A escondidas

Reseña del disco de David Salas editado por Pregunta Ediciones

En El último concierto de David Salas, Roberto Malo creó un cantautor a través de una novela que, en realidad, era más bien un concierto. Era narrativa musical que generaba un híbrido particular entre la literatura y la música. El narrador / cantautor se perfilaba a sí mismo a lo largo de las confesiones que realizaba al ritmo de sus propias canciones y, en el proceso, íbamos vislumbrando todo un mundo tras él. Un mundo humorístico y lleno de referencias a los mitos del mundo de la música.

Entonces, meses después, como ocurre con las creaciones que de verdad tienen alma, David Salas trasciende y nos encontramos con que Pregunta Ediciones ha lanzado su disco. Sí, su disco. No es el primer personaje que sin carne ni hueso realiza esta proeza, pero no deja de resulta impactante.

Los artífices de esta alquimia son por un lado, cómo no, el propio Roberto Malo, que brindó las letras a las canciones, y por otro Juan Verón Gormaz, que ha desenterrado de entrelíneas la música que les da vida con un acierto y una originalidad sorprendentes. Para completar la magia, Juan Manuel Lassa Vergara ha brindado la voz al cantautor y Ángel Marquina y Jaime Millán han apoyado con sus instrumentos al propio Verón.

El resultado es impresionante. Por un lado, es innegable que han conseguido dar aún más cuerpo al propio David Salas: el tono de las canciones, el modo de cantar, la puesta en escena... son elementos que nos recuerdan a ese personaje entre bufo y entrañable, algo desustanciado pero con mucha sustancia en ocasiones, que robaba tu atención en la novela.

Por otro lado, el disco es un disco de verdad. Es decir, no es simplemente un complemento a la novela o un juego metaliterario, sino una auténtica obra de estilo cantautor. Además, de uno con un carácter propio, zascandil, humorista y desenfadado, que bromea con los tópicos del género al tiempo que pone pasión en ellos y que, cuando menos te lo esperas, te sorprende con bombazos como Olimpiadas.

Un disco, en definitiva, que no es una mera adaptación, sino una obra ligera para disfrutar cuando tienes ganas de esbozar una sonrisa y disfrutar un rato distendido.