The Gotham Last Laugh: Week of Blood
Primera entrega de este guión de cómic de Ángel Luis Sucasas Fernández
SINOPSIS CORTA:
Lunes.
GOTHAM amanece.
100000 cuerpos cubren sus calles envueltas en una neblina verde.
Jóvenes madres que sostienen a sus bebés muertos sobre el regazo. Ricos empresarios con sus caros trajes cubiertos de billetes de 1000 dólares prendidos con alfileres. Locos pandilleros que cuelgan de los bastidores de los semáforos en cada cruce de la ciudad.
Muertos, todos muertos.
Y en el rostro de cada uno… La cara del JOKER. Su maquillaje blanco, su pelo verde esmeralda y sus labios rojos y sonrientes.
Una figura emerge de entre la niebla tóxica. Una figura vestida con una armadura negra, sus rasgos cubiertos con una máscara antigás. En sus brazos, dos cuerpos; mejor dicho, esqueletos, con jirones de carne y prendas aún colgantes.
Avanza en el sonriente y letal silencio hacia un callejón muy conocido. PARK ROW. La calle donde sus padres, THOMAS WAYNE y MARTHA WAYNE, fueron asesinados. La neblina tóxica y verdosa no ha llegado hasta allí…
Se detiene y posa los descarnados cadáveres sobre el suelo. Desabrocha los asideros de su negra capa y cubre con ella los cuerpos.
Llora.
Lunes.
Una semana antes.
Gotham amanece.
El comisario de policía, JAMES GORDON, acude a su trabajo. Un día más, es el primero en llegar a su comisaría. Un día más, es su mano la que gira la llave en el cerrojo. Un día más, los vacíos pasillos de la comisaría deberían recibirlo con su bostezo oscuro.
Pero éste no es un día más.
Sobre la escalinata, empalado en un mástil con el escudo de GOTHAM, yace un cuerpo: El JOKER. Inscrito sobre la carne de su cara, emborronando de rojo su blanco maquillaje, hay un símbolo:
La semana de la sangre está a punto de comenzar…
SINOPSIS COMPLETA:
Lunes, al amanecer.
100000 cuerpos tupen las calles de GOTHAM.
100000 cuerpos con los rasgos del JOKER.
100000 cuerpos completamente imbuidos de la apariencia del archienemigo de BATMAN.
100000 cuerpos con una eterna sonrisa roja.
En una ciudad completamente devastada por una debacle ocasionada por el letal gas de la risa, la solitaria figura de BATMAN, protegido del letal gas con una máscara antigás, semeja la única silueta en movimiento en las calles preñadas de silencio.
En sus brazos, yacen dos cadáveres esqueléticos, con los huesos a la vista y algunos jirones de carne y prendas prendidos a ellos. Parecen las víctimas de un baño de ácido.
Batman avanza hacia un destino conocido, PARK ROW, la calle donde sus padres, MARTHA WAYNE y THOMAS WAYNE fueron asesinados.
Al llegar allí, deja los cadáveres sobre la placa conmemorativa, cubierta de rosas secas, enclaustrada en el enlosado.
Se desabrocha la capa y los cubre con ella.
La niebla letal no ha llegado hasta allí.
BATMAN se desprende de la máscara antigás.
Llora.
Lunes, al amanecer.
Una semana antes.
JIM GORDON descubre, al llegar a su comisaría, un presente inesperado. Hay un cadáver clavado sobre uno de los abanderados mástiles que adorna el frontal de la institución. Envuelto en la bandera que porta el escudo de GOTHAM, el cuerpo empalado del JOKER luce una sangrienta inscripción en su carne: el símbolo de BATMAN.
Aterrado, GORDON llama a sus subalternos y consigue ocultar el cuerpo antes de la llegada de la prensa. Pero la noticia se filtra a pesar de ello. Uno de los policías no puede evitar comentárselo a su mujer, amiga de una periodista, y la liebre echa a correr.
Cuando nada podría parecer peor, un paquete llega a la comisaría. Se trata de un pequeño paquete de cartón. En su exterior, escrito en rotulador negro, un breve mensaje: WATCH THIS!!! En su interior… Un mini-DVD. El mini-DVD de una cámara de vídeo.
GORDON lo reproduce y se encuentra con algo imposible. BATMAN golpeando hasta la muerte al JOKER en lo que parece ser los aledaños de una zona industrial. Para más inri, un grupo de jóvenes con máscaras del justiciero, los BAT-GUYS —facción ultra-violenta que limpia las calles por su propia iniciativa y respecto a la que BATMAN se ha declarado completamente en lucha—, aplauden el espectáculo.
