Asalto a Black Reach
Games Workshop ha lanzado su nuevo pack de iniciación a Warhammer 40.000: echémosle un vistazo.
Como en su día hiciera con el Batalla por Macragge, Games Workshop ha lanzado su nuevo pack de iniciación para Warhammer 40.000. Éste ha sido enfocado de un modo bastante distinto al de su predecesor, aunque siguen manteniendo varios puntos en común (más allá de incluir de nuevo Marines Espaciales). Vamos a intentar analizarlo detalladamente.
La introducción al juego
Asalto a Black Reach es, primordialmente, un gancho para captar nuevos jugadores al mundo de Warhammer 40.000. Es por ello que tiene un precio atractivo para la cantidad de material que incluye y, también, un libreto de iniciación para no tener que abordar el manual de juego a bocajarro.
El primer punto está muy conseguido, pues se supera rápidamente la desmoralización que supone echar un vistazo a los precios de las cajas de escuadras estándar de Games Workshop, sobre todo si uno está interesado en orkos o marines espaciales. Además, para los que sean neófitos incluso en el modelismo, las miniaturas son montables sin necesidad de pegamento ni cuchillas, lo cual es una ventaja que no ha supuesto, en demasía, una bajada de calidad de las mismas.
El segundo punto está un poco menos conseguido. Efectivamente, con leerse el libreto introductorio (en realidad las cuatro páginas centrales) entendemos la mecánica básica de juego: agrupación por escuadras, cómo realizar chequeos de disparo y de moral, cómo desplazar las miniaturas, etc. Al menos si estamos familiarizados con lo que es un wargame. La verdad es que no deja de ser un resumen del propio manual, al contrario que el de Batalla por Macragge, que era una especie de minijuego de transición simplificado. Dependiendo del carácter de cada uno, esto supondrá una ventaja o un problema. Juzgarlo sabiendo jugar -al menos a nivel básico- resulta complicado.
Este libro, al mismo tiempo, incluye algunas ilustraciones muy sugerente, superando en este apartado a su predecesor. Creo que el retrato esquemático del universo decadente del Warhammer 40.000 aquí está más conseguido, y engancha más a la hora de empujar a seguir indagando. Eso sí, que nadie se espere tampoco mucha ambientación ni trasfondo: pasamos rápidamente a la acción en sí.
Y una vez más, el jugador se quedará sorprendido al ver que tener el manual básico completo (que viene con el juego) no quiere decir, siquiera, que puedas confeccionar tus ejércitos: es necesario pillarse un códex para solventar este tema (o llevar Ángeles Sangrientos).
Las miniaturas
Dejando de lado la obvia limitación que supone que los ejércitos sean de orkos y marines (si te gustan bien, si no, pues eso), hay que decir que este nuevo pack de inicio ha mejorado en cuanto a miniaturas. Éstas vienen en más cantidad, en mayor variedad y en mejor calidad.
La escuadra táctica de marines (compuesta por un sargento sólo con espada, siete bólteres, un lanzallamas y un lanzamisiles) es más variada en posiciones que la de Batalla por Macragge, y éstas son además más dinámicas, aunque no lleguen a la versatilidad de las miniaturas multicomponente. Los diseños de las servoarmaduras, además, son muy originales, y distintos a los vistos hasta el momento en muchos casos. Además, se incluye un capitán, recargado y rocambolesco, pero muy conseguido, una escuadra de cinco exterminadores (sargento con espada y bólter de asalto, y dos pares distintos de bólter de asalto y guante de energía) y un dreadnought sobrio pero igualmente impresionante, y que además se presta a unas cuantas conversiones sencillas con abalorios de cualquier matriz estándar.
De orkos conozco menos, pero no van a la zaga (al menos en apariencia): veinte chicoz, una banda de cinco nobles con su Big Boss adicional y tres sugerentes kópteros (a priori, con dos modelos distintos). Las posiciones son dinámicas, el detalle bueno y la variedad suficiente. 450 puntos de ejército, según el libretillo.
En definitiva, hacen buen papel como fuerza de base (mejor que el de Batalla por Macragge) y, por supuesto, como refuerzo, sobre todo al incluir esas unidades especiales. El montaje es sencillo y el resultado es bueno. Sorprendente el que no sea necesario cortar ni pegar...
Por otro lado, en escenografía perdemos totalmente frente al anterior pack: ni un sólo elemento. Habrá quienes se alegrarán, pues preferirán que todo el plástico se invierta en miniaturas, y quien encontrará una pena no tener un poco de escenografía, que siempre resulta muy socorrida, sobre todo en las primeras partidas.
Conclusiones
Sobre la mecánica de juego de la nueva edición, no hay gran cosa que comentar sin meterse a fondo en materia, y creo que es algo que me sobrepasa. Básicamente, el juego mantiene el sistema de juego referido en el artículo de Batalla por Macragge: turnos alternados, estructura general sencilla y muchos pequeños detalles a descubrir a medida que uno entra en el universo de Warhammer 40.000.
Sobre la nueva versión del pack, se puede concluir que, de nuevo, está muy bien pensado y funciona: incluye muchas miniaturas, éstas son de buena calidad y viene el manual de juego para poder introducirse en el hobby con todas las referencias para que nadie se pierda. En esta ocasión se ha optado por poner más miniaturas y menos escenografía, y, aunque quizás la balanza se ha inclinado demasiado, creo que a priori resulta más atractivo tener acceso a tantas tropas distintas.
Las limitaciones del pack son las de costumbre: la decepción de ver que necesitas pillarte un códex para organizar en condiciones un ejército más allá de las partidas de presentación y la limitación intrínseca de que el pack esté focalizado en dos razas (marines y orkos, en esta ocasión). Supongo que sería demasiado bonito que Games Workshop hiciera packs de iniciación con dos razas a elegir, o directamente independientes. Y con códex.
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