Historias de bandoleros aragoneses

Reseña del libro de José Antonio Adell Castán y Celedonio García Rodríguez publicado por Pirineo

En mi familia todavía circulaban de “primera” mano algunas historias de bandoleros monegrinos. Por lo visto, a una tía abuela mía, siendo muy niña, la hicieron caminar sobre el cadáver de uno de ellos (quiere la tradición que fuera el bandido Cucaracha) para probar su muerte, tal era la impresión que suscitaba este personaje. Es por ello que hace unos años me dio por indagar un poco más sobre este fenómeno tan castizo y, al mismo tiempo, tan lamentablemente poco utilizado por nuestros creadores artísticos. Durante mis indagaciones tuve la ocasión de hacerme con este Historias de bandoleros aragoneses, obra de José Antonio Adell Castán y Celedonio García Rodríguez publicada por la Editorial Pirineo.

Se trata de un libro divulgativo de algo menos de 200 páginas, de lectura amena y bien expuesto. En una primera parte hace una exposición del fenómeno del bandolerismo tanto desde una perspectiva histórica como desde una podríamos decir filológica: aborda el significado y los orígenes de los términos bandolero, bandido, etc. lo que nos permite avistar una dimensión nueva del fenómeno. Más adelante, el libro se centra en las vidas y hechos de unos cuantos bandidos famosos: Melchor Luna “Chorizo”, Puyáns “La fiera aragonesa”, Luis García, el “Diablo Royo”, el mencionado bandido “Cucaracha”, etc.

Historias de bandoleros aragoneses es un libro bien expuesto y que engancha. Muestra cierta afición por acercar la anécdota a los lectores sin que por ello reniegue de aferrarse al rigor histórico y documental. Ese lado anecdótico y esa cercanía en el modo de exponer las cosas hacen de él una buena obra de divulgación. Al adentrarnos en sus páginas tenemos la impresión de estar compartiendo un momento con los autores en los que nos acercan particularidades de nuestro pasado que, curiosamente, pasan por lo general desapercibidas. No se trata de una obra exhaustiva ni académica (aunque incluye referencias suficientes para poder ahondar en el tema si así se desea), sino que está más orientada al lector de a pie.

La edición de la Editorial Pirineo es francamente agradable y muy apropiada para regalo. Papel de gran gramaje, pequeñas ilustraciones detallistas para adornar los capítulos, tamaño de letra generoso... La única pega sería la ausencia de material gráfico (fotografías de la época, quizás algún mapa) que hubieran complementado bien el volumen y hubiera permitido a los neófitos hacerse una idea más cercana del aspecto y el “sabor” de esa época.

En conjunto, Historias de bandoleros aragoneses es una buena obra introductoria al tema que brinda un buen rato de lectura.