Megazoria: Eduania
Trasfondo del corazón de la Galia
Eduania o Hedia, la tierra de los eduos o haedui, es el paradigma de la Galia: al abrigo de sus bosques, en sus valles y aprovechando los cursos fluviales, una rica civilización ha extendido sus dominios y los defiende frente a depredadores de todo tipo.
Aspectos geográficos
Valles y montañas se alternan en esta región que se abre hacia el oeste a través del río Liga y limita al este con la tierra de los sequanos. De clima continental, la tierra se cubre de bosques caducifolios que florecen al ritmo de las estaciones. Las precipitaciones son abundantes y se alternan inviernos plenos de nieve con veranos cálidos que favorecen la agricultura. La accidentada orografía favorece los cursos de agua navegables, que permiten comunicar toda Eduania.
Fauna
Los eduos han domesticado en buena medida la naturaleza circundante. Aunque en los bosques y quebradas se refugian manadas de lobos, osos cavernarios y en los valles aún se encuentran manadas de uros y piaras de paraentelodones salvajes, las grandes bestias son presas de los galos... al menos de los más precavidos. Esta presión humana ha hecho que aunque la fauna mantenga su riqueza se haya vuelto más parca en grandes criaturas y haya dejado más espacio para vulpes, pequeños nimrávidos, gamos y cérvidos de pequeña envergadura.
Habitantes
Los eduos y todas las demás tribus con las que emparentan, como los senones o los parisii, son celtas de pieles claras y cabellos que van desde el moreno al rubio oscuro. Lucen bigotes y cabellos largos, a veces trenzados, o cortos indistintamente, y visten ropas de lana teñida de vivos colores con patrones geométricos: pantalones y polainas, túnicas cortas, zapatillas de cuero, cinturones decorados con metal, capas con capucha...
Lengua: Gaélico
Escritura: Los druidas impulsan la memoria como sistema de transmisión del conocimiento, por lo que la escritura no es frecuente. No obstante, a causa de los intercambios comerciales con pueblos meridionales a veces se encuentran inscripciones en abecedario latino o alfabeto etrusco.
Algunos nombres de ejemplo: De hombre, Catuat, Acco, Convictolave, Lisco y Sedulo. De mujer, Lucilla, Nevena, Imilla, Camena o Nucnia.
Sociedad y gobierno
Aunque cada tribu presenta variaciones sobre el sistema adoptado por los eduos, estos son la referencia en la región y son gobernados por un vergobreto, un monarca electo anualmente bajo los auspicios de los druidas entre los aristócratas de la tribu que tiene poder de vida y muerte sobre el resto de los miembros y que, por el contrario, no tiene el derecho de salir del territorio durante su mandato. Los hombres libres, no obstante, tienen voz dentro de las asambleas y han de ser oídos por el vergobreto y los príncipes.
En torno a las grandes familias se han fundado núcleos urbanos de varios miles de habitantes, como Bribacte, Avaricum o Alesia, poblados fortificados con muros de piedra que sirven de centros comerciales y de gobierno y funcionan más como una confederación voluble que como un reino propiamente dicho.
Las relaciones con otras tribus vecinas son cambiantes, incluso con los parientes germanos de la Bélgica, aunque una enemistad tradicional se mantiene con los sequanos y vínculos de amistad con pueblos meridionales latinos.
Religión
Los eduos rinden culto indiferentemente a todas las deidades del panteón galo: Teutates y Rosmerla, Belisma y Epona, Beleno, Cernumnos... Estas deidades están ligadas a zonas geográficas concretas, como Vosgos, o protegen artes u ocupaciones humanas, que son las que marcan las preferencias de sus devotos. Sus altares y santuarios se funden por lo general con el paisaje.
Aunque por el papel ilustrador de los druidas, que ejercen de consejeros y hombres políticos por todo el territorio, los adivinos y los curanderos son mirados por muchos eudos con cierto menosprecio, estos siguen teniendo mucho predicamento entre los supersticiosos.
