En el Taller en los tiempos de OJ hicimos algún ejercicio así y la verdad es que es muy enriquecedor. Es bueno plantearse desafíos concretos, como el crear un lienzo, para mejorar algunas técnicas. Este micro, en concreto, salió de uno de esos ejercicios, pero ahora no sabría decir de cuál.
El holandés errante
Un microrrelato de Patapalo
Rueden los dados de nuevo. Llene su repiqueteo el camarote.
Un eterno mar arroja mil salpicaduras de tristeza a mi rostro ajado por el tiempo. Ya se hartaron los cuervos de devorar mi carne marchita. Ya desesperaron los tiburones que aguardaban en el fondo de la fosa al final de los siete mares.
Los cables crujen como las cuerdas de mil violines tallados en hueso. El maderamen sufre cual Atlas bajo el peso del firmamento. Las velas se hinchan como el pecho de una prima donna y el viento entretejido con mil blasfemias impulsa mi navío. Hasta el fin de los tiempos.
El Diablo, mi huésped, aguarda a que abandone la rueda del timón para disfrutar, una vez más, de la cena y la partida. Mi sonrisa, devenida mueca eterna en esta testa de calavera, sabe que esta noche no la perderé. Nunca la perderé.
Rueden los dados de nuevo. Llene su repiqueteo el camarote.
El ancho mar se abre ante el holandés errante. La libertad eterna bien merece ser un tormento.
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El cuadro me recuerda el filme "El séptimo sello", un clásico (y de culto) (y algo fosco diría yo…).
Entiendo que es más poético sufrir bajo el peso del firmamento que hacerlo bajo el peso de la Tierra, pero quizá sostener el peso del "orbe" hubiera mantenido también la lírica de la escena. Por cierto, ¿por qué no un concurso de descripción escenas? Estaría un paso más allá de las justas. Y me atrevería a proponer que, como variación, se obligara a un número exacto de palabras, sobre las 200 ó 250. La escena tendría que ser propuesta por OcioZero y valorarse (obviamente) la ambientación recreada. Así se practica…
Saludos a todos.
Cuánto cuentista