Reseña de la primera novela de Sherlock Holmes escrita por Arthur Conan Doyle
Aunque conocía sobradamente al personaje y he leído desordenadamente unas cuantas de las obras que protagoniza, me he propuesto abordar a lo largo de este año las aventuras completas de Sherlock Holmes en versión original. El investigador ingenioso por excelencia está tan metido en nuestro imaginario colectivo que es difícil saber qué deriva de la obra original y qué no. Espero averiguarlo al tiempo que, obviamente, disfruto de una lectura entretenida.
Estudio en escarlata sienta desde el principio las bases de lo que será Sherlock Holmes: un tipo excéntrico, pragmático en su propia concepción del término (pues lo que considera útil, vital incluso, puede ser de lo más peregrino para los comunes mortales), algo impertinente, pasional... Unos ingredientes que mezclados con la mano hábil de Arthur Conan Doyle lo convierten en un personaje tan original como carismático. Watson queda designado como narrador admirativo del protagonista y, en cierto modo, de contrapunto de este.
En este sentido, la novela sigue funcionando muy bien. El método deductivo que desarrolla el detective, sea para lucimiento personal, sea para resolver el caso que les ocupa, resulta fascinante para el lector y engancha irremediablemente. Hay que ponerse en la piel de los hombres de la época, pero, sin duda, funciona. El equilibrio de personajes, además, está bien medido, lo justo para que brille Holmes pero no avasalle.
La estructura de la historia, por el contrario, ha quedado algo más desfasada. La primera parte, la policíaca, discurre bien y a buen ritmo, pero cuando entramos en el flashback, en esa especie de interludio retrospectivo que nos lleva a Estados Unidos, no podemos evitar sentir un cierto anticlímax. La parte de los mormones funciona como historia de aventuras, pero no es lo que esperábamos en una novela policíaca. En cualquier caso, no deja de ser entretenida y curiosa.
El conjunto pasa sin problemas la prueba: Estudio en escarlata sigue siendo una novela fascinante, que estimula la curiosidad, deja con ganas de más y entretiene. Un magnífico debut que justifica, por sí solo, el interés que despertó el detective.
No olvides que (si no recuerdo mal…) la novela se publicó por entregas en la prensa de la época. Si mi memoria no me falla, y ya sabes que cuando uno fuerza la memoria entra en el terreno de la imaginación, ¿cómo crees que pudo haber influido en el autor este particular sistema de publicación hoy rescatado en Internet?
[Siempre he pensado que la historia de los mormones y el rescate y "captura" de los dos (sub)protagonistas debía haber sido el comienzo de la novela, teniendo luego la historia un flashforward. Pero claro… no habría sido lo mismo].
Cuánto cuentista