Los aristócratas eduos se hacen enterrar en suntuosas tumbas con sus armas y ajuares, incluidos algunos carros a la vieja usanza... siempre y cuando no terminen decapitados en algún santuario inaugurado en el campo de batalla con los cuerpos de los vencidos y sus armas arruinadas. La costumbre de cortar cabezas de enemigos para conservarlas como recuerdo en un baúl sigue vigente aunque los conflictos bélicos hayan remitido en algo.
Actividades económicas y lúdicas
Los eduos mantienen una industria y un comercio prósperos. A nivel local se producen herramientas, cerámica y orfebrería, y también productos que se exportan hacia el sur, por lo general, como carne en salazón o ropas de lana. En cambio, se importan cráteras y vino, así como algunos otros productos de lujo que, a veces, siguen su camino todavía más al norte.
La ganadería ovina es de gran importancia, aunque también se mantienen piaras y rebaños de bóvinos, así como algo de ganado aviar en los poblados. Como animales de tiro, utilizan uros domesticados, bueyes y paleoterios.
El ocio se articula en torno al salón del príncipe, donde se reúnen los hombres libres y toman asiento en función de su estatus y sus servicios recientes. Los banquetes se complementan con baladas y danzas animadas por los bardos.
En la guerra
Los eduos se organizan en torno a sus líderes para la guerra de un modo casi feudal. Los más pudientes tienen sus propios guerreros profesionales, llamados ambactos, que cuentan con armaduras de malla, cascos de metal cónicos decorados y espadas de doble filo de bella factura y sin apenas guarda. Los hombres libres combaten con su propio armamento, que por lo general se compone de coraza y casco de cuero, lanza, espada y escudo oval, organizados en batallones que presentan sólidas líneas de batalla. Los siervos y los más jóvenes forman una infantería ligera que hostiga con venablos y piedras al enemigo.
La caballería incluye carros y jinetes de tipos variados. Los más poderosos montan a los temperamentales y terribles paraentelodontes, gigantescos jabalíes de un metro ochenta de altura que cubren de corazas y amenazadores yelmos metálicos. Otros nobles optan por tiros de paleoterios. También se entrenan mastines de guerra, que han mostrado su utilidad para contrarrestar la movilidad de los caballos introducidos por los germanos.
Los desafíos, bien entre líderes de ambos campos, bien por espontáneos, a veces casi desnudos, que buscan llamar la atención y labrarse fama y fortuna, no son raros en los campos de batalla y suelen servir de preludio durante los insultos y las amenazas.
En el mar
Para aprovechar la red fluvial los eduos construyen bien barcas de una sola pieza en un tronco vaciado, bien barcazas ovales de mucha mayor capacidad realizadas a base de unir tablones con varias piezas en U abierta a base de clavos que luego se impermeabilizan con musgos y otras materias vegetales. Son embarcaciones funcionales que se propulsan, por lo general, por la propia corriente del río o mediante pértigas o son remolcadas desde la orilla por animales de tiro.
Posibilidades de aventura
Aunque la presión de los pueblos germanos es mucho menor que en los territorios orientales de la Galia, Eduania sigue expuesta a la presión de la guerra, bien frente a ejércitos errantes, bien con sus tradicionales enemigos los sequanos, bien a causa de luchas intestinas por el poder: los aristócratas son belicosos y los consejos de los druidas no siempre son bien escuchados... ni tampoco están exentos de intereses personales. De este modo, las aventuras bélicas relacionadas con los equilibrios de poder de las distintas tribus son una clara posibilidad.
El tamaño de algunos centros urbanos, como Bribacte, permite también la realización de aventuras más de ciudad, como robos o espionajes, que se pueden complementar con salidas a terreno abierto: aunque los bosques de Hedia no son tan impresionantes como los de sus vecinos, la caza sigue siendo una actividad importante y no está exenta de riesgos, aunque solo sea por la presencia de bandoleros y forajidos.
Las relaciones de los eduos con pueblos meridionales, etruscos, helenos y latinos, puede dar pie a aventuras relacionadas con las rutas comerciales, la diplomacia u otro tipo de intrigas. No es raro que los jóvenes eduos sirvan como mercenarios en unidades propias en los conflictos del sur, sobre todo del lado de los romanos, con quienes tienen vínculos de hermandad, y ¿quién sabe qué secretos o problemas pueden traerse de vuelta a sus tierras de origen?
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