OZ entrevista a Víctor M. Ánchel

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El escritor nos habla de Stonecraft: Círculo imperfecto, publicada por Saco de huesos

Víctor M. Ánchel presenta este mes su novela Stonecraft: Círculo imperfecto, que publica Saco de huesos en su línea A sangre con ilustración de portada de Víctor Santos. Músico de profesión —ejerce como solista en la Orquesta Nacional de España desde el año 1999— y después de haber ganado premios como el Domingo Santos o el Axxón 2001 Mundos Diferentes en la categoría de Mejor Novela de Fantasía con la novela corta El Medallón, trae un estilo propio lleno de ritmo que consigue aunar con acierto la literatura de terror con la novela negra. En la siguiente entrevista intentamos acercaros algunas claves de esta sinergia.

 

NoCírculo imperfecto - Stonecraft - Víctor M. Ánchelvela negra y monstruos: ¿cómo surge la combinación?

Bueno, me gustaría decir que se me ha ocurrido a mí solo, pero no, qué va. En realidad no es una combinación demasiado nueva que digamos. Hay quien da más peso a lo negro, como el irlandés John Connolly o la francesa Fred Vargas; al propio Stephen King se le da muy bien (cuando le da por hacer su magia con algo más “negro” de lo habitual). Y luego hay gente que prioriza lo fantástico, como Jim Butcher o Charlie Huston. ¿Cómo surge? De forma muy natural. El buen hard-boiled se nutre de arquetipos y estereotipos, y pocos personajes llevan mejor lo de vestirse de arquetipo que los seres de origen fantástico o mitológico. La novela negra y los monstruos hacen una ensalada maravillosa.

 

¿Este tipo de mezclas las ves propias de nuestra generación o todavía hay mucho escritor aferrado a viejos esquemas?

Los escritores aferrados a viejos esquemas, como tú bien dices, no escriben novelas: producen libros. Y a mí me parece que escribir una novela no es producir un libro.

La novela es un arte en sí mismo. Hay quien dice que ni siquiera es literatura, aunque no estoy del todo de acuerdo; pero sí creo que es un arte total, complejo y ecléctico donde todo cabe. Especialmente desde inicios del siglo XX se escriben novelas sin género definido donde hay elementos del terror más cerval unidos al costumbrismo, la experimentación, el negro (europeo o americano), el realismo fantástico, el sexo o el humor. En España tenemos una gran tradición de escritores a quienes gusta mezclar, y los buenos aficionados al fantástico o la ciencia ficción alucinarían al saber lo que escribe más allá de las barreras artificiales que son los géneros alguien como Rafa Marín. ¿Sabes que Rafael Marín está creando en estos momentos la serie de novelas negro-costumbristas más importante de nuestro país junto a Montalbán? Otros grandes como Rodolfo Martínez han escrito perfectos ejemplos de macedonias de géneros. León Arsenal, Javier Negrete, mi paisano Juanmi Aguilera… ninguno escribe literatura de un género. Sería tan aburrido hacerlo, ¿no?

 

El jazz tiene un peso específico en Stonecraft: Círculo imperfecto. ¿Cómo se consigue la simbiosis entre la escritura y la música?

En mi caso es un proceso muy natural, porque soy músico. No es fácil de explicar, pero yo pienso en música del mismo modo en que tú piensas en castellano o en cualquier idioma que te sea propio. Vivo rodeado de música, en mi trabajo, en mi hogar, en mi ocio. Cuando leo escucho música, cuando escribo también. Jazz, hip-hop, pop, rock, heavy metal o barroco, lo que sea; cada música tiene su momento, porque cada estado de ánimo necesita su propia música. Círculo imperfecto está compuesto como una ópera: tres actos con dos interludios (sueños) y una Coda (epílogo). Hasta escribí una introducción en forma de obertura que después deseché. Cada capítulo tiene su música, el protagonista escucha a Jamiroquai, a Sinatra, jazz de distintos tipos… y es pianista. Hay menciones a violines Stradivarius perdidos y un capítulo es un enrevesado homenaje al dodecafonismo (no, no diré cual). Incluso utilizo técnicas propias al lenguaje musical como el leitmotiv en forma de resonancias, que se encuentran diseminadas por todas partes (como las cicatrices que unen a muchos de los personajes).

