Newton y el superordenador Torrijo

Reseña del cómic inaugural de la serie "La familia Newton" realizado por Edorta Corpas y Victor Araque y publicado por Editorial Saure

Editorial Saure abre una nueva colección, La familia Newton, y lo hace de la mejor manera posible: con un cómic que consigue el estilo que busca y que deja con ganas de más. Se trata de Newton y el superordenador Torrijo, una historieta de humor autoparódico que tiene por protagonista a un clon de Isaac Newton y a la familia (su familia, de hecho, puesto que son sus descendientes lejanos) que le acoge.

El guión de Edorta Corpas es totalmente absurdo, qué duda cabe, pero ha conseguido arrancarme unas cuantas carcajadas (y no es algo que me ocurra con frecuencia). Encierra un humor paródico, autoparódico más bien, porque no se toma en serio ni a sí mismo, con momentos estelares dignos del doctor Mafrune y mucho carácter propio. Combina con mucho acierto bromas puntuales con un desarrollo general que también es cómico en sí, y apuntala el conjunto con unos diálogos muy bien llevados.

Además, tiene unos cuantos puntos que hacen prever que seguirá metiéndosenos en el bolsillo en próximas entregas. Por un lado, no parece tener prisas: no se nos explica todavía el objeto del experimento (aunque, por supuesto, no se echan en falta las explicaciones, porque todo es muy peregrino). Por otro, los personajes, en los que se apoya tanto la narración como el humor, son muy carismáticos: secundarios y principales brillan por igual, y con todos se establece una complicidad (fabuloso el de Mónica, que apenas sale unas páginas pero que se lleva la palma en la última). El resultado es un cómic que apunta dispuesto a una carrera de fondo.

En cuanto al apartado ilustración, cabe decir que el trabajo de Víctor Araque funciona a la perfección con el planteamiento de la obra. En su estilo vemos influencias del cómic nacional, del europeo y del manga, todo unido con un carácter propio, muy colorista, que se amolda a los diferentes registros de la historieta: acción, caricatura, primeros planos, expresividad de los personajes... La combinación es francamente buena, y permite explotar todas las situaciones dejando claro, al mismo tiempo, hasta qué punto conoce el oficio el dibujante.

En definitiva, una obra que pinta muy bien, que ha empezado con muy buen pie, y que, espero, nos brindará unas cuantas buenas lecturas y unas cuantas buenas risas mientras contemplamos nuestra particular relación con el entorno y con la tecnología. En este primer capítulo, el repaso mordaz a los vicios de los ordenadores ha sido soberbio.

Sinopsis (Cortesía de Editorial Saure)

Vicente Bucay, prestigioso científico conoce por fin a su famoso antepasado Isaac Newton. Tras años de trabajo, su equipo y él han conseguido traerlo de nuevo a la vida como clon en un laboratorio secreto. Tras unas pruebas llega el momento de irse a casa, pero Vicente Bucay Delgado Ávalos Newton se niega a dejar a Isaac durmiendo en una fría habitación de laboratorio, como si de un experimento más se tratara. Así que decide llevárselo a casa con su familia…