Tartesios, iberos y celtas
Reseña de la obra de divulgación de Manuel Bendala publicada por Temas de hoy
Tartesios, iberos y celtas es una obra dirigida al gran público, tal y como explica el autor, Manuel Bendala, en su introducción, lo que la convierte en un buen punto de partida para conocer los pueblos prerromanos que habitaron en la península ibérica. Está pensada para todo tipo de lectores y no exige grandes conocimientos previos de historia para poder ubicarse con facilidad en las explicaciones.
El libro se divide en cuatro grandes bloques y sigue una línea más o menos cronológica. Arranca con el reino de Tartessos y directamente aborda la cuestión de sus orígenes míticos. Una vez centrada esta cuestión, se dedica a profundizar en las evidencias históricas para dar cuerpo a un país que con frecuencia queda sepultado en las brumas de la leyenda cuando tiene una realidad palpable detrás que conviene no olvidar.
En una segunda fase, y siguiendo la estela de lo explicado en el apartado anterior, desarrolla lo que supuso el impacto de la instalación de colonias griegas y fenicias en las costas de la península. Esto permite establecer un puente entre el ya no tan mítico Tartessos y los más tangibles celtas e íberos. A estos dos últimos “pueblos” dedica los dos últimos capítulos, explicando sus diferencias y sus puntos en común.
Este tratamiento permite ordenar las ideas en torno a estos nombres que hemos escuchado tantas veces y que no siempre identificamos o ubicamos con facilidad. Al mismo tiempo, Manuel Bendala establece con acierto los vínculos y vasos comunicantes entre estas culturas, dejando siempre claro que no son compartimentos estancos ni estáticos, sino realidades sociopolíticas que evolucionan en el tiempo e se relacionan entre sí.
Hay que precisar que Tartesios, iberos y celtas no pone el acento en fechas, batallas o política internacional, sino que busca hacer más concretas y tangibles estas culturas acercándonos su arquitectura, sus creencias, su organización social, etc. De esta manera, el clásico mosaico de nombres sobre un mapa adquiere auténtico relieve. El autor no duda tampoco a la hora de intercalar incisos sobre arqueología que ayudan a entender más la cuestión de los pueblos hispánicos en la Antigüedad y cómo se han ido identificando, clasificando y, en definitiva, desenterrando de las arenas del olvido.
El tono durante toda la obra es el de un apasionado que diserta frente a sus alumnos o un auditorio interesado, y en muchas ocasiones Manuel Bendala se deja llevar por su entusiasmo y saca una prosa lírica poco habitual en este tipo de monográficos. Este estilo, que en ocasiones llega a mostrarse ampuloso, no estorba ni perjudica a la hora de transmitir, pero sin duda llamará la atención. También es cierto que da un sabor único a la obra.
Así, Tartesios, iberos y celtas es una buena obra de referencia para quien quiera tener una primera panorámica de los pueblos prerromanos o pasar, simplemente, un rato de lectura entretenida de temática histórica.
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