 

Esta es una novela protagonizada por un personaje (y un escenario) que pide a gritos más aventuras. Qué surgió primero, ¿Stonecraft o su Círculo imperfecto?

Primero fue Stonecraft. Como ocurre casi siempre, todo comenzó con un “¿Y sí…?”. En el caso de Stonecraft fue “¿cómo sería la vida de un tipo como éste en el Siglo XXI?”. La respuesta fue “sería una vida solitaria”. Y ahí está todo.

Empecé escribiendo un relato en el marco donde se desarrolla la novela (relato que publicó Artifex en su tercera época), y luego esbocé una novela ambientada en los años 30 y escrita por uno de los secundarios de Círculo imperfecto (Elías Meth. Me encanta este tipo). Pero lo dejé porque aquella era una historia pulp con tintes heroicos ¡y nazis!, y lo que a mí me interesaba de Stonecraft no era lo que es capaz de hacer con sus puños, sino sus miedos y el horror que circula en el interior de su cabeza. Y ahí nació Círculo imperfecto que, como bien insinúas, sólo es la punta del iceberg.

 

Círculo imperfecto - Stonecraft - Víctor M. ÁnchelEn la novela encontramos referencias a grandes clásicos de la mitología de terror (y no solo literaria). ¿Ha habido una documentación activa o son piezas de un puzle que se han ido colocando "solas"?

Hay mucha documentación detrás, y la mayor parte pasa desapercibida (espero). Incluso cuando doy con una pieza por casualidad, de esas que surgen del inconsciente y se coloca sola, hay pulido y documentación. Nunca me había documentado tanto y a tantos niveles, y quizá por eso, un poco como mecanismo de defensa de mi organismo cansado, mi siguiente novela se desarrolla en el Madrid que transito a diario.

Los clásicos de la literatura de terror están ahí, en efecto, y también sus referentes primigenios (mitos, leyendas, fábulas) y sus hijos pequeños (del cine y la televisión). Pero me interesaban mucho los orígenes; quiero decir, no “los vampiros”, por poner un ejemplo, sino “el vampiro”. ¿Dónde apareció por primera vez en negro sobre blanco? Bueno sí, durante los procesos legales contra el vampirismo de los siglos XVI y XVII (y eso también está en Círculo imperfecto). Pero literariamente hablando… ¿dónde? ¿Quién fue el primero? Y ¿cómo eran esos chupasangres?

A estas alturas estamos ya hasta las narices de vampiros románticos, vampiros que brillan, vampiros jodidos por sus problemas existenciales… venga ya, volvamos al origen, ¿no?, devolvámosles su apetito, su ansia, su codicia. Y así con todos: hadas, cambiaformas, horrores preternaturales o monstruos nacidos de la cábala. Todos están en Círculo imperfecto, viviendo con mayor o menor fortuna sus miserias en un mundo que los ignora, pateando con sus pezuñas de tres dedos el asfalto de New York de camino al trabajo.

 

También los clásicos de la novela negra tienen su importancia. ¿Es esta una novela negra con pinceladas de fantasía oscura, una novela de terror con ritmo de novela negra o el inevitable resultado de un escritor que no sabría con cuál de los dos géneros quedarse?

Buena pregunta para la que no tengo una sola respuesta. En realidad me resulta mucho más fácil decir lo que no es: Stonecraft no es una novela de terror con ritmo de novela negra. Pienso más bien que Círculo imperfecto es una novela negra dentro de un marco fantástico. Es decir, lo que ocurre no sigue las claves del fantástico, ni su epicidad, y el protagonista no puede lanzar bolas de fuego a lo Harry Dresden, sino que tenemos un detective torpe, un bruto sin suerte que se topa casi por casualidad con un cadáver tras otro y que, una vez cerrado el asunto, sigue sin tener una clara idea de qué es lo que ha ocurrido. Pero quizá tengas razón después de todo y esta novela sea el inevitable resultado de un escritor que no sabe con cuál de los dos géneros quedarse. ¿Y sabes?, me gustaría creer que es así.

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