The Victorians
Reseña de la serie de documentales conducidos por Jeremy Paxman para la BBC
La época victoriana ha sido largamente tratada en diversos medios culturales tanto por su interés intrínseco como por la cantidad de información que sobre ella tenemos. Por lo tanto, lo primero que cabe preguntarse de un documental como The Victorians (Los victorianos) es ¿qué es lo que aporta de novedoso? La respuesta está en su subtítulo: Su historia en lienzos.
Esta serie presentada por Jeremy Paxman nos acerca la realidad de la era victoriana a través de uno de sus medios artísticos: la pintura. En medio de los grandes cambios estilísticos del siglo XIX y a punto de ser desbancada por la fotografía y el cine como medio de transmisión visual, la expresión pictórica decimonónica nos puede brindar todavía muchas claves sobre los sentimientos y las perspectivas vitales de quienes vivieron la época, sobre todo de la clases pudientes. Curiosamente, así como a la literatura anglosajona del siglo XIX se le ha dedicado con frecuencia reportajes de todo tipo, la pintura parece haber disfrutado menos de este interés.
El documental se articula de un modo muy ameno, intercalando visitas de Paxman a localizaciones que aún perduran de la época (calles, museos, palacios, etc.) con muestras acompañadas de voces en off de los mencionados cuadros. The Victorians no se centra tanto en sus autores como en las temáticas abordadas y, sobre todo, en el porqué de abordarlas. Es un documental social, que pone el acento en las sensibilidades más que en los hechos históricos.
Se divide en cuatro capítulos, cada uno de una hora aproximada de duración:
Painting the town (Pintando la ciudad) nos plantea la transformación urbanística de Inglaterra, principalmente, cómo de una sociedad eminentemente rural se va evolucionando a una centrada en grandes ciudades a causa del desarrollo industrial y el comercio de ultramar, con las colonias. Esta transformación no fue suave ni gradual, y dejó su impacto tanto en la disposición actual de las ciudades como en las sensibilidades y miradas de quienes la vivieron.
Home Sweet Home (Hogar, dulce hogar) aborda la nueva concepción de la familia que vino impulsada por la reina Victoria. Es un capítulo que arranca de manera más intimista, enseñándonos cómo vivían las familias acomodadas, pero que termina desembocando en aspectos sociales más abiertos, como las enfermedades de transmisión sexual o la presión a la que se veían sometidas las mujeres en el siglo XIX, siempre a través de la pintura.
Having It All (Teniéndolo todo) pone el acento en el importante desarrollo que tuvo el Imperio Británico durante la época victoriana, tanto como potencia industrial y pionera tecnológica como en tanto que gran imperio colonial. El importante crecimiento económico tuvo, por supuesto, su reflejo en el arte pictórico, desde los cuadros triunfalistas y alegóricos a las denuncias sociales por la dureza de las condiciones de trabajo en algunos sectores.
Finalmente, Dreams and Nightmares (Sueños y pesadillas) cierra el ciclo a través del lado más espiritual de la sociedad: religión, descubrimientos científicos que ponían patas arriba la concepción del mundo, el amor por lo sobrenatural (espiritismo, ghost story) y lo macabro, la recuperación de lo feérico... Es un episodio variado que conecta bien con todos los dualismos propios de la época victoriana.
En definitiva, una serie de documentales muy originales, muy bien planteados y tan amenos como instructivos. Sin ahondar demasiado en ninguna de las cuestiones que trata, The Victorians se muestra capaz de plasmar una interesante panorámica en el lienzo de la Historia.
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