Apocalipsis Z: Los días oscuros

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Reseña de la novela de Manel Loureiro publicada por Plaza y Janés

 

Reconozco que antes de encarar la lectura de esta novela tenía ciertos prejuicios con respecto a ella por varios motivos, ya que soy reticente a los bombazos editoriales, en muchos casos forzados por mastodónticas campañas publicitarias, o fenómenos virales nacidos en la red (como en el caso de su precuela). También debido a que su autor, Manel Loureiro, es paisano mío.

Sí, es absurdo, pero lamentablemente es una mentalidad que nos vienen inculcando desde siempre y de la que es difícil desprenderse; y es que vale más lo de fuera que lo propio. Pero hubiera sido una traición a mis propios principios y a los del portal que administro, H-Horror, ya que se trata de una de las obras más representativas de ese horror hispano que tratamos de promocionar. Haberla pasado por alto por un motivo tan absurdo habría sido una verdadera lástima.

En primer lugar, cabe señalar que a pesar de tratarse de una secuela de Apocalipsis Z (Ed. Dolmen), pueden leerse de forma independiente, ya que la novela arranca con un detallado resumen de los sucesos que acontecieron anteriormente, para meternos en situación. Los personajes son presentados al inicio de manera que el lector tiene la sensación de conocerlos de inmediato, lo cual ayuda a empatizar con ellos.

Los Días Oscuros narra las aventuras de un abogado, un enigmático piloto militar ucraniano, una adolescente y una monja en un mundo que ha sucumbido ante la clásica epidemia zombi. Para sobrevivir, el peculiar grupo se ha propuesto llegar en helicóptero hasta las Islas Canarias, confiando en que estas sean un reducto al que no haya llegado la plaga, gracias a su emplazamiento. Pero allí descubrirán más de una sorpresa.

El libro está narrado en primera persona, principalmente desde el punto de vista del abogado pontevedrés, aunque hacia la mitad los capítulos alternan tramas que discurren de forma paralela entre Madrid y Tenerife.

La prosa está bastante cuidada, directa y sin florituras, muy adecuada para el género que aborda, ya que el objetivo es entretener al lector. Y es que estamos ante todo un best seller que nada tiene que envidiar a las propuestas llegadas desde el otro lado del océano. Es más, podría enseñar mucho sobre cómo renovar una fórmula repetida hasta la saciedad, dándole aire al sub-género de muertos vivientes, e introduciendo algunas innovaciones destacables.

En ese aspecto, posee detalles muy estimulantes, como esa “guerra civil” en plena crisis zombi (impagable el detalle de republicanos contra “froilos”). La trama está muy bien pensada, sorprende varias veces al lector más avispado, cuando cree que está ante una posible laguna argumental y descubre a la vuelta de página que el autor tiene atados todos los cabos con minuciosidad.

Por otra parte, los personajes están muy bien perfilados, si bien resulta imposible separar la imagen del propio autor de la de su protagonista, sensación que se refuerza con el uso de la primera persona.

Es sencillo sentirse identificado con estos individuos, empatizar y simpatizar con ellos a partes iguales, ya que no se trata de los clásicos héroes que solventan cualquier situación, sino de personas reales, muy hispanas; anti-héroes llenos de dudas que confían más en el factor suerte que en sus propias capacidades.

Como puntos negativos, se podría apuntar el abuso del término “no-muerto”, que de hecho son la parte menos clara, ya que los zombis aparecen algo desdibujados, y merecían algunas descripciones un poco más detalladas y repulsivas (y esto lo digo consciente de mi aversión al gore puro y duro). También los secundarios están poco definidos, y en ocasiones te pierdes entre sus nombres, y te ves obligado a releer para recordar de quien se trataba.

Pero todo esto se pasará por alto gracias a las buenas dosis de suspense que el autor nos regala a cada capítulo, haciendo muy difícil el posponer su lectura para otro momento.

En líneas generales, una buena novela para pasar un rato entretenido, bien narrada, con unos protagonistas que se ganan el cariño del lector con rapidez, y que invita a conocer las aventuras que les deparará en adelante, ya que el eficaz epílogo deja abierta la trama para futuras entregas.

Allí estaremos.


 

LO MEJOR: La historia engancha desde el inicio, los personajes están muy bien definidos y es fácil empatizar con ellos. Todo está muy bien hilvanado, e introduce algunas innovaciones realmente estimulantes. Impagables los “froilos”.

LO PEOR: Zombis y personajes secundarios algo desdibujados. Es una novela de entretenimiento, un best seller sin más pretensiones que hacerte pasar un buen rato.

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