El monstruo en mí
Un breve recorrido por EMEM, acompañado por algunos de los mejores autores de terror del momento. Espero que os guste.
Monstruos y pronombres posesivos
(Extracto del prologo del libro “El monstruo en mí”)
He creado un monstruo. Antes era un tipo que soñaba con historias. Ahora hace llorar a los lectores, les pone el corazón en un puño, les lía la cabeza con mundos que no existen, les hace cuestionarse los cimientos del nuestro.
He creado un monstruo. Uno que cuenta historias. Y os aguarda al otro lado de este prólogo.
Espero que lo disfrutéis tanto como nosotros.
Juan Ángel Laguna Edroso
La ciudad inhabitada
“La Ciudad Inhabitada” es el limbo adonde viaja la mente del propio Ignacio Becerril cada vez que comienza a fraguar una idea o una historia. Es ese punto de inflexión que pende de las demás dimensiones de nuestra realidad. La misma realidad que nos obliga a coger el metro para ir a trabajar o a comprar el pan cada mañana. Entrar dentro de esta Ciudad Inhabitada es rebelarse contra todo lo que nos ata a esa monotonía. Se trata, por tanto, de un ejercicio liberador, con esqueleto de fábula, que explota las dos grandes habilidades de este escritor: la imaginación al servicio de una trama (me encanta sobre todo cómo hila los capítulos iniciales con el núcleo central de la historia), y el final sorpresivo; todo ello formando una historia grotesca que lleva puesto el terror como disfraz, pero que, una vez más, se acaba revelando como sobrecogedora historia de amor.
Ignacio Cid Hermoso
De sueños y monstruos
El escritor de terror siente la natural inclinación a inventar monstruos imposibles. ¿Pero qué pasa cuando el monstruo no es una fantasía? Entonces el miedo deja de ser un juego para convertirse en algo posible, cercano. Y por tanto verdaderamente terrorífico. En De sueños y monstruos José Ignacio Becerril explora el monstruo interior, el que amenaza desde dentro de todos nosotros, y que puede cobrar en cualquier momento la certeza terrible de lo real. Con un estilo prieto y sin engaños este relato nos sumerge en un clima asfixiante gracias al juego de puntos de vista.
José Miguel Vilar-Bou
Todo está hecho
"Todo está hecho” es un cuento de terror, uno bien contado, en el que las piezas van encajando para mostrar una oscura realidad. Click, click, click. Cada palabra, cada frase, cada escena van tomando sentido -un sentido terrible- a medida que la narración avanza.
Pero el verdadero terror no radica solo en la historia, sino en lo que de ella se desprende, porque si al principio el monstruo parece ser el extraño, el mal que acecha a nuestro lado, aprovechándose de nuestra indolencia e ignorancia, pronto se hace evidente que la línea que nos separa del monstruo, el que hay en mí y también en ti y en todos los que conoces, es más tenue de lo que crees...
Pedro Escudero Zumel
Tumbas en la ciudad
Prefiero las pesadillas a la vida real. De la vida real no se puede despertar.
Si tú también piensas así, "Tumbas en la ciudad" es tu relato, una historia dentro de una historia, con los límites tan mezclados que no sabes dónde acaba una y empieza otra. Y rebosan de las páginas del libro para resbalar por tu mundo real, impregnándolo de temores y espantos. Desfiguran la realidad, dominan tus sueños, empapan tu mente.
Si lees este relato es probable que sientas una presencia, pero para localizarla no basta con volver la cabeza, tendrás que mirar en tu interior.
Escritor, protagonista y lector se funden en una sola entidad: víctima. Y no importa si estás en un asilo, en tu casa o en un autobús urbano, el destino siempre te acaba alcanzando. De hecho te vigila desde cada ventana.
David Jasso
Casa ocupada
Incluso entre los monstruos hay jerarquías, un gradiente de maldad, una escala que se asienta en la depravación absoluta y continúa su ascenso hacia alturas donde la vileza va rarificándose hasta disolverse en un nimbo de luz pura. En “Casa ocupada”, bajo los ropajes con que la tradición viste a las mansiones encantadas, nos encontramos con un conflicto de opuestos. Por un lado una fuerza aglutinadora, un pozo gravitatorio de perversidad al que el protagonista se encuentra vinculado por recias ligaduras. Por otro un milagro, una conjunción imposible que alumbra nuevas posibilidades. Y entre medias, un ser que lucha por trascender su herencia; por demostrar, quizás, que un espíritu fuerte no tiene porqué plegarse a la inflexible rigidez del destino y las expectativas.
Sergio Mars
No habrá descanso en la muerte
Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío.
Lo que no dicen es que una vez se toma dan ganas de repetir, y repetir, y repetir...
Miguel Puente Molins
Ocho esferas plateadas
Transmite la angustia que nos embarga cuando nos enfrentamos a nuestros miedos atávicos, y lo hace sumergiéndonos en el horror sin compasión, sin esperanza, sin marcha atrás.
Una lectura perturbadora, rica en detalles y escrita con pulso firme. Un relato de los que dejan poso.
Santiago Eximeno
Ni el infierno querrá tu alma
Siete niñas asesinadas en el transcurso de un año. Siete muñecas rotas, desmadejadas. Y ninguna pista del asesino.
Con reminiscencias de El Club de la Lucha y Sin City, “Ni el infierno querrá tu alma” hace uso de un estilo poderoso y poético para narrar la investigación de una serie de horribles crímenes y recordarnos de paso una verdad que nunca deberíamos olvidar: que el mal no precisa de criaturas sobrenaturales para manifestarse, que sus raíces son siempre profundas y que es tan cercano que a menudo podemos oír el sonido de su respiración mientras dormimos.
Marc R. Soto
El hombre que soñaba con mariposas
Hace ya tiempo que Nacho me dejó para leer “El hombre que soñaba con mariposas”, y me pidió que le diera mi opinión. Yo sólo leo en el metro, y como el manuscrito estaba en formato de Word, lo imprimí para llevármelo a donde quiera que lo empezara. Al ponerlo a doble página, la lectura era un tanto incómoda. Además de eso, la extensión era notable, y yo soy como lector bastante inconstante, me cuesta meterme en las historias, a pesar de lo que pueda parecer.
Lo empecé una mañana de camino al trabajo. Cuando llegó mi parada, por poco me la salto.
El relato me dejó una sensación que hacía tiempo que no experimentaba, y es que me enganchó e intrigó a partes iguales. Su riqueza descriptiva y ambiental me dejó patidifuso, y por momentos arqueaba las cejas ante el alucinante mundo biológico que Nacho había creado. La trama es muy sencilla y, sin decir demasiado, digamos que involucra a un hombre que realiza un 'viaje' a un mundo alucinante. El relato, en muchos sentidos, me recordó además a mi gran autor admirado, H.P. Lovecraft, en un aspecto que él siempre quiso enfatizar, y es que el mundo que descubre el protagonista, por encima de ninguna otra sensación, es fascinante. Muchos creen que Lovecraft quería aterrorizar con su obra, cuando él siempre dijo que lo que quería era maravillar, dejar volar a la imaginación con alas libres. Eso precisamente es lo que consiguió este relato conmigo, y como ya he dicho, más que hablar de su argumento, prefiero invitar a leerlo, ya que su desarrollo es tan ágil y directo que no tardaréis en comprender lo que quiero decir enseguida. Espero que lo disfrutéis tanto como lo disfruté yo en su momento, en aquel metro que en cualquier momento me parecía que podía transformarse ante mis propios ojos.
Magnus Dagon
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