Miss Endicott

Imagen de Anne Bonny

Reseña de la obra de Derrien y Fourquemin publicada en España por Planeta DeAgostini en su colección BD

 

Este cómic ha sido una de las sorpresas más agradables de este año. Francamente, no tenía ni la menor idea de lo que escondían sus páginas. No había oído hablar de él, ni siquiera viviendo en Francia, ni conocía a los autores. Y, aun así, desde la primera página me tuvo cautivado.

 

En primer lugar, obviamente, fueron los ambientes siniestros y decimonónicos. Los cementerios, las bucólicas calles del Londres del siglo XIX y el ambiente en general de viejas mansiones y abigarradas bibliotecas siempre me ha gustado. Por supuesto, en este punto el dibujo -y el color- de las ilustraciones de Xavier Fourquemin fueron determinantes.

 

No es sólo que tenga esa magia para captar la esencia del escenario sin recurrir a un fotorealismo que, muchas veces, resulta acartonado; efectivamente, sus lápices tienen esa habilidad elástica de sugerir metiéndote dentro obligándote al mismo tiempo a adecuarte a su lenguaje, algo muy de cómic, pero no es eso lo que resulta tan impactante, sino el carácter que rezuman sus personajes y la vitalidad de los mismos: la dinámica de este cómic supera con creces a la de muchos tebeos "de acción", sean de superhéroes o de épica en general. Algunas de sus viñetas son auténticas obras de arte de la cinética, y eso es algo que da mucha vida a los personajes.

 

Los personajes, sí, que gracias al guión y a este tratamiento gráfico fueron los que me encandilaron en segundo lugar: todos parecían ocultar alguna historia misteriosa, cautivadora, y así era, como fui descubriendo, una vuelta de tuerca tras otra, a lo largo de la trama. Ésta, hay que decirlo bien claro, es la guinda del pastel. Aventuras, misterio, humor, ciencia ficción, fantasía, mitología clásica y contemporánea de la mano, algo de terror... y todo desde una óptica único, original hasta la médula aun sin renegar de elementos conocidos.

 

Sinceramente, cuando cogí Miss Endicott esperaba -y me conformaba con ello- una historia del siglo XIX con unos dibujos simpáticos. Lo que había bajo la portada es mucho más: una obra maestra en la que se tocan todos los registros que os podáis imaginar del cómic con una habilidad y un estilo que me han animado a seguir la pista de sus dos artífices: Derrien y Fourquemin. Impresionante, para quitarse el sombrero.

 

No voy a contar nada más porque merece la pena descubrirlo por uno solo. Creo que las ilustraciones que acompañan el artículo bastarán como anzuelo. Sólo puntualizar que la edición española de Planeta DeAgostini está totalmente a la altura de la obra: un coloreado impecable, buena calidad de papel, tapas duras para un cómic que, sin duda, será releido y la totalidad de los dos volumenes que componen la obra. Esperemos que haya una continuación, porque esta novela gráfica bien lo merece.

 

Sinopsis (Cortesía de Planeta DeAgostini)

 

Prudence Endicott ha encontrado trabajo como ama de llaves en una casa victoriana del Londres del siglo XIX... pero, además, se dedica a resolver los problemas de la sociedad londinense, como hacía su madre antes que ella.

 

Miss Endicott supone un soplo de aire fresco al género del steampunk, una serie que ha cosechado una muy buena aceptación tanto entre la crítica como entre el público en el mercado francés.

 

Autores

 

Jean-Christophe Derrien: Aunque especialista y apasionado del cine y la televisión, los cómics ocuparon ya durante sus estudios en Aix-en-Provence un lugar preeminente en su vida, época en la que fue redactor jefe del fanzine Rainbow Warrior. Como guionista ha trabajado en la adaptación a dibujos animados de Blake & Mortimer, Spirou, Bob Morane, así como en episodios de Kong, Xcalibur, Capitán Fracasse, Frog et Fou Furet y Skyland. También es articulista de cine en <link MonsieurCinema.com MonsieurCinema.com>. Es autor de Time Twins con Frédéric Vignaux y Miss Endicott con Xavier Fourquemin.

 

Xavier Fourquemin nació en 1970 en Neuilly-sur-Seine. Estudió cómic en la Academia de Bellas Artes de Tournai, en Bélgica. En febrero de 1996 publicó L’immonde Bête (La bestia inmunda) en la revista Gotham, de Vent-d’Ouest. En junio de 1997, saldría Alban, su primera serie con guión de Dieter, en la revista Golem de Ediciones Le Téméraire. Más tarde, emprendería Outlaw con el mismo guionista, esta vez con ediciones Glénat. En el 2007, junto a Jean-Christophe Derrien, publicaría el díptico Miss Endicot con Lombard.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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