JIM no sabe qué hacer. Tiene que llamar a BRUCE. Antes de que pueda hacerlo, el alcalde llama. Él también tiene una copia de la cinta. La noticia ya ha llegado a los medios. Y el ejército ya ha sido avisado.
La caza del justiciero ha comenzado.
Lunes, mansión WAYNE.
Dos suntuosas puertas batientes se abren, dejando paso a una figura vestida con batín médico, guantes de plástico, mascarilla y gruesas gafas. El batín está manchado de sangre, y los guantes también.
Al quitarse la mascarilla descubrimos a ALFRED, quien acaba de terminar, en colaboración con su ya viejo amigo JOHN CASSIDY, también conocido, al menos por ALFRED, como JOHNNY SPARKLES, el más brillante de los alumnos de THOMAS WAYNE durante su breve etapa de docencia universitaria en la facultad de medicina.
Ambos han realizado una delicada operación neurológica al multimillonario BRUCE WAYNE. Valiéndose de la ayuda de autómatas dotados de brazos telescópicos, JOHNNY y ALFRED han injertado una serie de nanomáquinas que permitirán al VIGILANTE el control total de todos sus artilugios a la velocidad del pensamiento.
El crimen tiene sus horas contadas.
Al conectarse a la red policial desde su bat-cueva, nota algo extraño. Todas sus comunicaciones vía satélite han sido completamente cortadas. Aunque todavía le restan la visión de las cámaras de seguridad de la ciudad, las cuáles puede repasar en el momento que quiera sin conocimiento de la policía, el bloqueo del resto de sus comunicaciones lo deja intrigado.
ALFRED informa que su televisor también ha dejado de funcionar y que parece que ha sido un parón general de las comunicaciones en toda GOTHAM.
Sólo la comunicación entre el ordenador central de la BAT-CUEVA y las nano-máquinas integradas en su cerebro parece mantenerse.
Decidido a descubrir los motivos, BATMAN abandona su mansión y se dirige a las calles.
BATMAN decide probar sus nuevas habilidades
Mientras se encuentra probando su nueva armadura inteligente, un mecha controlado por su impulso mental, sin que ello le impida pilotar, paralelamente, su bat-wing y bat-móvil, BATMAN recibe un aviso de ALFRED acerca de unos extraños disturbios en la zona del puerto; ALFRED parece haber visto a un grupo de jóvenes batallando contra unos mafiosos a través de una de las cámaras de circuito cerrado de la ciudad. La comunicación sigue sin mantenerse y, desde el aire, a BATMAN le llegan imágenes de disturbios en las calles que desembocan en el ayuntamiento. Probablemente la gente demandando el restablecimiento de la red telefónica y la televisión.
Pero lo primero es lo primero. Hay que descubrir qué pasa en el PUERTO.
Al llegar allí, se encuentra con una serie de jóvenes vestidos como el JOKER. Acaban de asesinar por completo y muy brutalmente a dos bandas que se encontraban haciendo negocios de tráfico de armas. Son una auténtica multitud y van todos ellos vestidos como el JOKER. Uno de ellos, punki y más alto y musculado que los demás, el líder sin duda, increpa a BATMAN, preguntándole si ha visto las noticias últimamente.
Sin que BATMAN comprenda lo que le está diciendo, una de sus enfurecidas amenazas lo estremece: “Somos sus hijos, cabrón alado. Si no pudiste con uno, ¿qué harás ahora contra decenas, cientos, miles?”
De pronto, una llamada urgentísima de ALFRED interrumpe la lucha. Un emisario anónimo ha entregado un paquete en la mansión WAYNE. El mensaje indica que BATMAN debe reunirse con GORDON en la azotea de la BAT-SEÑAL inmediatamente.
Furioso por tener que dejar la lucha y no poder descubrir más acerca de esta misteriosa banda, BATMAN abandona a sus presas, que se despiden de él con una promesa: “Antes de siete días, murciélago, Gotham se reirá por última vez”.
JIM GORDON no está allí. BATMAN ha seguido la BAT-SEÑAL hasta la conocida terraza del DEPARTAMENTO DE POLICÍA DE GOTHAM. Pero el lugar se encuentra completamente vacío. JIM GORDON no está allí. Nadie está allí.
Antes de que pueda moverse, oye el aviso por megafonía: “¡QUIETO!”.
Fuego de todo calibre comienza a llover sobre el CABALLERO OSCURO.
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