracias a la propia estructura: a través de recortes de periódico, incisos históricos y capítulos más propiamente narrativos se nos plantean todos los elementos que justifican esta historia, si no creíble, sí plausible cuando se aceptan determinadas premisas. El ingenio con el que se plantean estos elementos es mayúsculo, y es que hay que especificar que toda la fantasmagoría de La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías se apoya en datos reales, lo que la hace todavía más misteriosa y sugerente. También más meritorio el trabajo de relojería que se ha hecho en ella.

La obra está llena de referencias históricas y populares, desde los Sex Pistols al dadaísmo pasando por los crímenes decimonónicos y las teorías científicas descartadas. Visitamos la Barcelona oculta y la Nueva York desatada, los encuentros surrealistas y lo mezquino de lo cotidiano. Hay espacio para Lewis Carroll y para Enriqueta Martí, y también para Gaston Leroux y los crímenes de cuarto cerrado. Además, sin estridencias de ningún tipo.

El Colectivo Juan de Madre sigue siendo para mí una deliciosa incógnita. Cuando leí La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías ya sabía que no se trataba de un único autor, pero sigo sin encontrarle las costuras a su trabajo de equipo. Si la obra ha sido compuesta como un collage, como una antología o como una novela a varias manos, lo desconozco y no me atrevería a aventurar nada. Además, en esta ocasión han contado con el trabajo gráfico de Javier Jubera García.

Con todos estos elementos, es muy difícil hacer una reseña precisa sin romper algún engranaje por sobreexposición. Valga decir que es una lectura que no dejará indiferente, que rebosa ingenio, que es valiente no solo en el aspecto técnico, sino en los temas que trata, que deja huella y que es un raro placer descubrir, poco a poco, a dónde nos está llevando. En mi opinión, La insólita reunión de los nueve Ricardo Zacarías es el mejor trabajo de este colectivo hasta la fecha y una obra que merece no pasar desapercibida.