El círculo de Krisky

Reseña de la antología de Miguel Puente Molins publicada por Grupo Ajec en su colección Albemuth

Este libro es una buena muestra del género fosco. Se trata de una antología que navega, primordialmente, entre las aguas de la fantasía oscura y los abismos del terror. Las aproximaciones son variadas, e incluso hay un buen espacio para el humor, pero se percibe en el conjunto una cohesión sombría, siniestra.

Desde la impresionante apertura de Los siete cuervos, una novela corta donde la épica y la mitología celta (muy presente en todo el libro) son las protagonistas indiscutibles, hasta el estremecedor cierre con el relato que da nombre al conjunto, El círculo de Krisky, donde nos las vemos con el terror más descarnado y claustrofóbico, pasando por caprichos humorísticos como Una duda razonable o La cabeza de Dick, siempre encontramos un hueco para lo inquietante.

Sería impreciso, no obstante, decir que este es el leit motiv de la antología. Creo, más bien, que es un elemento muy presente en el estilo del autor, en su forma de abordar las narraciones y que por eso en esta obra se deja notar, pues aunque se trata de su primera obra en solitario, estamos ante un autor de sobrada experiencia y madurez en la escritura que trae su sello propio.

A mi parecer, la espina vertebral de El círculo de Krisky es más bien el mito. Pero no un mito frío o distante: Miguel Puente no disecciona el folclore de un modo académico, sino que extrae su meollo y lo hace cercano al lector, y por eso le estremece y le emociona. Es así que consigue fundir fuentes tan dispares como las leyendas urbanas, el imaginario popular actual o la mitología mesopotámica y crear, al mismo tiempo, una amalgama sólida y coherente.

En este sentido, me hubiera gustado encontrar alguna obra más del autor (como El batir de unas alas, que ya publicara Grupo Ajec en Un portal de palabras 2, o Casa de Carón, recogido en El desván de los cuervos solitarios), aunque he de reconocer que el recorrido que encontramos en este volumen es ya bien completo.

Es por ello que El círculo de Krisky es una buena manera de descubrir al autor y, por supuesto, de disfrutar de una variada muestra de fantasía oscura repleta de calidad.